Cap 1

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He vuelto chicas. Moon Night II recién comienza. Abran nuevos personajes pero también saldrán los antiguos.

mabel18-93 este capítulo es para ti.

Horas habían pasado. Agité mis pestañas. Suspiré. El chico seguía teniendo la palma de su mano sobre mi abdomen desnudo. Tenía que irme de ahí. Mi madre me había mandado a comprar al mercado, pero me había parecido interesante un chico que pasó por ahí. Lamentablemente ya me tenía que ir y no podría repetir.

Levanté su mano con cuidado y lo miré. Ojos oscuros, cabello claro, nada fuera de lo común. Me coloqué el sostén y mis bragas rojas. Subí los vaqueros por mis piernas, me até el cabello en cola de caballo y me coloqué una musculosa negra junto con una chaqueta verde. Amarré los cordones de los botines marrones.

-¿Te vas? . -preguntó.

-Sí, mi madre me espera.-mentí.

Estiró las sábanas mostrando sus abdominales y me sonrió. Una blanca sonrisa iluminó su rostro, rodeé los ojos. Estúpido hombre sin neuronas. Estuve a punto de retirarme pero sentí como atrapó mi brazo.

-¿Te volveré a ver?-preguntó.

-No repito.-dije fría.

Sonreí y salí de su habitación. Rodeé las habitaciones de su casa hasta encontrar la puerta de salida. Joder, mi Johana me mataría. Me había demorado casi toda la noche en "comprar" sus recados. Vi la hora y corrí hacia el mercado. Obtuve la harina, y el chocolate.

Corrí hacia mi hogar. De segura ella ya estaría después de realizar su turno. Desde hace 16 años existían los turnos. Vivíamos bajo la tierra. En pequeñas casas a lo largo de las piedras. Solo veíamos la luz del día cuando salíamos a realizar los turnos, pero estos empezaban con la mayoría de edad, me faltaban un par de años para conocer el exterior.

Todo empezó el día en que Dania se había vuelto la gran luna. Muchas bestias huyeron y encontraron refugio en zonas subterráneas. Crecí con bestias dentro de la pequeña ciudad. Los mayores me contaron de su antigua luna. Una joven valiente que se había sacrificado en la gran guerra contra las bestias de Crasseres.

- ¡Enana! -gritó Michael.

- ¿Qué? Tengo que llegar antes de que me mate.

-Se te calló la bolsa de chocolates Rose. Sino la quieres me la quedo yo.

-¡Ven acá perro pulgoso!-le grité.

Michael era mi mejor amigo. Teníamos la misma edad salvo que yo le llevaba seis meses y prácticamente habíamos crecido juntos. Sus padres murieron cuando llegó al refugio al igual que los míos. Según él solo recuerda unos ojos chocolate llenos de lágrimas y un hombre rubio con mirada perdida.

-No soy un maldito perro.

-Perro chusco. -reí.

-No molestes. Sabes bien que podría arrancarte tu linda cabecita de un solo mordisco o absorber tu sangre.

-Muérete híbrido.

-Le diré a Chace que me amenazaste. -guiñó.

-No quiero a tu estúpido novio tras mi cuello, se supone que eres mi amigo.

Michael había descubierto que era homosexual el día en que me besó. Calló sobre mí me rozó los labios y según él estuvo vomitando toda una semana. Me deprimí por hacer que se pelee con Johana, nuestra madre adoptiva por así decirlo. El tiempo pasó y ella lo aceptó. Este tenía el cabello entre rubio y castaño y los ojos cafés. La piel clara y una mirada siempre pícara.

Moon Night IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora