Capítulo 17

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Capítulo 17


Seguí a Chad hasta su auto, hace años que no me escapaba de clases, esto me recordaba a mi adolescencia cuando nos escapábamos de la clase de literatura juntos.

Me pregunto qué será tan grave para que Chad actúe de esa manera. ¿Emily es una ex novia secreta? Y el punto más importante, ¿Quién es el malo de esta historia?

—¿Dónde vamos Chad? —pregunté al ver que ya llevábamos varios minutos de camino.

—Vamos a mi casa, no creo que me sienta bien al terminar de relatar lo que sucedió en esos años, apenas mi mente se va allí, siento el dolor con la misma intensidad de lo que sufrí en esos tiempos, como si hubiera ocurrido ayer.

Después de lo que dijo Chad me quedé callada en todo el camino tratando de descifrar que fue lo que ocurrió en esos años, al parecer lo que sucedió entre él y Emily sucedió varios años atrás.

El camino fue sumamente incómodo y silencioso, Chad iba tenso y apretaba el manubrio con demasiada fuerza, a tal punto que sus nudillos estaban completamente blancos. Creo que comenzó a recordar ese suceso entre ellos dos.

Chad estacionó el auto frente a su casa, y se bajó directamente del auto hacia ella, yo lo seguí por detrás suyo silenciosamente. Al entrar, llegó un aroma delicioso a pastel de chocolate.

—¿Chadsito eres tú? —preguntó una voz de la cocina, que reconocí como la de Rose, la abuela de Chad, la mujer que me ayudó a encontrar el trabajo.

—¡Si abuela! —gritó Chad desde la entrada, mientras se sacaba el abrigo y lo colgaba —. También vengo acompañado de Nora.

Después de eso se escuchó un corto silencio de unos segundos, hasta que apareció Rose avanzando a paso rápido hasta donde nos encontrábamos.

—Norita cariño, tanto tiempo que no te veía, ya no pasas por aquí —exclamó Rose llegando a mi lado, mientras me estrujaba fuertemente con sus brazos.

La abuela Rose, tiende a llamar a todos con un nombre diminutivo, desde que éramos unos niños.

—Hola abuela Rose, lamento haberme desaparecido tanto tiempo por aquí, pero comencé trabajar hace unos meses.

—Si, te felicito, sabía que ibas a poder conseguir el trabajo —me felicito Rose.

—Abuela, yo subiré con Nora a mi habitación —Rose colocó una expresión picara en su rostro, por lo que Chad se corrigió rápidamente —. A hablar, no lo mal interpretes por favor.

—Yo no he malinterpretado nada, no sé qué pasa por tu cabecita, de todas formas estaré en la cocina, en dos horas más tengo turno en la biblioteca.

—Vamos —habló Chad tomando mi mano, mientras subíamos por las escaleras.

—Tranquilo, no creo que me pierda —comenté riendo al ver que aún no ha soltado mi mano.

—Oh... Claro, lo olvidé —respondió avergonzado mientras esquivaba mi mirada. Okey, ¿Por qué esto se volvió incómodo? —. Pasa —indicó Chad abriendo la puerta de su habitación al momento en que llegamos. Antes de entras suspiré preparándome para lo que iba a ver.

Cuidando al hijo del millonarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora