Justo después de que Susan saliera del hospital debía de regresar a su triste, deprimente y solitario hogar de nuevo y, para su desagradable sorpresa sus padres no habían notado su ausencia durante días enteros, pues estaban tan ocupados llorando aún por la muerte de sus hijas que no notaron que Susan había estado realmente grave.
Sin que nadie se diera cuenta, una de las psicólogas del hospital observó y estudió a fondo la situación de Susan y decidió seguirla hasta su oscuro hogar sin que ésta se diera cuenta, y, al llegar, descubrió lo que en algún momento llegó a sospechar.
Al llegar Susan a su decrépita casa, Karina la agarró del cabello fuertemente y de su brazo bruscamente halándola hacia adentro de la casa; En cuanto a Rigoberto, él la agarró a golpes brutalmente.
Ahí, la pobre de Susan lloraba desconsoladamente, y se seguía preguntando el ¿Porqué de todas sus desgracias?
A lo que esos dementes desgraciados respondieron:
—Inútil, bestia inmunda asesina, ¿Porqué mataste a tus hermanas, qué te hicieron ellas para que las mataras, ehh? —preguntó Karina locamente desesperada.
—¿Porqué llegas tan tarde? ¿Andabas revolcándote con algún hombre o de vaga por ahí rayando las paredes? —preguntó Rigoberto igual de demente mirando fijamente a los ojos de Susan.
—¡¡Ohh!! —exclamó Susan completamente indignada.
Esa clase de punzantes preguntas Susan no podía creer que se las estuvieran diciendo sus propios padres, pues ella en el fondo los amaba muchísimo ya que al fin y al cabo ellos dos "Le habían obsequiado el don de la vida" hace casi diecisiete años atrás.
Justo en el momento en que Karina y Rigoberto le iban a lastimar como castigo con un jarrón de vidrio enorme intervino inmediatamente la pobre y ahora perturbada psicóloga, quien igualmente indignada por lo anterior visto tomó del brazo lastimado a Susan y les hizo jurar a sus "padres" que jamás pero jamás la volverían a lastimar si ella estaba ahí para protegerla junto a la ley de su país y un buen juez a cargo.
—¿Pero qué cosa?—¿Qué fue lo que vi?—¿Desde cuando hacen sufrir así a esta pobre pequeña?—Tu... Mi amor, te vienes conmigo desde ahora, yo te protegeré de estas "bestias inmundas". —aseguró furiosa e indignada la psicóloga.
—¿Qué?—¿Quién demonios es usted y qué hace en mi casa? —¿Con qué derecho se lleva a mi hija? —preguntó Karina furiosa.
—Susan Elena Castella, de aquí no te mueves o te juro que querrás haberte muerto.—¿Quién es usted, ehh vieja loca? —preguntó Rigoberto algo nervioso.
—Soy Abril Grim, psicóloga de adolescentes, y trabajo en el hospital donde su hija estuvo por tres días internada.—Y vengo por ella, ya no sufrirá por más tiempo, con estos golpes y moretones, la ley se encargará de que la chica esté muy lejos de ustedes para que así permanezca segura y en su futuro no hayan más peligros semejantes. —afirmó la psicóloga tomando a Susan de la mano saliéndo rápidamente de su muy depresiva casa.
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Proceso para destruir mi alma©
Non-FictionEsta historia es para reflexionar acerca de las muchas cosas que pasan en nuestras vidas y no les tomamos la suficiente importancia. ¿Cómo una persona puede influir en nuestra vida hasta hacernos miserables? O por el otro lado, ¿Cómo la persona que...