capitulo "A veces ganas, y a veces aprendes".

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-¡Oh, Dios mío! –chilló Alison. Todos nos apresuramos hacia el cuerpo contorsionado de Sheena y comenzamos a gritar.
-¡Sheena! Oh, ¡Dios mío! ¡Sheena! 
-¡No! –grité guturalmente, sin atreverme a tocarla. Ella estaba tan… retorcida. 
-Ella no está respirando –se lamentó Amy -¡Skylar, ella no está respirando!
-¡Puta madre, hagan algo, maldición! –gritó John guturalmente. Harry y yo nos miramos, tragando saliva. Las lágrimas deslizándose rápidamente por mis mejillas. Ella estaba… Estaba muerta.
-¿Tienes tu móvil? –le pregunté a Alison. –Llama al 911.

Alison buscó temblando su teléfono, pero se le salió de las manos y se le deslizó a través de las piernas, hundiéndose levemente en la tierra. Se agarró los cabellos con desesperación, y Amy tomó el teléfono con las manos temblorosas, derramando lágrimas mientras esperaba con el teléfono pegado a su oreja. Sus nudillos blancos.

La miré, lamentándome. –Sheena –me lamenté. –Sheena, ¡Sheena!

Harry se inclinó y extendió la mano para tocar el vestido de flores ensangrentado, con dos cavidades huecas provenientes de un arma de fuego haciendo estragos en el estómago delgado de Sheena, quien yacía sin vida retorcida sobre la arena. Sus piernas doblándose en un ángulo extraño en comparación a su cabeza y a sus brazos. Dios, esto era horrible. Amy comenzó a gritar instrucciones al 911, mezclándose con sus propios gimoteos.
Harry retiró su mano, como si él tuviera miedo. –Oh, Dios mío, por favor no te mueras… -Alison me miró, con lágrimas en sus ojos. -¿Quién podría haber hecho esto?

Miré a mi alrededor. Nadie estaba allí. El ambiente se sentía estático y más seco de lo normal.

John estaba temblando, sus dientes apretados fuertemente, como si fuera a romperlos, y sus ojos cristalizándose en lágrimas y volviéndose rojos. Él era la pareja de Sheena. Y ellos se amaban. 

Rompió en un llanto desesperado, tumbándose sobre el cuerpo sin vida de Sheena, y tomando su pequeña cabeza rota entre sus manos, abrazándola como si ella estuviera viva aún. Fruncí el entrecejo, lloriqueando y apretando los puños hundidos en la arena, sintiendo el calor quemar mi herida. Las lágrimas calientes hicieron estragos en mi rostro, y caí sentada sobre mi pierna, observando la trágica y mortífera escena.

-John… Viejo –masculló Matt, con sus ojos cristalizados, obligándose a hablar. –Vas… vas a desprenderla de…
-¡Déjame! –gritó, apartando la mano de John de un sonoro manotazo. Comenzó a moverse de atrás hacia adelante, llorando, con Sheena entre sus brazos, apretándola muy fuerte. Cerré los ojos con fuerza, apretando los párpados. Harry me tomó entre sus brazos, apretándome y acunándome en su regazo, poniendo su barbilla en mi cuello y besando mi mejilla. Lo miré. Miraba la retorcida escena con lágrimas en los ojos, luchando porque no salieran. Gimoteé.

John se levantó del suelo, y lo seguí con la mirada. Miró de un lado a otro, desesperado, agarrándose los cabellos rebeldes a rulos, llorando y gimiendo.

-¡Maldito! –gritó a los vientos. -¡Voy a matarte! ¡Te lo juro! ¡Por Sheena!

Lost- segunda temporada-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora