¡Soy Vida! (S.E #7)

~33~

Deja de correr, abre las puertas de su enorme casa y pasa adentro en silencio. Mira a un lado y otro.

―¿Guardián? ¿Estás ahí? ¿Hola? ―Camina despacio, con desconfianza―. ¿Guardián?

―Nate. ―Oye una voz detrás, pero al darse vuelta no hay nadie.

Bufa.

―Ah, eres tú.

La voz se escucha en eco.

―¿Se puede saber que estás haciendo? Te he visto, era tu oportunidad y la arruinaste.

Mira para todos lados.

―Escucha, no quiero hacer esto, es patético.

―Tú harás lo que yo te diga, para eso fuiste concebido. Es tu única misión en tu existencia y la acatarás, ¿entendido?

―No, mi corazón es mío y de nadie más ¡Deja de ocultarte, padre! ¡¿Dónde estás?! ―Camina para un lado y otro.

―Aquí arriba.

Nate mira hacia el techo, unas extrañas sogas negras salen de allí y lo atrapan, atando sus manos y pies, suspendido en el espacio sin poder tocar el suelo, que se abre y debajo hay una sustancia negra que parece tóxica.

Sonríe.

―¿Ya terminaste con tus trucos baratos? Ambos sabemos que no vas a hacerlo.

―Los espectros están enojados, tenemos un acuerdo, debes cumplirlo tú también.

Frunce el ceño.

―Ya entendí, bájame. ―Forcejea.

―Recuerda que no puedes negarte. ―Lo suelta y el suelo se reconstruye, Nate se choca contra el piso.

―Ay... ―Mira a un lado y otro―. ¿Papá? ―Bufa―. Ya se fue, qué insoportable.