Blanco XI.

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Canción: AMOR DEL BUENO – REYLI

"Y nadie lo buscaba y nadie lo planeo así  en el destino estaba que fueras para mi"

Las lunas de miel no son eternas, desgraciadamente. Luego de una semana en el paraíso, la joven pareja debe marcharse de vuelta a la realidad.

¡Como extrañaran esa isla! ... les brindo la oportunidad de acercarse y acoplarse mas como pareja y como amantes. Las fotos no faltaron y esas quedaran en el álbum que desean llenar.

Sus familias los esperan en el aeropuerto para la bienvenida... felices de encontrarse nuevamente con ellos.

- Tenemos que organizar una comida de bienvenida - dicta Liliana entusiasta.

Imauri y Alizbeth aun están en la burbuja de felicidad, así que no negaron nada.
Después de platicas y risas... Alizbeth e Imauri se fueron a su casa... esa casa que compraron pocos días antes de la boda con la herencia de Imauri, la cual Liliana apenas le entrego el resto como estipulo su ex esposo... solo la vieron una vez y fue suficiente para aceptarla como hogar.

- Uy, veo que faltan muchas cosas - opina ella viendo la poca infraestructura que habita en el sitio.

- Mañana iremos a comprar lo que falta... ahora a descansar - le susurra al oído, pues la abraza.

Si, su familia acabo con gran parte del día... siendo las 10 de la noche, no pueden hacer otra cosa que irse a la cama. Cada quien hace su rutina posterior al sueño, y cuando se meten entre las sabanas, voltean a verse y se ríen.

- ¿Sera la primera noche luego de la boda que no hagamos nada? - interroga el, quien se burla de su esposa... ya que es ella quien se negó a salir de cama en los días restantes, solo en un par de ocasiones.

- Estoy tan cansada... no eh dormido bien en estos días, ¿usted sabe por que? - murmura muy cerca de el. Imauri le acaricia el brazo.

- Creo tener una ligera idea - vacila.



Al otro día... muy temprano, Alizbeth obligo a su marido a levantarse. Se metieron a bañar, y desayunaron solo una dona glaseada cada uno y café, siendo que ni siquiera la alacena la han llenado.
Partieron en un solo coche.

- Nuestra herencia se termino - a ella le gusto que dijera "nuestra herencia" - Y no podemos depender de lo que nuestros padres nos den... así que en esta misma semana inicio con el trabajo que me ofreció Jesús - comparte con su esposa.

Eso ya lo habían hablado. Ellos con sus ahorros pagaron gran parte de la boda, pero sus familias cooperaron. La casa y muebles con la herencia, y Jesenia y los padres de Imauri les obsequiaron la luna de miel. Los muebles que faltan los sacaran a crédito.

- Yo también quiero trabajar -

- No, eso si que no señora... usted se dedica a su tesis primero... ya después, decides - propone amablemente. Alizbeth sonríe y eso la hace pensar en su tesis inconclusa.

Les llevo toda la mañana y casi toda la tarde en compras. Desde lo mas grande como lo es una lavadora, hasta algo sencillo como lo es un cenicero. Iban y venían de tienda en tienda buscando, catalogando, opinando, comprando...

Fue más que cansado... satisfactorio, por que compartir con tu pareja la compra para armonizar su hogar, es la cereza del pastel. Aprovecharon para comer y no dejan de mimarse. Sus ojos proyectando alegría, sus manos pidiendo cariño, sus sonrisas compartidas, su piel desporando amor.

- ¿Sera todo? - cuestiona ella sentándose a descansar junto a el, tomándole la mano.

- Si no, podemos volver... es divertido venir de compras contigo - revela Imauri.

- Pense que como todo hombre, te aburrirías - Vacila, recordando las discusiones elocuentes de distinciones de hombres y mujeres que ellos siempre sacan a la luz.

- Quizá mas adelante... mientras, no puedo desaprovechar ni un segundo lejos de ti - vacila sonriendo. Alizbeth también sonríe y lo besa.

- Vamos a casa... te espera tu primera lección de cocina -


Fue un desastre... muy divertido. Las cosas que se pudieron llevar las dejaron en la sala, y se disponen a hacer la cena con la despensa que trajeron. Alizbeth saco todo para hacer hotcake... instruyo a su marido como hacer la mezcla, pero terminaron llenos de harina, ya que ella le tiro un poco, luego el y así sucesivamente.

- No sirvo para la cocina - admite cuando se rindió y Alizbeth los preparo, ahora ya están cenando muy a gusto.

- Mi reto sera enseñarte a cocinar, aunque sea huevos revueltos - se burla.


Blanco y Negro. (Vondy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora