Treinta y Siete

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Era un fin de semana tranquilo, Zayn y Liam siempre lo ocupaban para salir, divertirse o simplemente quedarse en casa viendo películas de Disney.
Zayn estaba sentado en el sillón leyendo un libro, no era un día normal como los demás, no se sentía pequeño ni tenía ganas de jugar, solo leer.
Y no es como si la situación con Liam ayudara mucho, seguían en las mismas, el mayor no quería cooperar.

Liam se sienta en el sillón y Zayn ni se inmuta, está concentrado en el libro pero esta vez el de cabello cobrizo es el que se acerca e intenta llamar su atención.

—Buenos días Liam ¿dormiste bien?

—¿No me dirás Daddy?—preguntó haciendo un gesto de tristeza

—Buenos días, Daddy ¿dormiste bien?—repitió

—Si, lo hice aunque cuando desperté no te encontré a mi lado

—Pensé que estabas acostumbrado—siguió leyendo

—Claro que no, jamás me voy a acostumbrar a estar sin ti—recargó su cabeza en el hombro de Zayn y este solo lo acarició—¿Podrías dejar el maldito libro y darme atención?

—Te he dado atención y lo único que haces es rechazarme

—Pero no me siento bien

—Lo repites cada día, Liam

—Pero es verdad.

Zayn suspira y deja el libro a un lado, mira a Liam y sonríe de lado, no puede estar serio con él.

—¿Quieres que hablemos?

—¿Sobre qué?

—Ya sabes, lo que hace que estés tan deprimido

—No quiero hablar sobre eso

—Es necesario, lo has callado desde que tu papá murió, Liam, la gente muero y no podemos evitarlo, es el ciclo de la vida, algún día moriremos

—Espero morir primero que tú, no soportaría vivir sin ti

—Oh ¿y crees que yo sí?

—No estarías como yo ahora, seguirías tu vida, me superarías

—¿Como lo sabes?

—Porque eres un chico que no se vence, eres más fuerte que yo

—Liam...—habló serio

—No me digas por mi nombre, me hace sentir castigado y estás siendo grande, no me gusta ¿qué pasa?—el menor se encogió de hombros

—Solo no me dan ganas, a veces quiero ser normal, esta es una de esas veces.

Liam alzó una ceja y sonrió malevolo, acercó sus manos a los costados del menor y las movió causándole cosquillas.

—¡Basta no! ¡Sabes que no me gustan!—gritaba Zayn retorciéndose y riendo a carcajadas. Liam dejó de hacerle cosquillas y esta vez se encargó de darle pequeños besos en las mejillas y acariciaba las partes que había tocado con las cosquillas.

—¿Quieres jugar, Zaynie?—preguntó el más longevo

—Sisisi—y esta vez su voz y actitud había cambiado—Nonono mejor hagámos pasteles

—¿Pasteles? hmm pero no hay nada para hacerlos

—Vamos al centro comercial, anda Daddy ¿si? ¿podemos podemos?—saltó en su lugar

—Está bien, mi amor, vamos—le sonrió y se levantaron del sillón, Liam abrigó bien a Zayn y luego salieron subiéndose al auto.

En realidad Zayn no estaba en su little space pero con tal de hacer feliz a Liam podía fingir.

Little Zaynie ✿Ziam✿Donde viven las historias. Descúbrelo ahora