Capítulo 1

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JACK
Maia llevaba dos meses en casa. Cuando Jana llegó después del entrenamiento aquel día, se quedó en shock, no sabía lo que pensar. Sin embargo, después de contarle la situación y decirle que Maia se iba a quedar en casa, aceptó y le ha cogido mucho cariño a su sobrina desde entonces.

Collin también me ayuda mucho. Cuando yo estoy en la universidad, él viene al apartamento y me ayuda con la pequeña. Se autollama Tio Collin y siempre hace reír a la pequeña.

Todos hemos tenido que madurar rápidamente después de la llegada de Maia, pero es la princesa de la casa. Duerme en mi habitación, ya que no tenemos más sitio y aunque tenga una cuna, duerme mejor en mi cama, y a decir verdad, yo también.

Hoy tenía un examen de anatomía muy importante que creo que me ha salido estupendamente. No sé cómo lo he hecho, pero he aprobado todos los exámenes, aún teniendo a Maia en casa. Estamos a mediados de curso y ahora tenemos dos semanas libres que he decidido disfrutar al máximo con mi hija.

Noto cómo vibra mi móvil en el bolsillo y cuando veo que es Collin, lo cojo rápidamente.
-¿Qué pasa, amigo?
- Jack, tienes que venir en seguida, Maia no para de llorar y creo que tiene fiebre. He intentado hablar con Jana, pero no me coge el teléfono.
- Collin, ahora voy hacia casa, en dos minutos estoy.

Lo bueno de nuestro apartamento es que está muy cerca de la universidad así que no tengo problema para ir andando. Pero hoy no, hoy corro, como si mi vida dependiera de ello.

Cuando llego al apartamento, veo a Collin de un lado a otro con mi princesa en brazos.

- Menos mal que has llegado, no sabía lo que hacer.

Cojo a Maia y pongo mi mano en su frente; está ardiendo. Así que le pongo un paño húmedo y nos dirigimos en el coche de Collin hacia el hospital más cercano.

Mi amigo me deja en la entrada de urgencias para que me baje y yo voy corriendo hacia la primera enfermera que veo.

-Perdone, me tiene que ayudar, mi hija está enferma y no sé lo que hacer. Sólo tiene dos meses, y ayer estaba bien, como hoy a la mañana, pero ha empeorado y...
- Tranquilicese, siéntese en esa silla y en seguida le atenderán.¿ Cómo se llama ella?
-Maia Collins.
- Señor Collins, estese tranquilo, ahora le llamarán. De verdad, no se preocupe.

La enfermera me sonríe. Es una señora mayor cuya sonrisa me ha reconfortado, y mucho.

Tengo a Maia en mis brazos y noto como poco a poco se duerme. Creo que no he estado tan nervioso en toda mi vida. Aunque delante de Collin haya estado tranquilo, no me sentía para nada así.

Corriendo llega mi amigo, que cuando me ve se dirige hacia mí.

-¿Cómo está?
- Se acaba de dormir- le respondo.- Supongo que en seguida nos atenderán.
-¿Maia Collins?- pregunta un señor mayor. Me levanto junto a mi pequeña en brazos y voy a la consulta. Le digo a Collin que espere fuera por si Jana llama.

Cuando entramos, el médico coge a Maia de mis brazos y la examina. Al final, me dice que no es nada, sólo un pequeño resfriado. Le receta un jarabe y me dice que si le sube la fiebre, que la bañe en agua templada. Al final, antes de irme, me dice:
- Lo estás haciendo bien, chaval.

Yo sonrío, le doy las gracias y salgo de la consulta. Allí me encuentro con Collin que está hablando con Jana y al lado de mi hermana, hay otra joven que no sé quién es, pero que es muy hermosa. Tiene un pelo marrón muy rizado y unos ojos brillantes marrones. No está delgada, no tiene un cuerpo escultural, h es bajita pero muy atractiva.

Cuando me ve mirándola, me sonríe, tiene una sonrisa preciosa y le avisa a Jana que he salido de la consulta. Jana corre hacia mi, y cuando llega, coje a Maia en brazos.

Empieza a poner caritas raras que a mi princesa le hacen sonreír.

Después se me acerca Collin y le cuento lo que me ha dicho el médico. El se tranquiliza, me doy cuenta de lo nervioso que estaba hasta ahora. Se acerca a Jana y le quita a Maia de los brazos.

Luego, Jana se dirige a mí y me presenta a su amiga:

- Jack, esta es Laura, una compañera de equipo.- Luego, dirigiéndose a Laura, me presenta.- Laura, este es mi hermano Jack, el padre de Maia.

Ella se acerca a mí y me abraza.
- Me alegro de que tú hija esté bien, de verdad.- me susurra.

Luego se aleja de mí y mi hermana me dice que tienen que ir a cenar con su equipo, así que cuando Collin nos lleva a casa del hospital, Maia y yo nos vamos a la cama, después de haber cenado y nos quedamos dormidos.

Mi pequeña MaiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora