Blanco IV.

211 27 2
                                    

Canción:  SABES – REIK

"Como aguja en un pajar, te busqué sin cesar, como huella en el marTan dificil de hallarTanto tiempo busqué, pero al fin te encontré tan perfecta como te imaginé"

El no vacilo cuando dijo que le llamaría, al día siguiente le llego un mensaje invitándola a un café... ella sonrió ante la posdata "prometo no derramártelo encima"... le contesto que ahí estaría.
Le pidió permiso a su madre.

- ¿Es el chico con quien fueron al cine? - cuestiona Jesenia.

- Así es, iré a tomar un café - explica tomando una galleta de la mesa, su madre suspiro.

- De acuerdo, pero ve con cuidado - la vio de tal forma que Alizbeth sabe por que lo hace.

De inmediato subió a arreglarse.



- ¿A donde tan guapo? - Escucha que le preguntan detrás de el.

Imauri sigue acomodándose el cabello frente al espejo, ve a traves de el a su madre, le sonrie.

- Jaldre a tomar algo - contesta.

Su madre, Liliana hace una expresión de complicidad, se acerca a el.

- Se puede saber, ¿con quien? -

Tiene una gran relación con su madre, a decir verdad es su mejor amiga. Aunque le gusta gastarle bromas.

- Se dice el pecado no el pecador - vacila con ella.

Listo, esta preparado para salir, Liliana abre la boca, luego la cierra y la vuelve a abrir.

- ¿No me dirás? - formula inocente.

- Adiós, te quiero - le da un beso rápido en la mejilla y se va, Liliana se queda cruzada de brazos, no molesta solo jugando.



Llego puntual a la cita, no le gusta esperar y no le gusta que la hagan esperar... por fortuna el llego solo con dos minutos de diferencia.

- Hola, ¿que tal? ¿entramos? -

Ambos pasaron a una mesa. Alizbeth esta nerviosa, pero poco a poco esos nervios se disiparon conforme hablaban, parecían ellos mismos y la fluidez de su vocabulario se dejo ir al natural, como si ella estuviera echa para escucharlo, como si el estuviera para hablarle, como si ella estuviera echa para hablarle, como si el estuviera echo para escucharla...

- No puedo creerlo, se me ha pasado el tiempo volando - expresa ella al ver la hora.

- No se tu, pero yo me la estoy pasando increíble, jamas había conocido a una chica con tan buen sentido del humor - comparte el formando una sonrisa tan encantadora que hacia a Alizbeth no poder encontrar la vía para respirar.

- Yo también la estoy pasando bien, Eikam es saltarin y energético, pero tu eres distinto... extrovertido pero reservado a la vez... - lo describe - raro en un hombre.

- Bah, habemos muchos, solo que ustedes no se dan cuenta - continua otro tema de conversación.

Ella tomo el popote y lo giro entorno al frappe que tiene delante, es un habito que jamas se le quita y el no lo paso por alto.

- Puede ser, pero ustedes los hombres opinan que las mujeres hablamos mucho, ustedes también lo hacen - replico.

- ¿Es una forma sutil de decir que me calle? - bromeo el según ofendido.

- Es una forma de iniciar una guerra de sexos - vacila ella ocasionando que ambos se rían.

Ambos voltean y ven una pareja de enamorados dándose un beso con ternura... esa escena hizo que se les pusiera la piel chinita y sin quererlo se ven a los labios, sintiendo unos leves puntos en ellos deseando tocar los del otro. Ambos tuvieron que aclarar su garganta y pensar arduamente en restaurar el tema de conversación antes de cometer el atrevimiento.

- Si hablamos de diferentes - prosigue el - Ustedes son complicadas, tardan mil años en decidir que ropa comprar

- Lo sé, ¿como es que es tan sencillo para ustedes? tardan media hora al ir de compras y nosotros ¡todo el día! - exclama.

- Quizá por que no hay muchas opciones... pantalon y playera, en cambio ustedes: faldas, vestidos, shorts, blusas, playeras, capri y no se que mas - se burla.

Luego el vio de nuevo el reloj.

- ¿Ya debes irte? - cuestiona ella creyendo que podría estarlo retrasando en algo.

- Mas bien esta viendo si no es demasiado tarde para invitarte a otro lugar - Lo pensó un momento mientras ella sonríe.

- Soy toda oídos -

--

- No... jamas lo haré - se empieza a negar apenas lo ve.

- Vamos, yo me subiré contigo, no pasa nada... no muerde - explica.

Ella ve al animal, no es que no le guste si no mas bien que le teme. Imauri la había llevado a unas caballerizas a las afueras de la ciudad, se mordió el labio al comprender que no debió aceptar.

- Yo te cuidare, te lo prometo Uvita - juro estirando su mano para ayudarla a subir.

Ella dudo y se negó al inicio, sin embargo al ver esos ojos cálidos que la atraparon... no podía negarse.

- Si me caigo... - amenaza.

- No lo harás, soy buen jinete -

- Presumido - se burla, el se ríe.

A partir de ese momento, la confianza se depositó en ellos... de alguna manera todo esta resultando de maravilla, congenian muy bien. Imauri ama a las mujeres con buen sentido del humor y físicamente su cabello y unas lindas piernas son su debilidad. Por parte de Alizbeth ama a los hombres seguros, amables y divertidos, físicamente un buen trasero siempre le llama la atención.

Blanco y Negro. (Vondy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora