¡Soy Vida! (S.E #7)

~38~

Mueve la guadaña con una alta habilidad, ataca a uno por uno de los espectros mientras se defiende y comienzan a desaparecer.

"Esto no quedará así", desaparece el último.

―Eso fue... ―Liam queda sorprendido―. Increíble.

Nate se da vuelta y sonríe.

―Gracias.

―Pero es que... ¡Pero en serio, esto es como una película! ―exclama emocionado.

El rubio se ríe.

―Eres divertido.

Se acerca.

―Y ese tatuaje extraño en tu cara, ¿qué es?

―Es como un emblema, dice de donde vengo. ―Cierra los ojos y desaparece, los abre mirando a su arma―. He terminado por hoy. ―La hoja se cierra y se va en un remolino hacia el suelo en el cual se desvanece sin dejar rastro―. Ahora... ―Mira a Liam―. ¡Quiero torta! ―Sonríe muy alegre.

―¡Uf! ¿Te obsesionaste con la torta de mi madre o que te pasa? ―Rueda los ojos.

Vuelve a reír.

―Es que está deliciosa.

Bufa.

―De acuerdo.

―Yo sabía que me querías. ―Pone su mano en su hombro.

Lo mira de refilón.

―Lo estoy planteando, no me toques.

―Miremos películas ―ofrece.

―¿Para qué?

―Hablabas de que parecía una película, quiero saber cuál.

―Bueno, por cierto ¿Qué es eso que dijiste antes? "Invoco el poder de mi verdadero nombre" ¿De verdad te llamas Muerte?

―El nombre que me puso mi padre es Muerte y el nombre que me puso mi madre es Nate. Es una simple ideología para activar mi poder, pero sigo teniendo mis dos nombres ―explica.

―Ah. ―Asiente―. De algún modo me ha salido la curiosidad, dime más.

―Claro, si me das torta.

Entonces los amigos se van felices a hablar, ver pelis y por supuesto, comer torta.