17 años después, la hija de nuestros dos protagonistas anteriormente antagonistas, se convierte en una rebelde. Sí, una rebelde. Con un padre sobreprotector y una madre fuera de lo común, todo puede pasar. Más siendo una poderosa adolescente problem...
Allí está la luz, el camino hacia la muerte, los muertos van hasta ahí y verán el destino de su alma.
―¿No crees que esto va muy lento? ―le dice Ether a otro muerto.
―Es... es que es una fila muy larga.
―Y aburrida ―agrega el elemento.
―Sí.
―¿Y de qué moriste?
―Me atropelló un coche.
Frunce el ceño.
―¿Y no miras a los dos lados de la calle cuando cruzas?
―No.
―Qué poco hablador. ―Bufa.
―La mayoría de aquí. ―Señala la enorme fila―. O sea los recién llegados, todos se murieron de la nada. ―Sonríe―. Yo soy especial.
Rueda los ojos.
―Lo que tú digas, amigo, lo que tú digas. ―Mira a un lado y otro―. ¿Más aburrido no podía ser este lugar?
―¿Te ayudo? ―Se escucha una voz femenina y se gira a verla.
Sonríe.
―Ah, pero si es mi ángel favorito ¡Erelis!
―Ven. ―Mueve la cabeza―. Zeus quiere hablar contigo.
―Oh, genial. ―Corre hasta ella, pero se detiene y vuelve hasta el amigo muerto, sacando algo del bolsillo―. Toma. ―Se lo da―. Por hacer esta fila menos silenciosa.
―¿Y qué es? ―pregunta el muerto.
―Un pase para molestar a los vivos. ―Mueve las cejas.
―Oh, me agrada ―dice contento.
―¡¡Apresúrate, Ether, que no tengo todo el tiempo!! ―grita enojada la pelirroja y el nombrado la sigue hasta una puerta―. Qué irritante.
Él se ríe.
―Tú te irritas con todo, pobre Sombra, lo que tuvo que soportar.
Lo ignora y continúan caminando.
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