Capitulo 10

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Capítulo 10

—Buenos días —me saludó Alex, al momento de llegar a la cocina.

—Buenos días —le respondí sonrojada, en la cena del fin de semana pasado, la pase súper bien, con Adam y Alex, realmente yo sentía como si fuéramos una familia, pero simplemente soy solo la niñera de Adam, y quizás ellos también me ven así.

—¿Cómo la pasaste el fin de semana? —preguntó Alex.

—Bien, gracias, mi familia no está muy acostumbrada a tenerme fuera por mucho tiempo, y ¿Cómo te fue en el tuyo? —el fin de semana pasado, yo la pasé con mi familia.

—Bien, gracias, fue un fin de semana bastante diferente, gracias a que Abileen nos vino a ver.

—Oh, genial, Abileen es muy simpática —le dije.

—Bueno, es mi hermana, que se puede esperar —dijo Alex, egocéntricamente.

Yo solo rodé los ojos divertidamente, el y su ego.


—Alex, te quiero avisar, que Emma, mi mejor amiga, vendrá hoy a la casa —le avisé a Alex, antes de bajarme del auto, para ir a la universidad.

—Esta bien, no hay ningún problema —me sonrió Alex.

—Bueno, nos vemos más tarde, que te vaya bien en el trabajo —me despedí de Alex, y salí de el auto, camino a la universidad.

Estaba caminando por los pasillos, para llegar a mi salón, y en eso siento que mi celular vibra, notificando que me llegó un mensaje. Saque mi celular, mientras seguía caminando.

Emma:  Amiga!!, te tengo que contar algo súper urgente.

Nora: ¿Qué sucede?:o

Emma: Te cuento en almuerzo.

Detesto que las personas hagan eso, después me quedo todo el rato con la intriga de que era lo que me querían decir.

Seguí caminando, sumida en mis pensamientos, y en mi lado curioso, y preocupado. ¿Qué es lo que me quiere decir? ¿Algo sobre ella? O ¿Sobre mi?

¡Rayos!, ahora me quedaré con la duda todo el día.

—¡Joder! —grito la persona con la cual choque hace unos segundos, por estar distraída.

—Lo lamento —me disculpe con la persona, mientras la ayudaba a recoger sus libros y papeles, que se encontraban en el suelo.

Al observarla, me di cuenta de que era una chica, con cabello rubio ceniza, que parecía de mi edad, y tenía unos ojos verdes.

—No te preocupes, al parecer, yo igual andaba distraída.

Yo seguía ayudándola a recoger los papeles, y al observarlos más detenidamente, me di cuenta de que eran dibujos, y muy lindos, y elaborados. Yo solamente se dibujar a palitos, soy un asco en el arte, en el colegio siempre me sacaba rojos en esa asignatura.

—Me encantaron estos dibujos ¿Tú los hiciste? —le dije con los dibujos en mis manos, entregándoselos.

—Si —dijo sonrojada —. No son la gran cosa.

Cuidando al hijo del millonarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora