Laura
Cuando Jack terminó de contar su historia, yo estaba llorando. Su estado de ánimo había cambiado y no estaba tan feliz como al principio.
Cuando me miró, paso sus dedos por mí mejillas para sacarme las lágrimas, cosa que agradecí. Terminamos nuestros batidos en silencio y decidimos ir al parque.
El parque era pequeño y no había mucha gente. Nos pusimos debajo de un gran árbol y Jack sacó a Maia del carrito. En la hierba empezó a gatear.
Jack corría detrás de ella y yo reía. Se notaba que la tensión se había disipado.
Estábamos a mediados de junio, y por lo que sabía, Maia llevaba cinco meses con Jack.Cuando se cansó, Jack la cogió en brazos y se acercó a mí. Le empezó a cantar una nana y al minuto, la princesa se quedó dormida.
-¿Qué le cantabas?- pregunté curiosa.
- Cuando era pequeño, mi madre solía cantarnos esta nana a mi hermana y a mí. No era la mejor cantante,- sonrió - pero nos encantaba.
- A mí mi madre también me solía cantar. Le canté a Maia para que se durmiera el otro día, estaba muy inquieta.
- Si, bueno, le cuesta dormir, si no es conmigo. Y yo también me he acostumbrado a ella. Así que...
Yo me río, es tan tierno. Se nota que adora a su hija y eso me encanta.
Jack
Estaba nervioso. Nunca lo había estado tanto. Pero es que nunca había tenido que pedir a una chica que saliera conmigo, ellas se me acercaban.
Estábamos charlando tranquilamente sobre cosas sin importancia cuando corté lo que estaba diciendo.
- Oye, Laura...- mis manos temblaban, y movía a Maia de un lado al otro. - Ya sé que soy tu entrenador y eso, pero como solo nos quedan un par de partidos, me gustaría saber si... ¿Querrías salir conmigo?
Ella se quedó alucinada.
- Ehhh, Jack...
- Laura, si no quieres no hace falta...
- No, no, o sea, si, si... ¡Claro que quiero salir contigo! Perdón, pero es que me habías puesto nerviosa y...
Ella sonríe y yo también. Menos mal que ha aceptado salir conmigo, si no, no sé lo que habría hecho...- Entonces, ¿cuándo quieres quedar? El sábado tenemos partido por la mañana, pero a la tarde...¿Te parece si te paso a buscar a las 8?
- Vale, me parece un buen plan.
Para cuando nos dimos cuenta, ya eran las 19:30. Acompañé a Laura a casa y después de comprar comida china, me dirigí a mi apartamento.
Allí nos encontramos con Jana, que nada más entrar, saltó encima de mí.
-¡ Por fin! ¡Ya era hora! Deseaba con todas mis fuerzas que le pudieras salir a Laura. ¡Y lo has hecho!
Volvió saltando a su habitación. Yo me quedé jugando con Maia, hasta que los dos nos quedamos dormidos en el sofá al final.
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Mi pequeña Maia
RomanceJack es un joven estudiante de medicina dispuesto a comerse el mundo. Vive con su hermana en un pequeño apartamento que les dejaron después de que sus padres murieran. A pesar de la herencia, Jack trabaja y saca adelante sus estudios, y cuida a su h...