Blanco y Negro. (Vondy)

Negro VII.

Canción: EL TIEMPO DE TI - PLAYA LIMBO

"Y no puedo volar si no están tus pasos y sientas la brisa en tu rostro y te mojes de mí"

Su llamada la tomo desprevenida. Sabe que no tiene nada contra ella, pero Alizbeth no le había llamado desde hace tiempo. Se reunió con ella llegando incluso antes de la hora indicada. ¿Sera que desea arreglar los problemas?... si claro, como si se tratara de un asunto cualquiera, al instante se entristeció... no solo su hijo y ella sufrieron, si no que ella y sus familias también. Diviso su cabello color uva aunque ya tiene la raíz, se ha descuidado bastante y lleva lentes de sol. De nuevo había estado llorando.

- Ali, cariño - se levanto a abrazarla. Se quedaron así un rato, cuanta falta les hacia ese abrazo.

- Gracias por venir - su voz sonó tan apagada, siempre igual. Les llevaron la carta del menú, Alizbeth solo pidió té, ya no pide café... y piensa que jamas lo hará.

- Debes comer algo... estas muy delgada - observa Liliana al verla, claro, perdió peso rápidamente... y la depresión fue la segunda causante de eso.

- Estoy bien, al menos físicamente... escucha, traje algo - indica levantando la bolsa.

Liliana ya se había percatado de la bolsa, mas no dijo nada al respecto. Alizbeth se quito los lentes para ponérselos encima de su cabeza, su cabello lo tiene recogido en una coleta, no se lo suelta desde hace mucho tiempo.

- Son cosas... que no deseo tirarlas, pero no quiero tenerlas conmigo... quiero que te las quedes tú - dicto tratando de que el nudo en la garganta no se hiciera mas grande.

Había pensado en dárselas a su madre, sin embargo en vista de que vive con ella, en cualquier acto de debilidad las buscara. No quiere ser agresiva y mandárselas a Imauri, sabe que el también sufriría por tenerlas. Liliana toma la bolsa, y la abre un poco... en cuanto ve un peluche la cierra inmediatamente, ya sabe cuales cosas son.

- ¿Estás segura? - pregunto dolida.

- Si... no es fácil para nada sobrevivir en este momento... sin embargo creo que poco a poco, lograre deshacerme de mi dolor y salir adelante.

Su ex suegra se acerco y le tomo la mano, viéndola resignada. No tiene idea de como comenzar, quería decirle que intentaran hablar de nuevo... pero la ultima vez que lo pidió, todo resulto peor. No hay remedio, no hay vuelta de hoja... su relación ha terminado.



Apago su tercer cigarro en lo que va de la mañana... vio a su alrededor, la televisión no lo distrae, nisiquiera el ruido de su celular anunciando un nuevo mensaje de voz, debe ser de su madre, quien le llama a cada rato, pero el contesta solo una de las diez veces que le llama. Imauri esta sentado al borde del sillón, con varias cosas tiradas y otras regadas. Su comedor lleno de losa y comida echada a perder... su madre es quien se encarga de traer a una señora a limpiar. El simplemente no puede ni con su alma, y no le importa vivir así... total, ya perdió todo.

- ¿Por qué? - pregunta con voz nítida para si mismo.

Algunos días amanece mejor, prometiéndose que saldrá adelante y dejara todo atrás... otros días amanece normal, llama a su madre y amigos, sale un poco... y otros amanece mal, como hoy...

Suspira fuertemente, no quiere dejarse caer... aunque ha luchado con todas sus fuerzas y no ha podido. El llanto se apodero de el, volteo hacia el pequeño armario... se levanto como pudo y lo abrió... a un lado existe un ladrillo flojo, al quitarlo una caja saco. No quería abrirla, por que sabe que pasara, no le importo.
Había fotos... que inmediatamente al verlas lloro, acaricio repetidas veces todas las fotos... y al final, había un anillo. El lo sostuvo.

- ¡Maldición! - estallo aventandolo... empezó a aventar todo lo que se encontraba. Al final cayo de rodillas, una foto se deslizo hasta él...

La vio por largo rato... en eso sonó de nuevo su celular, esta vez estando más cerca, lo tomo y sin ver la pantalla contesto.

- Si -

- Imauri... te llame a escondidas - reconoció de inmediato esa voz y todo se le fue abajo. - Te extraño.

- Chaparro, yo también - dice con voz queda.

- Creo que ya no nos veremos, ¿verdad? - Manuel, el hermano menor de Alizbeth siempre le guardo un gran cariño, e Imauri también.

- No lo se - balbució indeciso.

- Tengo que colgar, Ali acaba de llegar... adiós -

Al mencionar su nombre, una descarga lo recorrió. Le habría querido gritar que se la pasara, pero las platicas por teléfono jamas les había gusto a ninguno, aunque lo prefirieron en varias ocasiones, al menos si deseas escapar puedes colgar, en cambio en persona no hay donde esconderse.

Imauri quedo mal con la llamada, no solo perdió a Alizbeth también a su familia... a la familia política que había aceptado gustoso.