Después que Miranda empezara a odiar de nuevo a su hija las cosas cambiaron, pues ahora, ella estaba completamente sola en su solitaria casa ya que, ahora sus hijos y esposo se habían ido, y su madre "Harriet" estaba de nuevo en el hospital a causa de un infarto fulminate.
En cuanto a Susan, ella no se podía sacar de la cabeza que esa voz era la de esa señora, su profesora de artes escénicas, a quien también sus sentimientos de odio y dolor eran mútuos.
La pobre psicóloga le insistía a Susan que se olvidara para siempre de esos locos sueños, pues decía que era casi "imposible" que pudiera recordar fragmentos de su vida mucho antes de nacer.
Pero, como Dios es perfecto, hizo que, por algún motivo desconocido Abril recordara uno de los momentos más tétricos de esa "loca" historia, pues en algún instante hacía ya quince años atrás ella había visto a Miranda embarazada a sus apenas quince años, ya que ellas dos habían sido compañeras de la secundaria en aquella época trágica.
Al recordar esto, no supo como contenerse de la rabia y la desesperación, pues recordó como cruelmente Miranda había rechazado a su bebita por haber nacido "mal".
Justo ahí, recapacitó de los sueños que Susan tenía y de las cosas tan horribles que había logrado imaginar, pues por un lado distinto pensó en la pobre de Susan, quien sufriría aún más si se enteraba de la más reciente verdad.
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Proceso para destruir mi alma©
Non-FictionEsta historia es para reflexionar acerca de las muchas cosas que pasan en nuestras vidas y no les tomamos la suficiente importancia. ¿Cómo una persona puede influir en nuestra vida hasta hacernos miserables? O por el otro lado, ¿Cómo la persona que...