Con el aire contenido en mi pecho veo pasar los capítulos anteriores solo prestando atención a las fechas... 2016... El año en que empecé con este pequeño libro...
Nunca me imaginé que a estas alturas de la vida no lo halla terminado. Y cuando empecé me decía a mí mismo que tendría por lo menos 100 capítulos. Mi yo del pasado me vería con profunda decepción al ver que apenas estoy en el 25.
En fin... A pasado tanto desde la última vez que escribí en este libro... Tantas cosas que necesito contar, tanto que llevo cargando desde mi última actualización... Pero sin embargo nunca busque a alguien quién me escuchase. Así volví aquí. Al viejo hombro que yo mismo fabrique que es más cómodo que 100 almohadas de terciopelo y más confiable que el sol. Con pañuelos infinitos.
Desde la última actualización la vida se a ido de las manos dejandome a la deriva sin saber cómo respirar y mucho menos escapar.
No logre entrar a la universidad. Lo cual hizo que me hundiera profundamente en un abismo en cual ya había estado antes. Pero nunca había visto que tenía más profundidad de la que le conocía. De verdad deseaba ir a la universidad era un sueño para mí... Un sueño que termino siendo pisoteado. Pisoteado por todos. Y yo sin poder aguantar más me deje vencer bajo ese sueño roto, quebrantandome con el.
Mis padres al ver que yo no había quedado en ninguna universidad no tuvieron otro remedio más que mandarme a trabajar. A mis escasos 18 años sentía que ese no era mi lugar.
Pero también a esos escaso 18 años ya había aniquilado a mi corazón, dejándolo en el fondo de aquel abismo sin energías para regresar a mi.
Mi primer trabajo fue en una tienda de ropa; todo era de los más normal. Incluso escribí este capítulo el cual nunca fue lanzado ya que mi teléfono en ese entonces dejo de funcionar y las notas se perdieron esa memoria. Lo que acontecía que yo escribiera en la hora de comida era que odiaba ese trabajo, odiaba mi existencia, odiaba ir todos los días por no tener una universidad a donde huir.
Poco a poco mi vitalidad se fue apagando en esa tienda ya que al ser mi primer trabajo me di cuenta de que la gente en los trabajos no tenían amigos, no tenían con quien salir, no tenían con quien conversar. La vida de esas personas solo era de sus casas al trabajo y del trabajo a sus casa. Todo en una monótona rutina que me daba mucho en que pensar acerca de mis amistades. Después de unos meses entro una chica la cual desde su primera semana nos hicimos muy buenos amigos. Su nombre es Angelica. Es graciosa y muy segura de quien es. Aún recuerdo cuando estábamos entre los pasillos de aquella tienda y reíamos todo el día. Pero el gerente y el encargado tenían una espina con nosotros. Siempre que platicábamos uno de los dos ya estaba sobre nosotros para separarnos, era bastante molesto, ya que nosotros nos juntabamos todo el día y ellos estaban todo el día detrás de nosotros como si les enfermara una buena amistad.
Terminé renunciando por un viaje a Monterrey ya que no me dieron los días que pedía para ir al viaje. Ese viaje fue una liberación de un peso que era el de perder vitalidad, pero por otro lado mi cara no había cambiado ya que aunque recuperaba vitalidad a cada kilómetro que recorríamos mi corazón y sentimientos y emociones ceguian apagados por lo que no pasó mucho en mí cabeza por ese corto viaje ya que también había apagado mi cerebro al enterarme que también estaba haciendo una súbita colaboración para mantenerme en ese estado, así que decidí apagarlo.
Aunque lo que más me gustó del viaje y por qué aún tengo fotos mentales de ello era de los paisajes de la carretera, los infinita carretera, las desoladas y enormes gasolineras con tiendas de autoservicio aún lado es de los recuerdos más gratos que tengo de ese último viaje.
Regrese a la ciudad dispuesto a tomarme unos días de asueto lo cual hice sin pensarlo dos veces. Mi madre que ya estaba un poco arta de verme sin hacer nada en casa, durmiendo y despertando más que tarde todos los días decidido empezar a presionarme para que viera trabajo, lo cual no tarde en hacer, un día ella me dijo que vio un anuncio en la red de un call center. Ni tarde ni perezoso fui ese mismo día para no estar escuchando sus quejas para que me mueva. Salí de casa hacia ese lugar apenas con una pluma y una vaga nocion de saber dónde estaba ese lugar, al final di con el lugar. Me di cuenta que estaba cerca de la zona de bares del centro así que fui ahí esperando encontrar anuncios de trabajo, no vi ninguno desafortunadamente, ya que previo a eso tenía ganas de un trabajo nocturno de ese tipo. Pase 3 días en capacitación para el call center, salía temprano a las 7 ya estaba fuera y libre para volver a casa lo cual los tres días fueron para darme una vuelta en los alrededores de las colonias que estaban por ahí. Era la zona céntrica justo a un lado de la avenida de reforma; así que había casas y departamentos algo costosos; no fue hasta que la última noche vi una tienda de auto servicio bastante bonita y llamativa con un anuncio en una de las puertas que solicitaban personal. Sin dudar tome una foto al cartel y mandé un mensaje de WhatsApp al número que venía en el anuncio.
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BADLANDS
RandomCreé este pequeño espacio para decir lo que pienso y lo que digo que tal vez lo que no me atrevo a decir por ser educado o no buscarme problemas. Quien lo lea, gracias por leer y tomarse el tiempo para leer algo que a muchos no les importaría en lo...