Little Zaynie ✿Ziam✿

Capítulo Nueve

—¿Daddy?

—¿Si, mi precioso príncipe?

—Tengo un secreto

—Dile a papi lo que es.

Zayn corrió hacia su habitación mientras soltaba leves risitas. Liam corrió detras de él, cuando lo alcanzó lo dejó en la cama, tomó al menor de las muñecas y le dio un pequeño y dulce beso en los labios.

—Dile a papi tu secreto—el pequeño se quedó callado

—Mi amor—pero seguía sin hablar—Zayn—lo miró serio

—Te quiero

—Y yo a tí, bebe— ambos sonrieron y Liam le dio otro beso.

Se levantó y dejó que Zayn se sentara en la cama.

—Daddy ¿Jugamos?

—Si mi amor, ¿qué quieres jugar?

—Al príncipe

—¿Quieres sentarte en tu trono?

—¡Si!—dio varios saltitos y gritó emocionado, Liam rió enternecido.

—Entonces vamos.

Zayn se sentó en su trono y Liam le puso su corona.

—Daddy, chupete—el mayor sacó el chupete de Zayn, que era azul y se lo puso en la boca.

—¿Quiere algo más, mi príncipe?—Zayn balbuceó unas cosas pero el castaño no logró entenderlo por el chupete—Mi amor, no te entiendo

—¿Puedo tener un nuevo peluche?

—Hmm no lo sé

—Anda Daddy, me porté bien, hice mi tarea

—Bueno pero solo uno

—Gracias.
...

Salieron al centro comercial, aprovecharían para comprar la despensa.

—Daddy, mira—miró lo que tenía Zayn en sus manos, eran nuggets con figura de dinosaurios—¿Puedes comprarlos?

Miró el precio y lo pensó por algunos segundos.

—Ponlo en el carrito —Zayn gritó de emoción.

—¿Puedo tener más pinturas?

—No bebé, ya tienes en la casa

—Pero es para hacerte un dibujo—hizo un puchero

—No Zayn, no traigo tanto dinero

—Pero quiero las pinturas—dio una pisada fuerte al suelo y le sacó la lengua

—No hagas berrinches.

Zayn tomó las pinturas y las arrojó al carrito, eso hizo enojar a Liam, él debía aprender que NO era NO.

—Estás castigado, no te compraré el peluche—el menor comenzó a llorar y a gritar que quería las pinturas y su peluche.

—Basta Zayn, haces ver mal a papi

—Papi feo, no te quiero

—Deja de hacer berrinches o tampoco tendrás los nuggets—el pequeño de inmediato dejó de llorar pero seguía molesto. Liam sacó un pañuelo de su bolsillo y limpió con cuidado las lágrimas del menor.

—Hablaremos de esto en casa.

Fueron a pagar las cosas y al terminar regresaron a casa, ninguno hablaba.
Al fin llegaron, Liam dejó las bolsas en la cocina mientras que Zayn corrió hacia su habitación.