Cap 2

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Ojalá les guste el capítulo. Gracias por leer!

La brisa agitó mi cabello oscuro. El cielo era completamente oscuro. Se podían apreciar las estrellas. Según los libros de textos estas eran todo objeto astronómico que brilla con luz propia; mientras que en términos más técnicos y precisos podría decirse que se trata de una esfera de plasma que mantiene su forma gracias a un equilibrio hidrostático de fuerzas.

Pero para mí eran luces que iluminaban el cielo. Michael había dejado de temblar para enfocarse en el cielo. Los árboles eran agitados por el frío viento. No podía creer que acabábamos de romper todas las reglas. Tomé la mano de Mike y lo llevé a uno de los árboles, me pareció un arce debido a las fotografías de los libros.

-¿Qué haces?-me preguntó escondido al ver que le tapaba los labios con mi mano.

-Johana.-susurré.

Este asintió. Johana venía de terminar su turno. De seguro gritaría al no encontrarnos, pero no la culpaba. Ella no tenía la culpa pero necesitaba un respiro que no fuera muros de concreto, piedras y más piedras. 

-¿No quieres investigar más?-señaló el bosque.

Asentí. Nuestra madre se metió por la rendija junto con el padre de Jay y una mujer que desconocía. Acomodaron los arbustos y la rendija se hizo invisible ante nuestros ojos. Pude soltar un suspiro.Acomodé un mechón de cabello que tenía suelto.

-Quiero encontrar un riachuelo. Quiero ver un pez.Quiero comer.¡Quiero tocar el césped con mis pies!.-gritó Mike quitándose sus zapatos.

Lo seguí. Atravesamos el bosque. Los árboles eran enormes. Mis sentidos se desprendieron al sentir la tierra sobre mis pies. Rodé sobre el césped sintiendo la frescura del mismo. Jamás me había sentido tan viva.

-¡Mira enana!-gritó Mike.

Michael tenía frente a él a un riachuelo , este era un pequeño curso de agua de poco caudal. Reí y me despojé de mis vaqueros. Tenía que probar el agua. Agua totalmente fresca y cristalina. Tomé mi chaqueta y la tiré al igual que mi musculosa.

-Deja de tratar de seducirme enana. Uno, no estoy soltero y dos...

-No te estoy tratando de seducir.-rodé los ojos.

Dejé que las agua mojaran mis tobillos hasta llegar a mis rodillas. La sensación era completamente increíble. Michael me siguió. Tomé un poco de agua entre mis manos y le mojé el pecho. Este soltó una carcajada. Pero segundos después esta desapareció.

Unos aullidos se escucharon a lo lejos. Tragué saliva. Mike me tomó entre sus brazos y me colocó las prendas en cuestión de segundos. Me miró completamente serio y gruñó. Se colocó de espaldas y habló.

-Súbete.-ordenó.

Me coloqué sobre esta y comenzó a correr hacia nuestro refugio. Sentí mi pulso acelerarse, mi corazón quería salirse de su pecho. Los lobos nos matarían de eso estaba segura.Giré mi vista. Todavía no nos veían pero de segura ya tenían nuestro olor.

Dejé de sentir su cuerpo. Mike me había lanzado sobre uno de los árboles que cubrían la rendija. Este saltó a mi lado. Nos acomodamos entre las ramas y me tapó la boca para que no hablara. Asentí. Un lobo crema tomó su forma humana. Este aparentaba unos treinta años.

- No es aquí.- aseguró.

-La luna asegura que aquí se encuentra.- contestó otro de cabellos casi blanco. Sus ojos tenían un leve brillo dorado.

-Te aseguro que no es aquí.Ella no está aquí.

-¿Cuestionas a tu luna Jack?-preguntó el hombre de cabellos claros al rubio.

-No lo hago Tyson pero esta búsqueda es inservible, la niña murió.

-No cuestiones lo que ordena la luna. Ella la vio.

Fruncí el ceño. No tenía ni idea de quien hablaban. El hombre se acercó a los arbustos. Joder, mi hogar estaba debajo de ellos. Mike tomó mi mano y la apretó. Rogaba a que Johana no saliera en ningún momento. 

-Sigamos buscando.-dijo el tal Jack. Michael mantenía su vista en él.

-Estoy a cargo.

-Soy su beta Tyson,tú no eres más que el lame culos de Dania.

Tyson levantó su puño y lo estampó contra Jack. Este calló sobre el arbusto que cubría la rendija dejándola al descubierto. Ambos enfocaron su vista en la entrada del refugio. Jack pareció palidecer pero rápidamente cambió su expresión a una serena y Tyson rompió la rendija con sus manos.

-Entren.-ordenó.

Los lobos entraron por esta y todo comenzó. Los gritos fueron aumentando. Bajé del árbol y traté de entrar para advertirle a mi madre.Teníamos que hacer algo. Michael me apretó contra su pecho. Traté de zafarme de sus brazos pero no pude.

-¡Johana está adentro Mike! ¡Chace está ahí!-grité.

-¡No podemos hacer nada!¡Tenemos que huir!¡Rose!-gritó.

Le golpeé las costillas. Corrí hacia el orificio y entré. Habían cadáveres por todo el suelo. Los lobos estaban arrasando con el lugar. No entendía como habían podido encontrarnos. Nunca lo habían echo, era casi imposible.Comencé el camino hacia mi casa.


Acaba de llegar a la misma. Tragué saliva y vi por la pequeña ventanilla que teníamos. Mi madre estaba amordazada a una de las sillas de la pequeña cocina con Tyson junto a ella. Jack tenía la mirada perdida y el hombre de cabellos claros y piel blanca la abofeteó.Ahogué un grito.

-¿Dónde la tienes?-preguntó.Mi madre no contestó.-¡¿Dónde?!-gritó golpeándole las costillas.

-N-no s-sé de que me h-hablan.

-¡Dilo perra!¡Dinos!-gritó.

 Levantó su asquerosa mano y le giró el rostro. Sentí mis ojos humedecerse. No había llorado desde que Jay me engañó. Pensé que había perdido aquella capacidad. El hombre rubio colocó su mano sobre el hombro de su compañero.

-Tal vez es inocente Tyson. 

-No lo es Jack. El olor nos trae a esta choza.

-No miento. No sé de que me hablan.-habló Johana,mi madre.

-Sabes bien de que te hablo humana. Recuerda dieciséis años atrás.Tú la tienes.¡¿Me crees estúpido?!-gritó. 

Una lágrima bajó por mi mejilla. Johana me miró. Abrió los ojos por completo y negó con la cabeza. Me miró a los ojos y movió los labios"huye Rose". Lamentablemente Ambos hombres se dieron cuenta de mi presencia.

-¿Es ella?-preguntó sonriendo Tyson. Pude ver como comenzó a temblar mi madre.-¡La tenemos!-gritó.

Seguí su orden. Corrí con todas mis fuerzas. La puerta de mi casa se rompió por la patada que Tyson le dio. Sentí la adrenalina correr por mis venas. Estaba dejando a la mujer que me había criado, sentí las lágrimas bajar por mis mejillas.Una maldita cobarde, era lo que era.

-¡ Atraparla !-ordenó Tyson.

Los hombres que estaban asesinando a mi pequeño pueblo pararon. Pude ver como Jay salió corriendo por la rendija, pero se detuvo. Un hombre me atrapó el tobillo. Dejé mi orgullo rogándole por ayuda pero este me ignoró y siguió su camino.

Pateé al hombre y corrí lejos. Atravesé la rendija y seguí. El viento golpeaba mi cabello oscuro. No entendía porque me querían, la razón por la cual acabaron con mi hogar. Las lágrimas no pararon de rodar por mis mejillas mientras yo seguía atravesando el bosque y no paré.

La próxima semana vuelvo a actualizar. Recién comienza la historia chicas.

Moon Night IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora