Capítulo 8. 11 de Septiembre 2012

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¡Otra vez no! The Lazy Song volvía a sonar a las siete y media de la puñetera mañana. Instituto. Horror. Exámenes. Tardes perdidas. ¡Qué asco! Me levanté perezosamente y fui a lavarme al baño. Allí me acordé de todo lo que había pasado el día anterior: libro, pasadizos, Harry (Harry Helechos, para mi hamburguesa) Styles. ¿Quién era ese tal Harry Styles y por qué había un cuaderno suyo en mi casa? De todos modos, no creo que vaya a encontrar nada más aquí. Mandé un mensaje a Kay.

¿Quedamos en la parada del bus de siempre para ir al instituto?

Mientras esperaba a que me contestara, me dediqué a mirar mi armario, y decidí qué ponerme. Me puse el vestido, los (maravillosos y altos) zapatos, me maquillé ligeramente y fui a desayunar. Bajando por las (mortales, no me consaré de repetirlo) escaleras, me sonó el móvil. Mensaje de Kay.

Vale bonita. A las ocho en la parada. ¡Ponte guapa!

Ocho menos cuarto. ¡Dios mío (A mai, para mi hamburguesa)! En un cuarto de hora no llegaba ni por asomo a la parada. Le dí un bocado a mi tostada y salí corriendo hacia la puerta, no sin antes coger dinero y el bolso, junto con las gafas de sol. Llegué a la parada. Eran las ocho en punto. Un momento después, un taxi paró justo delante de mí. Del taxi bajó Kay (que iba guapísima), y detrás de ella bajaron también dos chicas y dos chicos más.

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MULTIMEDIA: 1_ Kay Capuccio      2_ Paula Uriarte       3_ Kristen Smith         4_ Rebecca Thouson

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- ¡Hola Paula! - me dijo Kay cuando terminaron de echar cuentas para pagar al taxista.

- Hola - dije algo tímida, pues los demás me miraban y me sentía incómoda.

- ¡Oh, ya se me olvidaba! Estos son mis amigos: Rebecca Tohuson (a la derecha), Kristen Smith ( a la izquierda), Math Collins y Paul Bones (en el medio). - dijo. - Paul es el hijo del director - aclaró. Todos nos mirábamos sin saber qué hacer o decir, a sí que, secidí romper el hielo.

- ¿Vamos a ir en bus? - pregunté. Se miraron entre ellos aguantándo la risa, o por lo menos intentándolo. ¿Qué se supone que era tan gracioso?

- Cielo, los guays no van en bus al instituto, y menos el primer día - me aclaró Rebecca (creo).

- Si quieres que te tachen de cool, ve andando al instituto - concluyó Kristen. Todos nos pusimos a reírnos a carcajadas sin saber siquiera el motivo y comenzamos a hablar como si nos conociéramos de toda la vida. Nos preguntábamos sobre ésto, sobre aquéllo, y ya estábamos haciendo planes para el fin de semana. Caminando por la vida, sin pausa pero sin prisa, llegamos al barrio Barnes, y junto al puente de Hammersmith, estaba St. Paul's School. Fuera del recinto se amontonaban miles (estoy exagerando, obvio) de chicos de todas las edades; y dentro, en el patio y sentados encima de las mesas de madera, los de más edad. Me quedé flipando a lo tonto. ¡El sitio era enorme! Detrás del patio estaba el edificio con las clases, y al lado se encontraban el campo de fútbol, el gimnasio y la pista de atletismo. Me fijé en que, en una mesa, había una pandilla de chicos de nuestra edad que hacían señas hacia aquí. Parece ser que Math también lo vió, pues le dió un codazo a Paul y los dos se encaminaron hacia la mesa. Nosotras los seguimos. Una vez allí se saludaron de una manera un tanto extraña, comentaron no se qué cosa del partido del sábado y se fueron. Pero no sin antes echar una "ojeada" a nuestros vestidos. Sobre todo al mío. Math se dió cuenta de que me miraban más de lo debido y les dió un manotazo. Hombres...

- Bueno Paula, ¿qué te parece el sitio? - me preguntó Math sentado sobre la mesa.

-Es... ¡es genial! - dije.

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