Después que Miranda se enteró que su primera hija era "normal" y que estaba muy cerca de ella comenzó a ser otra persona, pues permanecía nerviosa, todo le estresada y para ella ahora todos eran sus enemigos, hasta sus propias hermanas.
Mientas que, por el lado de Susan, las cosas eran mucho más complicadas, pues las gemelitas habían muerto en el vientre de Karina a causa de un disgusto con Susan, quien, muy asustada, alterada y sobre todo culpable no se perdonaba que sus hermanitas hubiésen muerto por su culpa.
Justo al llegar al hospital el doctor que atendía a Karina le dijo las verdaderas razones del porqué se habían muerto las dos pequeñas y no precisamente había sido por la discusión con Susan.
Realmente ella NO podía tener hijos desde el principio a causa de una enfermedad incurable en su útero el cual era tan seco como una vieja pasa de uva.
Esa noticia hizo que Susan se sintiera aún más confundida acerca de su parentesco con ellos dos, pues, si no podían tener hijos ¿De dónde había salido ella?
Esta clase de dudas la invadieron por mucho tiempo, pues de la nada, un día nuevamente en clases, comenzó a recordar más fragmentos de su infancia frustrada, pero esta vez los recuerdos eran exactamente iguales a aquella voz, los de aquella mujer misteriosa pero aún muchísimo más entendible que antes.
Esta mujer tenía la voz tan dulce como una especie de calmante natural espiritualista y lo que claramente esta decía era:
"Mi vida, mi pequeña ilusión, no voy a separarme de ti jamás, MAMÁ te va a proteger".
"No quiero saber nada de esa niña nunca más en mi vida, que nazca al lado de sus padres falsos, yo no voy a tener a un engendro".
Justo en ese momento de lágrimas y punzadas al corazón Susan se alteró demasiado hasta el punto de caer al suelo de rodillas mirando hacia el infinito con un dolor quemante en el pecho, pues esa era certeramente la voz de la profesora Miranda Cortés Ortíz.
Por esos instantes no le sucedió nada, al menos por el momento, pues decidida, se dirigió a la oficina de esa mujer proponiéndose sacarse de una vez su gran duda, pues si resultaba ser su madre biológica ella la amaría como a nada en el mundo, ya que la misma Susan tenía el corazón de oro.
Completamente nerviosa se atrevió a preguntarle de una sola vez, y para su desagradable sorpresa Miranda lo negó todo, y le dijo que jamás la había visto en su vida; Esto causó que Susan se enfureciera muchísimo con ella, hasta el punto en que peligrosamente alterada llegó a apodarla "La Bruja" frente a ella y casi todo el colegio.
La única y dolorosa verdad era que Miranda había jurado un día que jamás buscaría a su pequeña nuevamente, pues era parte de su oscuro pasado y por órdenes de la corte impuestas por Karina y Rigoberto en el año dos mil si ella le decía la verdad o la niña se le acercaba iría presa.
Como Miranda no quería por nada del mundo ir a la cárcel y dejar a su familia a la intemperie tuvo que negarlo todo para protegerse y proteger a su actual familia, sin saber que su primera hija estaba muy pero muy enferma, y cada vez su corazón empeoraba.
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Proceso para destruir mi alma©
Non-FictionEsta historia es para reflexionar acerca de las muchas cosas que pasan en nuestras vidas y no les tomamos la suficiente importancia. ¿Cómo una persona puede influir en nuestra vida hasta hacernos miserables? O por el otro lado, ¿Cómo la persona que...