La Carta, Lily se entera que es una bruja y un nuevo secreto 3

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Harry la estaba pasando de mal en bien, su amigo Ron había mandado una carta a pedirle que fuera con él a los Mundiales de Quidditch, pero los Weasley habían mandado tantos sellos que parecía una broma, lo único bueno de todo era que sí lo habían dejado ir, sólo para no soportarlo más tiempo en su casa y que alguien más se hiciera cargo de él. Por esa razón y porque los hermanos gemelos de Ron le habían dado a Dudley un dulce longui-linguo.

Harry estaba feliz por ir a los Mundiales donde había aprendido nuevas cosas, como que tenía un nuevo equipo favorito de Quidditch, Bulgaria. Donde no sólo conoció un año antes a un apuesto chico de cabello rubio casi cobre, de hermosos y hechizantes ojos azules y con una voz envidiablemente hermosa; además sus modales de buen mozo que terminaron por enloquecerlo, porque; nadie lo sabía pero ese chico que se había presentado como Cedric Diggory, le había robado el alma y el corazón.

Sí, Harry James Potter estaba enamorado de un chico, pero, se negaba continuamente a esa idea puesto que él estaba "enamorado" de una chica de Ravenclaw llamada Cho Chang y que iba un curso delante de él, aun así no se dejó vencer, dejando que ese sentimiento se fuera a lo más profundo de su ser pero instalándose con gran peso en su corazón.

Cedric apenas lo había visto quedó encantado con él; hermoso y rebelde cabello negro, ojos de un verde tan intenso y tan puro que era imposible no verlos, piel blanca y suave al tacto, voz masculina pero que aún conservaba rasgos infantiles en ella; su altura no muy alta sí perfecta para él; era delgado, ágil e inteligente, además de que amaba el Quidditch como él. Sin duda, lo mejor de ir a los Mundiales fue verlo de nuevo. Lo único malo en el partido fue la aparición de hombres con máscaras blancas y capas negras que atacaron el lugar, esos hombres eran conocidos como Mortífagos y estaban ahí por él, el niño que vivió.

No habían sido las mejores vacaciones de su vida, después de haber perdido y recuperado su varita, estaba en la Madriguera compartiendo habitación con Ron en lo que empezaban las clases. Pensando sin querer en Cedric y en lo hermoso que lucía en su túnica; sin embargo no pensaba decirle nada a Ron por miedo a que haga un escándalo, además de que sentía que su amigo haría algo malo porque esté enamorado de un chico y mucho más aquel que lo venció en Quidditch el año pasado.

Pero aun así él no podía olvidar los ojos chocolate bajo una mata de pelo rojo que lo miraba como si fuera el amor de su vida, como si esa persona dependiera de él para vivir, para existir, para ser feliz. Aun así trató de dejar de pensar en eso y enfocarse en lo que tenía enfrente, estaba en la Madriguera con sus amigos, incluso aquel extraño sueño que había tenido momentos antes y que incluía a Voldemort, hacía un gran esfuerzo por no mostrarse asustado ante la imagen grotesca que llegó a su mente.

Intentó alejar esos demonios, de nada servía evocarlos en ese momento ya que estaba demasiado "feliz" con pasar las vacaciones con Ron muy muy lejos de sus tíos odiados que para estar asustado por un sueño que no sabía si en verdad era una de las tantas visiones que había compartido de la mente de ese asesino. Muy lejos de ahí, en Italia, más específicamente en Volterra; Lily por su parte estaba sentada en el trono de Aro leyendo un libro que Caius le había dado, era sobre los niños inmortales y el porqué era un pecado crearlos.

¾ Los niños inmortales eran extremadamente hermosos, nadie podía negársele a ninguno, pero ellos no sabían guardar el secreto y un solo berrinche bastaba para devastar un pueblo en segundos. Era un crimen crear niños inmortales y tanto los vampiros creadores como esos niños eran eliminados para mantener el secreto de los vampiros a salvo. Raras eran las veces que los líderes en persona iban a una misión pero cuando lo hacían, era terrible – leía en voz alta Lily, mirando las imágenes de niños nacidos humanos y transformados en vampiros – debido a que se congelaban cuando eran creados, nadie podía negarse a la lindura de estos niños, los cuales no sólo eran prohibidos por las leyes Vulturianas, sino que eran una aberración de la misma naturaleza de los vampiros. Debían ser eliminados

entre magos y vampiros; el secreto de los gemelos PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora