143. PIA

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A pesar de todo, levantarme a su lado era extraño. Era una sensación que así mismo conocia, pero no dejaba de ser extraña.

Despues de todos los años juntos.

Despues de todos los momentos vividos.

Y aun así, tenerlo a mi lado era extraño.

Me retorcí en la cama, cubriéndome hasta el cuello con el nórdico. Donghae estaba a mi lado, a mi izquierda, cara a cara conmigo, profundamente dormido. Si volvíamos a estar juntos, deberiamos elegir definitivamente nuestro lado de la cama. Eso es lo que hacen las parejas de verdad. Las que están juntas.

Sonreí, mirando como con lentitud unas arruguitas aparecían en torno a sus ojos y a la comisura de sus labios, para despues sonreír. Me pregunté que soñaba, si conmigo o con Yun. O tal vez con su padre, quien sabe.

Donghae gruño y despues empapo sus labios con saliba al haber pasado su húmeda lengua por ellos. Me acerque a el, acaricié su mejilla con el dorso de mi mano, para despues hundirla en el cabello de su nuca y agarrarlo. Mi mano se hundió completamente en su frondoso cabello. Pegue mi frente a la suya y Donghae sonrió. Bese la punta de su nariz, y este se estremeció ligeramente, sonriendo de nuevo. Estaba despierto, pero seguramente no le apetecía abrir los ojos. Hundí aun mas mi mano en su cabello y la retorcí, enredando mis dedos en su pelo.

Donghae se alzó ligeramente y se acurruco aun mas contra mi, apoyando su frente contra mi nuez, colocando su cabeza bajo mi barbilla.

- Buenos días- susurré

- Buenos días- balbuceó este tras besar mi cuello. Donghae alzo un brazo y me rodeo en pecho con el- Que hora es?

- Lo suficientemente pronto para estar así, y lo suficientemente tarde para aun estar en la cama- susurre. Este sonrió y se acurruco aun mas contra mi. Ya no existía milímetro de nuestros cuerpos que no estuviese contra el otro.

- Hay algo que hacer hoy?

- Nada. Absolutamente nada- dije besándole la cabeza.

Donghae gruño de nuevo y volvió a besar mi cuello, descendiendo poco a poco llegando hasta el comienzo de mi pectoral.

- Donghae, no tenemos condones- dije, sin poder eliminar la sonrisilla picara de mis labios.

- Nadie ha dicho que los vayamos a utilizar.- Dijo, y con un brazo, cubrió su cabeza con el nórdico y descendió bajo el hasta llegar a mi cadera, estirando los pantalones de mi pijama hasta mis rodillas.

- Donghae por favor!- Reí, levantando el nórdico para mirar que hacia bajo el.

Algo bastante obvio.

Poco despues mi teléfono comenzó a sonar, aunque no le preste atención. Estaba demasiado ocupado en disfrutar lo que Donghae me hacia allí abajo. El telefono volvio a sonar y de nuevo, no lo cogí. La quinta vez que llamaron, lo agarre para saber quien era tan sumamente pesado. Era Leeteuk.

- Donghae, Donghae!- exclamé, agarrándole la mandíbula para que dejase de hacerme la felación- Es Leeteuk, para. - Donghae se puso de rodillas a la misma altura de mi cuerpo donde estaba antes. Miro el teléfono, me miro a mi, y se sentó cómodamente resoplando.

Descolgué.

- Leeteuk, que ocurre?

- Donde cojones estabas? Aun estas durmiendo?

- No, no, estaba en la ducha.-mentí- Por que? que pasa?

- Me he enterado de algo y creo que deberías saberlo.

Dreams Fulfilled (Parte 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora