capitulo 3: un bebe en Volterra

563 30 4
                                    


En cuanto llegaron a Volterra, Aro entró al castillo seguido de sus hombres. Alec y Demetri iban atrás pensando en lo que su líder había hecho, ¡habían metido a un bebé humano en Volterra! Se suponía que nadie podía hacer eso, ningún vampiro debía vivir con un humano a menos que el humano en cuestión sea o bien convertido por alguien o bien asesinado como alimento.

Demetri suspiró, a veces no entendía a su líder.

Cuando dejaron de lado los pasillos interminables del palacio, llegaron a una sala parecida a una oficina donde estaba una mujer de cabello negro y ojos caoba que miraba aterrada a su líder que sonreía como niño pequeño y traía en sus brazos un bulto que se movía, que respiraba ¡un bebé! Pensó la mujer al ver cómo el bulto emitía ligeros ruidos parecidos a balbuceos, palideció. Su señor no podía ser tan cruel como para matar a un bebé sólo por su sed. Aro miró a la mujer y le sonrió.

¾ Gianna – habló suave

¾ Señor Aro – dijo, nerviosa

Aro pasó de largo, había notado que la mujer estaba nerviosa, sonrió porque se imaginó que creía que mataría a la bebé, Alec y Demetri la ignoraron y siguieron a su señor que abrió con facilidad la puerta de la sala de los tronos. Ahí, en medio de la sala circular, se elevaban 3 majestuosos tronos donde, sólo el de en medio estaba vacío.

¾ Caius, Marcus – habló Aro sonriente, los aludidos se giraron a verlo

Más porque, extrañamente, oyeron el repiqueteo de un diminuto corazón que bombeaba sangre. Se giraron a ver a su hermano y abrieron los ojos, Aro sonreía como nunca en la vida y en los brazos, un bulto en movimiento, específicamente, un bebé no mayor del año y que jalaba el cabello de Aro

¾ ¡Aro! – Gritó Caius molesto – ¿¡pero qué mierda...!?

¾ ¿Es acaso un humano, hermano? – Marcus habló, su voz monótona resonaba en la sala

¾ ¡Sí! – Dijo Aro – y es mi hija

¾ ¿¡CÓMO!? – Gritaron ambos líderes al ver a su hermano sonreír

¾ Perdiste la cabeza – gruñó Caius – ¿sabes lo que significa un humano en Volterra?

¾ Lo sé – suspiró – y sé que es contra nuestras reglas pero – mirándola – no pude simplemente abandonarla, menos matarla

¾ ¿Por qué? – Marcus a pesar de su actitud parecía en cierto modo, curioso

¾ Porque, esta pequeña tiene un gran don – desenvolvió con cuidado al bebé mostrándosela a sus hermanos – es pequeña pero tiene grandes dones

¾ ¿Piensas quedártela? – Caius no podía concebir la idea de tener una bomba humana ahí sin encajarle los dientes

¾ Pero por supuesto que sí hermano – hablo Aro mirando a su hija

¾ ¿Cómo se llama?

¾ ¡MARCUS! – Gritó Caius molesto

¾ Lo mejor es dejarse llevar por la corriente en vez de ir en contra – afirmó el castaño al ver la cara del rubio – Aro

¾ Serena – sonrió como un niño – Serena Lilyanne Vulturi – besó con delicadeza la frente de la nena

Sintió que la garganta le quemaba, tenía sed y esa bebé era un llamado a perderse en su piel tierna y vaciarla por completo, negó, él no le haría eso a esa bebé, no después de salvarla del frío y la muerte. No lo haría. Marcus al ver cómo su hermano peleaba contra su propia sed se dio cuenta de que, en efecto Aro no deseaba lastimar a la bebé que tenía en brazos, inmediatamente se la dio a Alec que al tomarla, sintió algo extraño recorrerle el cuerpo, los ojos de la bebé estaban pegados en los suyos. Chocolate contra sangre.

entre magos y vampiros; el secreto de los gemelos PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora