Little Zaynie ✿Ziam✿

Capítulo Treinta y uno

Harry a veces no tenía tiempo para ver a Louis pues tenía tareas y deberes de la escuela y su casa pero cuando tenía la oportunidad de estar juntos trataban de pasarla bien y aprovecharse el uno al otro.

Por suerte la casa de Louis siempre estaba disponible ya que sus padres viajaban constantemente, sus hermanas mayores tenían a sus novios y las pequeñas iban al ballet después de la escuela, Ernest y Doris se quedaban con Lottie y su novio.

Así que ese día Harry pudo librarse de sus tareas y su hermana para poder estar con Louis.

—Hola, cariño—saludó amorosamente el mayor dándole un dulce beso en los labios

—Hola Lou

—¿Te portaste bien hoy?—ambos se dirigían a la gran habitación del ojiazul

—Sisi

—¿Comiste bien?

—¡Claro! Hasta comí mis verduras

—Perfecto, eres un buen niño Hazz

—¿Soy niño bueno? 

—Lo eres, ahora por qué no mejor te cambias de ropa, sabes que odio que uses esa—señaló su atuendo.

Louis le había comprado muchas cosas, al tener dinero podía darle sus lujos.

Le compró desde ropa hasta juguetes, no eran simples juguetes, estos eran 'especiales'.

Harry se negó algunas veces a usarlos pero Louis lo castigaba y así obtenía lo que quería.

No es como si a Harry no le gustara, solo se sentía incómodo, y de hecho le encantaba y excitaba mucho el lado dominante de Louis. Había descubierto cuan excitante podía ser el dolor sin llegar a excederse.

El rizado comenzó a quitar su ropa normal poniéndose la que le habían comprado que eran precisamente ropa interior de encaje color blanco, un short de tela suave rosada, una playera blanca con estampado de gatitos y unas largas calcetas rosas con moños.

Al más grande le gustaba que su niño vistiera 'femenino' y le dijera Daddy. Ese era su fetiche, no solo desde hace unos meses cuando supo de la relación Ziam sino desde cuando Liam le contaba las locuras que su ex Danielle lo obligaba a hacer. Desde esa vez deseó algo así pero obtuvo algo mejor que eso.

 —Bien Hazz, abre la boca—el nombrado abrió su boquita obediente, el hombre metió en esta un chupete azul que el rizado no esperó para succionar.

Louis fue hasta su armario buscando en el rincón de este una caja con un candado, así mantenía los juguetes guardados y no los encontraran sus hermanas curiosas. 

Metió la llave en el candado para abrirla, lo cierto era que la caja contenía muchos objetos por lo que tenía que ser grand con algunos compartimientos secretos, no había sido nada barata pero si que valía la pena.

Sacó un vibrador grande con algunos relieves color rosa y prosiguió a sentarse en la cama. Harry lo miraba atento esperando una orden, sabía lo que le aguardaba y se sentía ansioso.

—Bebé, siéntate en mis piernas—

Harry se sentó a horcajadas de Louis.

—Eres muy bonito, bebé—puso sus manos a cada lado de su cara apretando sus mejillas levemente sonrojadas, le dio un beso en la naricita y bajó sus manos poco a poco llegando a su trasero y apretarlo fuertemente sacandole un gemido de dolor.

Metió sus manos bajo el short y las bragas pasando su dedo medio en la raya y haciendo una presión en el orificio, Harry de inmediato empujó su trasero para sentirlo dentro pero Louis alejó sus manos.