Capítulo Ocho

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El castaño daba su clase hablando sobre el tema de "La Ilustración" cuando de repente su celular sonó avisando que alguien lo estaba llamando.

—Hagan un resumen sobre el tema—dicho esto salió del aula y contestó.

—¡Liam, Liam, Liam!

—Zayn, estoy en la escuela ¿No puedes esperar?

—No, es urgente

—¿Te pasó algo?—interrogó preocupado

—Nop, pero debes venir

—Cariño, te veré en la noche, tengo que dar clases

—¿Prometes que vendrás?

—Lo prometo

—Pero prometelo bien

—Lo prometo, iré en la noche 

—Bueno, entonces haz lo que tienes que hacer, te esperaré

—Si, bebé.

Cuando dieron las 6 de la tarde Liam salió de la escuela, no fue directo a su casa sino a la de Zayn.
Cuando tocó el timbre, el chico no tardó casi nada en abrir.

—Por fin llegas, te esperé toda la tarde

—¿Qué era tan importante?

—Ven—lo jaló del brazo, el mayor aventó su maletín al sillón—No te burles—abrió la puerta de su habitación, la que siempre mantenía cerrada, Liam quedó boquiabierto por lo colorida que era.

La cama estaba cubierta por una manta gruesa y afelpada, con estampado de dinosaurios y varios peluches sobre esta, en el suelo habían muchos juguetes, Liam pudo reconocer algunos de aquella vez que vio al menor en el centro comercial. También había cajas de películas colocadas en una repisa.

—¿Por qué decidiste mostrarme esto?

—Porque has sido muy bueno conmigo sobre este tema, y y y yo quería que fueras mi daddy, solo si quieres, es que mi yo pequeño se volvió algo dependiente de ti y te quiere mucho y quería eso, que no quedemos en término de amigos solamente

—¿Cómo?

—Ya sabes, que tú me quieras mucho, me consientas y me cuides, como si yo fuera tu bebé

—No sé, Zayn—hizo una mueca

—Pe-pero tú dijiste que querías que fuera pequeño contigo—lo miró triste

—Solo era una broma, estaré encantado de cuidarte

—¡Siiii!—Saltó al mayor para que lo cargara, se veía tan feliz y Liam solo quería hacerlo feliz.

—Entonces... bueno, ¿qué tengo que hacer? Soy nuevo en esto

—Que me cuides como ya dije, que me guíes, me castigues si es necesario, y si te pido algo tendré que devolverte el favor pero lo más importante, si llegas a aburrirte de mí dilo, no me lo ocultes

—Jamás me aburriría de ti, Zayn

—¿Estás seguro?

—Muy seguro, yo quiero estar contigo y te prometo que estaré contigo y te querré mucho

—Gracias, Li—lo abrazó escondiendo su cara en el cuello del más alto y se quedaron así durante algunos minutos. 

—¿Jugamos?

—¿Jugar?—interrogó confundido

—Si, juguetes—se alejó de él y se agachó al castillo de legos, tomó un muñequito del wason y se lo mostró a Liam quien lo tomó no sabiendo exactamente qué hacer.

—Tú villano, yo batman—esta vez agarró al muñequito de batman y comenzó a jugar, a su manera.
El castaño se sentía extraño, Zayn había cambiado totalmente, su voz, su comportamiento. Se veía tan tierno y contento, por lo tanto lo siguió, jugó con él.

Era la primera vez que lo veía así, no sabía cómo sentirse, aunque al fin el menor se decidió por mostrarse como era y para Liam eso era un gran regalo.

—¿Ya comiste, mi amor?

—Uhmm sí

—¿Qué comiste?

—Ah—mordió su labio y bajó su mirada para jugar con sus dedos

—¿No comiste nada, verdad?

—No, te mentí, lo siento mucho

—Bebé debes comer para que no te enfermes, ¿quieres que me enoje contigo?

—No, Daddy—negó varias veces

—Entonces tendrás que comer bien, ¿quieres que te de yo ahora?

—Sisisi—le tomó la mano al pequeño para llevarlo a la cocina

—¿Puedo comer chocolates, daddy?

—Después de que termines de comer

—Esta bien.

Liam buscó algo en la alacena y sacó avena, era rica, saludable, rápida de hacer y justa para Zayn.
La cocinó y la preparó con un poco de canela y azúcar, acto seguido la sirvió en un tazón decorado (como eran la mayoría de los trastes) y se sentó junto al menor.

—Aquí va el avioncito—Zayn rió sutilmente y abrió su boca para recibir el bocado.

Siguieron así hasta que el más pequeño terminó su comida.

—¿Ahora sí puedo comer chocolates?

—Si, cariño ¿En dónde están los chocolates?

—Ya no hay—hizo un puchero

—Tranquilo, bonito, iré por ellos

—No, no te vayas—tomó su brazo antes de que se levantara

—¿Quieres ir conmigo?—asintió—ve a ponerte un suéter, hace frío afuera

—Si.

Una vez que el chico se puso el suéter salieron a la tienda, Liam tomaba su mano.
No solo compró chocolates sino otras cosas más, lo necesario para el desayuno del siguiente día.

Estaban sentados en el sillón viendo la televisión mientras el pequeño Zayn comía su chocolate animadamente aunque se había manchado la boca y sus manos.

—¿Bebé?—pero no obtuvo respuesta, volteó a verlo y ya estaba dormido, tuvo que cargarlo hasta su habitación. Lo arropó con cuidado para no despertarlo y le dio un beso en la frente, ya era tarde y tenía cosas que hacer.

Se fue a su casa, tuvo que revisar las libretas de sus alumnos y se quedó hasta la una de la madrugada haciéndolo pero no le importó mucho la hora en la que se durmió, él estaba muy feliz de tener a Zayn, le parecía tan irreal pero no lo era.

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Little Zaynie ✿Ziam✿Donde viven las historias. Descúbrelo ahora