Negro IV.

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Canción: DIGALE - DAVID BISBAL

"Y ahora estoy aquí, buscándola de nuevo y ya no está, se fue.

Tal vez usted la ha visto dígale, que yo siempre la adoré y que nunca la olvidé, que mi vida es un desierto y muero yo de sed"

Pidio su séptima copa de la noche, Imauri no vacilo cuando decía que esa noche tomaría hasta olvidar las penas. Eikam lo acompaño para no dejar solo a su primo, pero desaprueba tal cosa. Se le quedaba viendo vigilando su semblante, que tenia tantos matices que ya no sabia quien era su primo.

- El alcohol jamas ha ayudado a olvidar, solo te sirve para revivir el dolor - le recrimina para intentar solaparlo para que deje de beber.

- Tú que sabes, jamas has tomado tanto - contraataco con voz tristona.

Se paso el liquido restante e hizo una mueca. No le importaba su primo, de hecho había ido al bar muchas veces solo, y siempre era lo mismo... pero esta vez dejo que lo acompañara por que no quería estar solo, no quería derrumbarse como siempre.

- La vida es tan injusta - musito Imauri con los ojos rojos. Apretó el puño izquierdo y cerro los ojos.

- Primo, por favor... deja de tomar, no te hace nada bien... vamonos - suplico nuevamente. - se que en el pasado hasta yo mismo te traía... pero ya ha pasado tiempo suficiente, debes salir adelante.

Imauri, se levanto y sintió como un mareo fluía a través de su cuerpo.

- Esta bien, vamonos... ya no quiero estar así - asintió.

Su primo le ayudo a salir del bar, y lo metió a su auto... el manejo y en el camino veía repetitivamente a su primo, quien ya tenia lagrimas en las mejillas.

- Te estas destruyendo a ti mismo - lo regaño nuevamente.

- Eso no importa, ya lo perdí todo. - espeto enojado.

En eso su primo freno, apago el carro y volteo a verlo, Imauri volteo a verlo con rostro de interrogación ante la repentina parada.

- ¿Sabes por que perdiste todo?... no fue todo tu culpa Imauri, deja de atormentarte... las cosas pasaron como tenían que pasar.... y el vicio fue uno de los factores para empeorarlo, y tu aun así sigues bebiendo... así la perdiste a ella, y así te estas perdiendo a ti - vocifero Eikam molesto con su primo por dejarse caer.

- ¡No lo entiendes!, ella es a quien mas amo... si ya la perdí, nada me importa. Ali era todo para mi... y nos fuimos consumiendo uno al otro - rasgo su garganta al decir eso, se había prometido no decir su nombre en voz alta, lagrimas seguían descendiendo.

- Tomar, no te ayudara a recuperarla... a ella no le gustaría verte así, y mucho menos después de lo que paso -

Al instante Imauri se cayo y lloro con mas fuerza. Se fue calmando poco a poco, entendiendo las palabras de su primo, y obligándose a si mismo a tolerar la pérdida... es cierto, ya nada puede hacer... de seguir así lo único que conseguirá sera matarse, y aunque pensó en eso varias veces jamas se lo formulo tan abiertamente... no puede hacer eso a si mismo, debe ser mas fuerte que eso. Se limpio las lagrimas y volteo con su primo.

- Tienes razón... te prometo que esta es la ultima vez que tomo... saldré adelante... lo haré - dicto con firmeza.

Por primera vez después de mucho tiempo su primo lo vio finalmente decidido, y asintió orgulloso, poniendo una mano en su hombro para brindarle valor y que supiera que no estará solo en esa lucha por tratar de salir adelante.


Llego a casa de su madre, donde esta viviendo por ahora, ya que aun no puede enfrentarse a estar sola, ya ha pasado tiempo y debería salir adelante pero simplemente no puede, así que busca refugio.

- ¿Como te fue con Nikki? - le pregunta su madre amorosamente, siempre tratándola con cuidado como si fuera de cristal.

- Normal, me obligo a ver una película para distraerme - contesto sin muchas ganas. Su pobre amiga, Nicole ha intentando por todos los medios levantarle el animo.

En eso baja Manuel, su hermano menor, quien va abrazarla inmediatamente.

- Ya estas grandote para andar de barbero - se burlo su hermana... el niño le sonrió.

- jamas estaré lo bastante grande para consentir a mi hermana mayor - respondió juguetonamente, a pesar de tener 7 años, aun sigue de consentidor.

Antes, el ver a su hermano menor siempre la hacia ponerse triste, no podía dejar de pensar en el pasado... hoy encontró refugio en su familia, y por el momento no piensa dejarlo.

Detrás de él baja una silueta masculina, que al ver a Alizbeth va directo a ella y le da un beso en la frente.

- Mi niña, tan linda... ¿como estás? - murmuro.

- Bien papá... sobreviviendo, como tu me enseñaste - contesta formando una mueca muy parecida a una sonrisa.

Blanco y Negro. (Vondy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora