Capítulo 11 - Descubierto

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Capitulo 11: Descubierto.

PDV Connor.

Volvía corriendo a casa. El tiempo se había pasado muy rápido. Debería haber vuelto para las nueve, y ¡eran casi las diez! Jack iba a matarme.

Tenía que pensar en una excusa para haberme retrasado, pero Marion asaltaba mis recuerdos a cada momento.

Habíamos pasado toda una tarde juntos, como siempre la había imaginado. Hablando. Había sido tan perfecto…pero luego ese accidente de auto. Al menos se creyó que estaba cerca, cuando en realidad seguía junto a la caja registradora. Y por suerte no me había hecho justificar el que tuviera solo una herida en la mano, cuando alguien poniéndose frente a ese auto pudiera haber muerto. Al menos la había salvado, y eso era lo que mas importaba. También parecía que no se dio cuenta de que para cuando llegué a su casa, la herida se me había curado y tuve que hacerme otra. Y no tuve suficiente tiempo para ser muy preciso, así que la abrí mas arriba que la original. Había parecido extrañarse ante eso, pero sin llegar a ninguna conclusión.

Recién una vez que había rememorado cada instante pasado con ella me di cuenta de que me había pasado de largo. ¡Qué idiota, ahora iba a llegar aún mas tarde!

Retrocedí, estaba nevando y el suelo empezaba a cubrirse de una fina capa blanca, pero yo no sentía frio gracias a mi espeso pelaje. Volví en dirección al parque y me transformé en humano. Luego seguí a trote rápido hasta mi casa.

Me sacudí el agua y la nieve a medio derretir del pelo y la ropa y entré. Apenas cerré la puerta cuando ya apareció Jack interrogándome.

-¿Dónde estuviste?

Genial pensé. No había pensado ninguna excusa. Me imaginé por un momento como reaccionaria si le decía que aun veía a Marion, no saldría nada bueno de eso.

-…Estuve…tuve que quedarme un rato más en la tienda, un chico tiró un estante abajo y pasé mucho rato acomodando los libros.

Su expresión se suavizó.

-¿Ese no es el trabajo de la acomodadora, la chica rubia?

-Se enfermó.-respondí, y al menos eso era verdad.-tuve trabajo doble hoy. ¿Ya terminó el interrogatorio?

-Claro, pasa.-me dedicó una tosca sonrisa y se hizo a un lado del estrecho pasillo. Lo atravesé y me encontré con Luka, que tenía un aspecto enfurruñado.

-Vamos, Jack, solo unaaa-se quejaba, al parecer, había interrumpido una conversación.

-¿Una que?-inquirí.

Jack suspiró.

-Una persona. Y ya te dije que no, es muy arriesgado. Cuando las cosas se calmen todo va a volver a ser como antes.

-¿Y qué comeremos hasta entonces? Estoy cansado del pollo crudo, es demasiado seco y…limpio. No es como cazar.

-Pues acostúmbrate.-repuso Jack, y su tono de voz indicó que no se admitía discusión. Entró en una de las tres habitaciones y cerró la puerta.

-¿Donde están las chicas?

Luka se removió en el sillón, parecía entumecido, y yo sabía la razón. La falta de costumbre de estar tanto tiempo como humanos lo hacia sentirse incomodo. Encendió la televisión, y parecía concentrado en eso. Veía lo que parecía ser una película de acción, y noté un atisbo de ansiedad en su rostro al ver la carne ensangrentada de un humano dentro de la pantalla.

-Kim está en su habitación, Sharon en el parque.-dijo sin echarme ni una mirada.

-Oh, ya veo-entré en la habitación que compartía con Kim, y ella me dirigió una mirada inquisitiva.

-Le mentiste a Jack.-no era una pregunta, y me sorprendió que fuera tan directa.

-¿Qué te hace pensar eso?-fingí estar impresionado.

-Tu mano-señaló.

Lo había olvidado. Ni Jack ni Luka se habían dado cuenta, pero Kim siempre había sido bastante intuitiva. Me desenrollé la gasa que tenia un poco de sangre, ya que era totalmente innecesaria. Mi mano estaba perfectamente sana.

-¿Estuviste con Marion, verdad?

Esta vez mis facciones denotaban genuina impresión.

-¿Qué?

-Hace bastante que vienes con una capa de alegría, aunque intentas ocultarlo. Y curiosamente solo los días que trabajas. Leí el diario donde encontraste el anuncio del trabajo, no es hasta las nueve, sino que termina a las 8:30. Y ahora le mentiste a Jack, además, ¿por qué más necesitarías tener la mano vendada si no hubieras estado con un humano, para encubrir nuestra fachada? Son pequeños datos que fui juntando...

Me quedé boquiabierto. No sabía qué responderle, qué podría decir para negar sus conclusiones. Y era simplemente porque no había nada; me había descubierto.

-¿No se lo digas a Jack, si? Me despellejará y luego a Marion.

Ella asintió lentamente.

-Por ahora no se lo diré, pero no pienso mentirle a un miembro de mi manada. Si me lo pregunta, no podre encubrirte más. Connor, es peligroso, los humanos son solo comida, no deberías alterar el orden natural.

Me tiré en la cama, cansado.

-Por favor no me vengas con sermones…

-Te lo digo por tu bien.-acotó, pero luego ya no dijo nada.

No era muy tarde, pero yo estaba agotado, aunque más mentalmente que físicamente. Rememoré una vez más mi día, desde que ella había entrado por la puerta, y lentamente me fui deslizando al mundo de los sueños.

Huellas De Un LoboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora