Cuidando al hijo del millonario

Capitulo 11

Capítulo 11

—Gracias por invitarme Nora, te lo agradesco, ojalá volvamos a juntarnos próximamente —habló Emily.

—No te preocupes, me caíste súper bien, y estas todos los días invitada a comer, cuando tengas tiempo —solté amigablemente, Emily es muy simpática.

—Bueno, nos vemos, no puedo llegar tarde a clases, el profesor de artes se ve muy simpático, pero es un ogro cuando se trata de la puntualidad.

—Claro, nos vemos —me despedí de Emily.

Cuando Emily se fue, yo me acerqué a los chicos que se despidieron momentos antes, y nos dieron un momento para conversar.

—Nora, Emily me parece muy simpática, no me molestaría que se incluya al grupo de los increíbles y más guapos de la universidad —habló Emma al momento de llegar con ellos, y si se lo preguntan, nadie nos ha puesto ese nombre, ni nos reconocen así, a Emma se le ocurrió, y ahora nos llama con ese nombre.

—Si, la invite a almorzar con nosotros —le hablé a Emily, pero lo que me llamó la atención, fue que Chad frunció el ceño molesto —. ¿Y tú? Fuiste muy antipático con Emily.

—Si, yo igual me di cuenta —soltó Emma, observando de brazos cruzados a Chad.

—¿Qué? —exclamó Chad exaltado —. Actúe como siempre.

—Trataste súper mal a Emily, que eso no vuelva a ocurrir ¿Si? —le dije a Chad intentando calmarme.

—Si, solo me cayo mal —se excusó Chad.

—¿Por qué? Si se ve súper mona —preguntó Emily.

—No lo sé, ¿Sí? —bufó molesto Chad, mientras se alejaba de nosotras.

—¿Y a este que bicho le picó? —preguntó Emily confundida, mientras yo me encogía de hombros, sin entender.

Las clases finalizaron, y el día de hoy, Emma viene a la casa, supuestamente para estudiar juntas, pero yo sé que en el fondo, quiere conocer a Alex. Aunque me lo niegue.

—Y te presento la casa donde vivo actualmente —le presenté la casa a Emma al momento de entrar a ella, Emma si ya al ver la casa por fuera, se puso a gritar de la emoción, ahora dio un grito enorme de emoción.

En eso, Cynthia sale corriendo de la cocina con una espátula, empieza a mirar para todos lados, y al vernos, sin ningún problema, suspiro sonoramente.

—No me asusten de esa manera, pensé que había ocurrido algo grave —habló Cynthia acercándose a nosotras.

—Lo lamento, mi amiga se emocionó un poco —me disculpé —. Cynthia, te presento a mi mejor amiga, Emma.

—Hola, un gusto, cualquier amiga de Nora, es bienvenida —habló Cynthia.

—Gracias, un gusto para mí también —soltó Emma educadamente.

—Amiga, esta casa es dos veces la mía, es totalmente sorpréndete —chilló Emma al llegar a mi habitación.

—Si, yo igual me sorprendí la primera vez que entré.