Capítulo 8

4.3K 303 5
                                    

Laura

Cuando Jack terminó de contar su historia, yo estaba llorando. Su estado de ánimo había cambiado y no estaba tan feliz como al principio.

Cuando me miró, paso sus dedos por mí mejillas para sacarme las lágrimas, cosa que agradecí. Terminamos nuestros batidos en silencio y decidimos ir al parque.

El parque era pequeño y no había mucha gente. Nos pusimos debajo de un gran árbol y Jack sacó a Maia del carrito. En la hierba empezó a gatear.

Jack corría detrás de ella y yo reía. Se notaba que la tensión se había disipado.
Estábamos a mediados de junio, y por lo que sabía, Maia llevaba cinco meses con Jack.

Cuando se cansó, Jack la cogió en brazos y se acercó a mí. Le empezó a cantar una nana y al minuto, la princesa se quedó dormida.

-¿Qué le cantabas?- pregunté curiosa.

- Cuando era pequeño, mi madre solía cantarnos esta nana a mi hermana y a mí. No era la mejor cantante,- sonrió - pero nos encantaba.

- A mí mi madre también me solía cantar. Le canté a Maia para que se durmiera el otro día, estaba muy inquieta.

- Si, bueno, le cuesta dormir, si no es conmigo. Y yo también me he acostumbrado a ella. Así que...

Yo me río, es tan tierno. Se nota que adora a su hija y eso me encanta.

Jack

Estaba nervioso. Nunca lo había estado tanto. Pero es que nunca había tenido que pedir a una chica que saliera conmigo, ellas se me acercaban.

Estábamos charlando tranquilamente sobre cosas sin importancia cuando corté lo que estaba diciendo.

- Oye, Laura...- mis manos temblaban, y movía a Maia de un lado al otro. - Ya sé que soy tu entrenador y eso, pero como solo nos quedan un par de partidos, me gustaría saber si... ¿Querrías salir conmigo?

Ella se quedó alucinada.

- Ehhh, Jack...

- Laura, si no quieres no hace falta...

- No, no, o sea, si, si... ¡Claro que quiero salir contigo! Perdón, pero es que me habías puesto nerviosa y...
Ella sonríe y yo también. Menos mal que ha aceptado salir conmigo, si no, no sé lo que habría hecho...

- Entonces, ¿cuándo quieres quedar? El sábado tenemos partido por la mañana, pero a la tarde...¿Te parece si te paso a buscar a las 8?

- Vale, me parece un buen plan.

Para cuando nos dimos cuenta, ya eran las 19:30. Acompañé a Laura a casa y después de comprar comida china, me dirigí a mi apartamento.

Allí nos encontramos con Jana, que nada más entrar, saltó encima de mí.

-¡ Por fin! ¡Ya era hora! Deseaba con todas mis fuerzas que le pudieras salir a Laura. ¡Y lo has hecho!

Volvió saltando a su habitación. Yo me quedé jugando con Maia, hasta que los dos nos quedamos dormidos en el sofá al final.

Mi pequeña MaiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora