Capítulo 4

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No había dormido porque temía soñar con algo que me hiciera renunciar a mi plan. Tengo miedo, creo que más miedo que nunca.
Eran las 3 de la mañana y mis compañeras estaban profundamente dormidas.
Era hora de actuar.
Me levanto en silencio y me pongo mi traje de combate lo más cuidadosamente posible, saco mi mochila de debajo de la cama y me la pongo en la espalda.
Como armas tengo a Carol bien cargada por si me descubren, una daga que nombré Rachel y una espada llamada Finn( mucho Glee ).
Salgo de la cabaña y suspiro aliviada.
Misión de no despertarlas está completa.
Ahora lo siguiente: salir del perímetro del campamento sin dar el aviso.
Voy a la Cabaña de Control de Fronteras( yo no le puse el nombre, ya sé que es un asco) y abro la puerta sigilosamente. Allí adentro solo hay un guardia y está roncando y babeando en una pose muy foco profesional, sentado en una silla giratoria frente a varios hologramas que son como pantallas de computadora que muestran escenas del
bosque nevado. No debe de haber sido tan difícil para Katy desactivar esos hechizos y no ser vista. Como el guardia ya estaba dormido, bueno, no tuve que " hacerlo dormir".
Tenía que esperar a que hubiera una "falla" en algún holograma( sería Katy desactivando alguna protección) y entonces coger la mano del guardia y posicionarla frente al sensor para que se desactivara el alerta de salida( el alerta, no la barrera. Ella seguiría allí y no dejaría entrar a nadie del Ejército Oscuro).
Me siento para esperar a que ocurra.
10 minutos, 20 minutos, 30 minutos... Y una de las pantallas de pone negra. El guardia sigue dormido y ni advierte que alguien ha violado la seguridad.
Qué imbécil.
Me levanto, muevo su mano y la pongo sobre el sensor. No despierta.
Salgo de la cabaña y me dirijo a la zona donde mostraba el holograma malogrado con todo el sigilo que puedo. Me siento como un gato.
Salgo del perímetro y siento una sensación rara en el estómago cuando paso la barrera. Ninguna alarma suena y sé que hasta ahí mi plan funciona. Camino unos pasos y la veo. Katy también tiene traje de combate y está tarareando la primera canción que cantamos juntas: I will survive . Se me encoge el corazón y por un momento olvido lo que me hizo, pero solo un momento.
Me doy cuenta de que no estoy escondida y busco un lugar. No lo encuentro. Todos los árboles no tienen hojas y Katy se volteará a cualquier momento y me verá. Eso no puede ocurrir.
Me tiro detrás de un arbusto sin hojas, pero no es lo suficientemente. Me va a ver.
Me entra el pánico. Si me ve, el plan no va a funcionar y si el plan no funciona perdemos la guerra.
Eso no puede ocurrir.
De repente hojas verdes comienzan a crecer del tallo sin vida del arbusto y lo mismo ocurre con los árboles de alrededor. Siento esa euforia que siento cada vez que hago magia, pero yo no lo hice. No puedo hacer magia de tierra, eso sería cosa de Ares y aún así le exigiría gran esfuerzo¿ estaría él por ahí? Seguro que no, porque si estuviera dejaría que Katy me matara. Él me odia por lo que le hice a Laura y por otras razones más. Parece que nunca estamos de acuerdo en nada. Es incómoda la situación.
Katy se voltea y se sorprende al ver a los árboles llenos de hojas. Su cara de sorpresa es de retrasada. Casi río.
Camina hacia mi arbusto con el arco listo para disparar. Ahora luce concentrada y tiene cierto parecido con la diosa griega Artemisa, con la luna llena detrás de ella y el arco tenso.
Voltea la cabeza y me ve. Tengo esperanzas de que no dispare, pero lo hace.
Cierro los ojos.

SIBERIA 2: La espinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora