Cris aceptó quedarse a dormir ésta noche luego de que le rogara hasta por si acaso. Luego de ver unas cuantas películas decidimos que era mejor que durmiéramos. Cris tenía que ir a entrenar en la mañana y yo... Tenía que hacer alguna cosa, quizá ir a ver a la Carla o que se yo. Me había enterado que se iba a Barcelona de vuelta con su hombre. Estaban todo volviendo a la normalidad.
Pero no podía conciliar el sueño. Aún seguía dándome vuelta el tema de Mauricio y mi bebé. Todo parecía tan... irreal. Y lo peor de todo es que no sabía qué iba a pasar de ahora en adelante.
Mauricio había formado parte importante de mi vida, a pesar de todos los errores que cometimos, y no pensé que podríamos llegar a terminar en alguna pelea irreversible. En volá, quería llevarme bien con él, por el bien de mi Joaquín, y por mi estabilidad mental.
Cerré los ojos, dispuesta a dormirme a toda costa. El brazo de Cris estaba rodeando mi cintura. ¿Por qué no podía sentirme totalmente enamorada de Toselli? Si era un buen hombre, guapo, sincero, romántico, caballero, las tenía todas.
La puerta comenzó a sonar incesantemente. ¿Quién mierda golpeaba a altas horas de la noche? Tomé mi celular para ver la hora. 2:45. Maldita sea. La puerta seguía siendo golpeada, y me preocupaba que pudiera despertar a mi bebé, pero ¿si era un ladrón? Filo, gritaría y Cristopher vendría a rescatarme.
Avancé rápido a la puerta. La abrí y fruncí el ceño. No había nadie. ¿Qué onda? Tomé las llaves y salí por la puerta. Sé que era una idea estúpida, pero la curiosidad mató al gato po. Cerré despacio la puerta y me quedé en la entrada, mirando hacia todos lados como hueona. No veía a nadie. Bajé los escalones cautelosamente para intentar ver si había algo más allá. Unas manos se posaron repentinamente en mi cintura. Abrí la boca para gritar pero una de las manos se posó en mi boca.
"Soy yo, Valentina... Soy yo, shht" sentí el aliento tibio de Mauricio detrás de mi oreja. Me estremecí. "Te voy a soltar, pero no hagai un escándalo" susurró. Asentí levemente y él me soltó.
Me giré rápidamente para verlo.
"¿Qué mierda te pasa?, ¿Cuál es tu problema, hueón?" inquirí enojada. Estúpido, estúpido, estúpido.
"Vale... Yo, lo estuve pensando..." dijo.
"¿Así que ahora piensas?, que bueno saberlo" él entrecerró los ojos.
"Ya po, escúchame" exigió.
"No. Escúchame tú, Cris está aquí y no quiero que se enoje, no quiero tener más problemas con él, Mauricio. Así que te voy a pedir que por favor te vayas" él soltó un bufido.
"¿Ya se acostaron?" preguntó de repente. Lo miré atónita. "Sorry, bueno, ¿me vai a escuchar o voy a tener que recurrir a la fuerza?" preguntó tomando mis muñecas entre sus manos.
"Suéltame o grito" amenacé.
"Si te suelto vai a salir corriendo, no soy tonto" suspiré. Busqué en mi cabeza alguna excusa para hacer que se fuera.
"Oye, tú polola embarazada debe estar esperándote" le recordé.
"Así que no te vas a callar, tú lo pediste" murmuró y a continuación sus labios se encontraban sobre los míos. Sentí mil mariposas en mi estómago, ¡Maldita sea, no! Me resistí lo más que pude a su beso, pero sucumbí en el intento. Comencé a seguirle el maldito beso cuando se separó de mi repentinamente. Lo miré confundida. Él esbozó una sonrisa. "Lo sabía"
¿Qué? No entendía a qué se refería.
"Tú todavía me querí, todavía sentís cosas por mí" susurró. Y puta, sí, tenía razón, y me odiaba por lo mismo. Se supone que yo quiero a Cristopher, no a Mauricio. Mauricio malo, caca.
"N-no, no sé de qué estái hablando" contesté
El frío comenzó a calar en mi cuerpo, estaba muriéndome de frío, ya veía que me daba una hipotermia. Mauricio frotó sus manos contra mis brazos, al parecer había notado mi estado. Se sacó su chaqueta y me la puso (LA CHAQUETA HUEÓN DFGHDF). Maldita sea, obviamente tenía que tener su aroma.
"Vale, sorry por lo que pasó hace unas horas. De verdad yo no quise decir nada de eso... Yo te quiero, ya te lo dije, y me desespera verte con ese ahueonao" señaló la puerta de mi casa. "Él no te merece, Valentina"
"¿Y tú sí?" alcé una ceja.
"B-No...No, pero yo sí te amo, Vale, y yo sé que puedo hacerte feliz, a ti y a mi hijo"
Sentí las ganas de llorar creciendo en mi interior. Mi respiración comenzó a ser superficial. No podía con esto.
"Mauricio, por favor, ándate" supliqué. Él me miró afligido. Sacó algo del bolsillo de la chaqueta que me había puesto y me lo entregó. Era un peluche de osito.
"Por favor, dáselo a mi hijo, quiero que lo tenga, Vale"
Situación de mierda, ¿por qué tan sentimental? Quería tirarme al piso a llorar como una hueona.
"Mauricio..."
"Me tengo que ir, mi vuelo sale en unas horas" se apresuró a decir. "Yo... Aún te amo Vale, solo quiero que lo sepas" me miró directamente a los ojos. "Te amo" susurró y volvió a unir sus labios con los míos. La carne es débil, dicen por ahí. Me entregué al beso de Mauricio. Maldición, lo iba a extrañar. Pasé mis brazos por su cuello mientras él me apegaba más a su cuerpo, brindándome calor. Se alejó de mí rápidamente y lo miré sin entender. "Vuelvo dentro de un mes, Vale, por favor, piensa lo que haces... Date cuenta de a quién amas, de con quién perteneces" besó mi frente y se fue, dejándome con su chaqueta y el estúpido peluche.
¡No podía! No podía venir y arruinarme de esta forma. Mauricio no podía venir y sacudir nuevamente mi mundo como si nada y luego irse por un mes, ¡Un mes hueón! Estaba perdida. Entré a la casa con llorando como una magdalena, no podía creer que así de fácil Mauricio había logrado que me volviera en mi contra. Yo en mi contra. Ya no estaba tan segura... de nada. Pero sabía que no quería dañar a Cristopher, él no se lo merecía... Ay, estúpido Mauricio, ¿Qué mierda me hiciste?
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IHHHHHHHHH
ESTO NO ERA LO QUE BUSCABA PERO BUE
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True Colors
FanfictionElla era la cordura que necesitaba. Él coloreaba los días de ella. Pero cuando todo termina, ¿hay forma de arreglar las cosas? -psttrr©.