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El timbre suena en la casa de Liam y cuando este abre frunce el ceño.

―¿Pero tú que haces aquí?

El rubio como siempre sonríe.

―Vengo a visitar a mi amigo. ―Entra sin que le dé el permiso.

―¿Qué? ¿Su hermano te echó a patadas? ―Rueda los ojos―. Ya vete, Nate, me irritas.

―Corrección, estás celoso. ―Camina hasta la mesa y se sienta en la primera silla que encuentra.

―¿Qué te importa? Te quiero lejos, demonio.

Se ríe.

―No soy un demonio.

―¡No me importa, eres un ser malvado, no te quiero cerca! ―Se altera.

―Somos amigos.

―¡No, no lo somos! Eres el chico popular, puedes conseguir cualquier amigo, a mí mantenme al margen. ―Se cruza de brazos.

―Cuánto malhumor, necesitas deshacerte de ese estrés.

Cierra la puerta, bufa y camina hasta él.

―¿No te vas a ir?

―No ―dice determinado―. Seamos amigos.

―Pero no quiero ser tu amigo ―exclama en tono bajo.

―Yo sí.

―¿Por qué? ―Lo mira desconcertado, no entiende.

Su sonrisa sigue intacta.

―Porque me caes bien.

¡Soy Vida! (S.E #7)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora