~28~

473 67 14
                                    

El rubio termina de comer y se dirige hacia la puerta.

―Y no vuelvas ―dice el castaño.

―Regresaré. ―Se ríe.

Liam saca las llaves para abrir, pero se detiene al ver a su hermanita salir de su habitación, nunca sale de allí.

―Joseline ¿Qué pasa? ―le pregunta a la pequeña de unos ocho añitos que tiene dos hermosas coletas largas y grandes ojos grises como los de su hermano.

Niega con la cabeza y mira a Nate.

―Debes tener cuidado ―le avisa―. Están aquí.

―Ay, no, ya empezó ―se queja Liam.

―¿El qué? ―pregunta el rubio.

―Con sus predicciones raras, según mi tía, heredó el don de los ancestros de la familia.

―¿Tus ancestros?

―Están aquí, los espectros ―la niña vuelve hablar.

―¡Deja de decir cosas que nadie entiende! ―la reta Liam.

―¿Espectros? ―Nate se da cuenta y reacciona―. Cierto. ―Mira para un lado y otro―. Están aquí ¿Cómo no me di cuenta?

―Huy, tú también te volviste loco.

―Deberías escuchar más a tu hermana, yo ya me voy. ―Le quita la llave, abre la puerta y se la devuelve―. ¡Nos vemos! ―Se va corriendo.

―¡¿A dónde vas con tanta prisa?! ―le grita.

―¡Es peligroso, debo irme rápido! ―avisa y ya no se ve a lo lejos.

―¿Pero qué le pasa? ―exclama confundido.

―Ese chico... ―Joseline vuelve a hablar―. Lleva mucho peso en su alma, su corazón no está en el lugar correcto.

Liam tiembla.

―Ya basta, me das escalofríos.

Ella sonríe.

―Me voy a jugar. ―Se va saltando.

―Sí, da miedo, ya está normal otra vez.

¡Soy Vida! (S.E #7)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora