capítulo 20:Depreciones y secuestros.

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Después de salir del salón totalmente deprimida,chocando me con cada Narniano que se cruzaba en mi camino y las lágrimas corrían por mis mejillas,en el camino me quite la corona de flores que adornaba mi cabello, ya no me importaba nada ni nadie,no quería que nadie se me cruzara en mi camino porque podría ponerme peor.
Al llegar a mi habitación Cerré la puerta con seguro,suspire tratando de quitarme las lágrimas con mano,que igual no funcionó me arrastre por la puerta y comencé a llorar de nuevo en silencio,me sentía destrozada y rota por dentro me ilusione con todo lo que me dijeron y si tenia razón,los sentimientos te hacen débil y nadie podrá cambiarlo debo solucionarlo y controlarlo.

-¡Alison,abre la puerta por favor!-dijo la voz que reconocí de mi amiga Charlotte detrás de la puerta,tome la perilla de la puerta sin intenciones de abrir y lo que logre fue congelar la perilla.

Regla numero cuatro,controlen sus sentimientos o estos podrían sacarlos de control-se me vino a la mente las palabras de Jemma,porque eso fue lo que me estaba pasando,trate de levantarme con ayuda de las paredes pero esta se volvió azul y fría,en definición Hielo me levante tambalea dome,al parecer no debí hacerlo de un impulso al controlarme trate de acostarme y seguir llorando,con los gritos de Charlotte y mis sentimientos me estaba descontrolando,cada paso que daba y cosa que tocaba se volvía hielo,no lo quería mire mis manos y en el centro se estaban volviendo en un azul tenue,todo me daba vueltas,me estaba volviendo loca.

-¡YA VASTA,PARA!-Supliqué sollozando,me coloque las manos en mis oídos y me arrodille suplicando a Aslan que me devolviera a mi mundo,al abrir los ojos vi que una ráfaga azul salio de mis manos haciendo que mires de copos de nueve floten en mi habitación,hay fue cuando me di cuenta de que los gritos y vueltellas a bían cesado.

Y hací pasaron 11 días,no bajaba a comer con el resto porque no me daba hambre y cuando tenia usaba mi poción para alimentarme,no quería ver a nadie,cerraba mis puertas y ventanas para que ni Dailen ni mis amigas me vieran,solo abría las ventanas para respirar unos segundos y cerrarla o escaparme por las noches para que nadie me viera solo White y nos hemos hecho muy cercanos en lo poco que hablábamos,a Gold tampoco lo quería ver no necesitaba sus ánimos porque no quería.

Me encontraba en mi habitación o en el pedazo de hielo en que se convirtió en esos días,las clases de Jemma me hacían falta,mis poderes estaban fuera control hasta considere usar guantes y de no ser por los pensamientos de Jemma que me repetía una y otra vez,estuviera fuera de mi constancia.

-Alison,querida no te voy a insistir mas si no quieres salir..-escuche la voz de la susodicha,estaba en mi cama junto a mi capa y un vestido azul oscuro con detalles en plata,tenía me alma y corazón hecho pedazos y no me apetecía hablar.

-¡Ya vasta Jemma,si no quieres hacerlo no lo hagas y ya!-le grite con mi nudo en la garganta.

-Dejarme pasar,Juro que no te daré ese tema de conversación,pero debo estar al guardó de tus poderes por recomendación de Aslan,recuerda lo-me dijo en tono aparentemente calmado,y tenia razón ella era la única que sabia el estado de mis poderes y aunque este deprimida,lo necesitaba.

-¿Estas sola?-le pregunte,un silencio se formó,aparecer no.

-Sí..-dijo en voz suave,me levante lentamente de la cama,el piso estaba cubierta de una capa de hielo suficiente grueso para yo pisarlo,al abrir la puerta con el ceño fruncido jemma sonrió y se sorprendió al ver mi habitación.

Las Crónicas De Narnia: Las 5 Guardianas. #1 BookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora