En cuanto llegaron a Volterra, Aro entró al castillo seguido de sus hombres. Alec y Demetri iban atrás pensando en lo que su líder había hecho, ¡habían metido a un bebé humano en Volterra! Se suponía que nadie podía hacer eso, ningún vampiro debía vivir con un humano a menos que el humano en cuestión sea o bien convertido por alguien o bien asesinado como alimento.
Demetri suspiró, a veces no entendía a su líder.
Cuando dejaron de lado los pasillos interminables del palacio, llegaron a una sala parecida a una oficina donde estaba una mujer de cabello negro y ojos caoba que miraba aterrada a su líder que sonreía como niño pequeño y traía en sus brazos un bulto que se movía, que respiraba ¡un bebé! Pensó la mujer al ver cómo el bulto emitía ligeros ruidos parecidos a balbuceos, palideció. Su señor no podía ser tan cruel como para matar a un bebé sólo por su sed. Aro miró a la mujer y le sonrió.
¾ Gianna – habló suave
¾ Señor Aro – dijo, nerviosa
Aro pasó de largo, había notado que la mujer estaba nerviosa, sonrió porque se imaginó que creía que mataría a la bebé, Alec y Demetri la ignoraron y siguieron a su señor que abrió con facilidad la puerta de la sala de los tronos. Ahí, en medio de la sala circular, se elevaban 3 majestuosos tronos donde, sólo el de en medio estaba vacío.
¾ Caius, Marcus – habló Aro sonriente, los aludidos se giraron a verlo
Más porque, extrañamente, oyeron el repiqueteo de un diminuto corazón que bombeaba sangre. Se giraron a ver a su hermano y abrieron los ojos, Aro sonreía como nunca en la vida y en los brazos, un bulto en movimiento, específicamente, un bebé no mayor del año y que jalaba el cabello de Aro
¾ ¡Aro! – Gritó Caius molesto – ¿¡pero qué mierda...!?
¾ ¿Es acaso un humano, hermano? – Marcus habló, su voz monótona resonaba en la sala
¾ ¡Sí! – Dijo Aro – y es mi hija
¾ ¿¡CÓMO!? – Gritaron ambos líderes al ver a su hermano sonreír
¾ Perdiste la cabeza – gruñó Caius – ¿sabes lo que significa un humano en Volterra?
¾ Lo sé – suspiró – y sé que es contra nuestras reglas pero – mirándola – no pude simplemente abandonarla, menos matarla
¾ ¿Por qué? – Marcus a pesar de su actitud parecía en cierto modo, curioso
¾ Porque, esta pequeña tiene un gran don – desenvolvió con cuidado al bebé mostrándosela a sus hermanos – es pequeña pero tiene grandes dones
¾ ¿Piensas quedártela? – Caius no podía concebir la idea de tener una bomba humana ahí sin encajarle los dientes
¾ Pero por supuesto que sí hermano – hablo Aro mirando a su hija
¾ ¿Cómo se llama?
¾ ¡MARCUS! – Gritó Caius molesto
¾ Lo mejor es dejarse llevar por la corriente en vez de ir en contra – afirmó el castaño al ver la cara del rubio – Aro
¾ Serena – sonrió como un niño – Serena Lilyanne Vulturi – besó con delicadeza la frente de la nena
Sintió que la garganta le quemaba, tenía sed y esa bebé era un llamado a perderse en su piel tierna y vaciarla por completo, negó, él no le haría eso a esa bebé, no después de salvarla del frío y la muerte. No lo haría. Marcus al ver cómo su hermano peleaba contra su propia sed se dio cuenta de que, en efecto Aro no deseaba lastimar a la bebé que tenía en brazos, inmediatamente se la dio a Alec que al tomarla, sintió algo extraño recorrerle el cuerpo, los ojos de la bebé estaban pegados en los suyos. Chocolate contra sangre.
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entre magos y vampiros; el secreto de los gemelos Potter
FanfictionEra noche de brujas; una joven familia se encontraba a la mitad de la celebración favorita de sus pequeños niños, Halloween. Los niños en cuestión eran gemelos, el mayor tenía el cabello negro azabache, indomable como el del padre, pero con los ojos...