Side B.

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Las estrellas, cubren mi cuerpo, nublan mi mente, queman mis ojos, obstruyen mi garganta, cantan dulces canciones de amor eterno que dicen mi nombre y deshacen mis huellas dactilares.

Lo hacen tan suavemente que podría jurar sentir placer al morir de esta manera.

Mi cadáver desfigurado e irreconocible será caracterizado por el único vestigio visible; una sonrisa.

Mientras mis familiares y amigos contarán anécdotas de como con esa misma sonrisa recolectaba flores y dormía en troncos en forma de regazos junto a cisnes blancos que posan a mis pies.

Desde que era consciente de mi existencia tenía nociones de mi capacidad de amar; eran sentimientos tan intensos que no correspondían a mi edad, de eso estoy seguro. No había día en que no pensara en derramar mi amor en alguien y las mil y un formas que tenía para hacerlo. Se podría decir que vivía para eso, el pensar a amar alguien tan intensamente, a tal grado de ahogar y sofocar, era el pan de cada día en mi mente y por lo tanto, esos pensamientos fueron tan naturales como respirar.

Asaltando miradas en las esquinas, buscando señales de correspondencia, fue parte de mi infancia.

Era obvio que tenía más desarrollada está parte de mi conciencia, y desarrolle más habilidades de madurez y conocimiento para lograr mi cometido, lo que nunca supe es que fue la pérdida de tiempo más grande de mi vida.
Mientras la gente de mi edad se consentraba en juegos, amigos y risas, yo me consentraba en amar a alguien.

Mi papel era simple, pero a la vez complicado. Tenía que ser el espectador primero para enfocarme en posibles partidos, pero era complicado por la edad que tenía ("¿Quién quiera estar con un niño de apenas unos cuantos años?") Empezando por esa pregunta era suficiente razón para detenerme y enfocarme en lo que de verdad importaba en ese entonces. Pero era un instituto involuntario "de fábrica" por así decirlo.

Solía hacer diferentes escenarios en mi mente de amores platónicos, correspondientes e imposibles, tenía tanta imaginación como cabellos en mi cabeza para estos casos, era una manera útil para liberar dopamina, pero también una manera útil de llevarme a la hipersensibilidad y la locura.

Jamás imaginé que sería una de las perdidas más grandes de mi tiempo, jamás imaginé que el deseo de amar y el agujero obscuro que tenía en el pecho serían la combinación perfecta para mantenerme quieto en un lugar, metafóricamente en una cama, desdichadamente en un mar obscuro, turbio y tormentoso en mi mente.

Sentimientos tan fuertes que luchaban por predominar en mi cuerpo, mientras yo solo volteaba al ojo del huracán esperando a ser despedazado por la corriente de aire.

Desde mi metamorfosis hace un par de años no e echo otra cosa más que evolucionar, darme cuenta de lo corta y vacía que puede ser la vida si solo me quedo como un saco de huesos esperando el día de mi muerte.

Me e aventurado al Mundo del amor de nuevo, a sido interesante mi experiencia y evolución, las sensaciones y sentimientos reverdecen con la persona indicada, es como si en todo este tiempo mi propósito nunca fue en vano, como si todo se hubiese acomodado para no sufrir entidad más profundas que las que ya tenía... Como si el mundo hubiese conspirado en mi contra desde mi punto de vista.
Pero siempre fue a mí favor.
Eligiendo el momento exacto para salir a flote con madures y experiencia necesaria para manejarme a mí y a otra persona.
Una operación sumamente difícil pero entendible a este punto de mi vida.

Las palabras en inglés "Fall in love" tienen mucho sentido ahora. Tienes que caer, no puedes elevarte, no puedes retroceder o seguir en amor... Tienes que caer, una parte de ti tiene que caer para que esto funcione.
En mi caso los muros de hielo que coloque en mi bien amado corazón van cayendo, uno a uno. Lo noto por mis nuevos e inesperados episodios de sensibilidad; nunca antes en mi vida había sido tan sensible, paranoico y desconfiado. Producto de la sensibilidad obviamente.

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