Zayn le dio una copia de su llave de su departamento para que pudiera entrar cuando quisiera. Esa vez Liam llegó a las nueve de la noche y se encontró a Zayn dormido en la mesita de la sala, habían libretas y colores regados. Cargó a Zayn y lo llevó a la habitación, le quitó los zapatos para que sus pies descansaran.
Ese día había llovido, por lo tanto en las calles habían charcos de agua y lodo, al castaño, accidentalmente, lo habían manchado de lodo. Fue hasta el baño para limpiarse pero al ver que estaba muy sucio prefirió tomar un baño, además su bebé seguía durmiendo, no habría problema.
Escuchó como la puerta se abría, eso significaba que el morenito ya había despertado, no podía verlo puesto que la cortina se lo impedía.
—¿Daddy?—escuchó su dulce y suave pequeña voz
—Buenas noches mi amor, ¿Que tal dormiste?
—Daddy—el menor comenzó a llorar
—Hey... Bebé...—abrió la cortina de la ducha, Zayn seguía llorando. Comenzó a quitar su ropa y entró a la bañera junto con Liam, se recostó en el amplio y duro pecho sin dejar de llorar. El mayor lo abrazó dándole de vez en cuando besitos en su cabeza y acariciando su espalda.
—Todo esta bien, amor... Estoy aquí para ti, ¿qué te pasó?
—Sueño feo
—Solo fue una pesadilla
—Habían monstruos feos y grandes, tenían ojos rojos, muy rojos—sollozó
—No te harán nada, bebé
—¿Lo prometes?
—Lo prometo—le dio un beso en la nariz y se dedicó a asearlo con cuidado.
Ambos ya estaban limpios y listos para acostarse a dormir, por suerte ya era viernes y Liam podía quedarse con él.
Se acostaron, Liam dejó la lámpara encendida, era de esas de las que se veían figuritas en la habitación. Zayn se acurrucó en él y durmió más tranquilo. ...
Liam preparaba la leche de su chico y un café para él. Se sentó en el sillón para ver un documental, Zayn salió de su habitación, tallaba sus ojos con el dorso de su mano, en su otra mano tenía a su dragoncito que el mayor le había comprado.
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—Buenos días, pequeño ángel
—Buenos días Daddy, aún me siento con sueño
—Regresa a dormir entonces
—No puedo—hizo un puchero. Se sentó en las piernas de Liam, este lo abrazó y acarició su cabello.
Se quedó así mientras seguía viendo el documental.
—¿Te sientes más relajado ahora?—no escuchó respuesta—Ángel, te pregunté algo.
Como siguió sin obtener respuesta, lo miró, ya estaba dormido, se veía tan lindo y tierno dormido. Decidió no molestarlo, le dio un beso en la frente y vio la TV esperando a que su bebé despertara.
