"¿Qué mierda te pasa?" gritó Mauricio. Me encogí en el sillón. Había sido una muy mala idea. "¿Cuál es tu problema, Valentina?"
Había pasado ya una semana y me había decidido por fin a contarle a Mauricio sobre mi problema. La Consu y la Fran tenían razón, no podía ocultárselo, más si ahora estaba embarazada.
"Mauri... Yo te iba a contar antes pero-"
"Pero nada" me interrumpió. "Tienes esto hace unas semanas y no me dijiste nada, ¿No pensaste en tus hijos?, ¿Por qué mierda no quieres operarte?" me miraba enojado.
Y la verdad es que tenía razones para estarlo. Quizá no debí haberle dicho que no quería operarme.
"Mauri, tengo miedo" susurré. Él entrecerró sus ojos. "Yo estaba aterrada, no sabía qué decirte, y me dan miedo las operaciones, ¿qué pasa si en el pabellón me pasa algo?, ¿Si me muero?, ¿Si pierdo a mi bebé?" llevé mis manos a mi vientre. "Mauro yo no quiero hacerlo. Hay tanto que no sé, hay tanto que me lo impide... Además no quiero, no quiero quedarme sin..." miré mi busto. Lo sentí resoplar.
"Y yo no me quiero quedar sin ti, Valentina" se acercó a mi y se arrodilló. "Todo esto podemos solucionarlo. A ti te están dando la oportunidad, tu puedes prevenirlo, ¿Y prefieres morirte?, ¿Dejarme solo, con nuestros hijos?" negué con la cabeza. "¿Entonces?"
"No sé"
"Esos no sé, no me sirven, Vale. Si estabas tan desinformada, si te sentíai tan desinformada... Existe google" evité rodar los ojos. "Esto es un tema importante, y no entiendo por qué no me lo contaste apenas supiste"
"¡Porque no quería verte mal!" lo miré a los ojos. "No quería que sintieras lástima de mí, porque lo único que me llevaría a pensar es que solo te quedas conmigo por lástima y por nuestros hijos. ¡Voy a estar plana, voy a ser fea-"
"¿De verdad creís que soy ése tipo de hombre?" me interrumpió. Se levantó y caminó hasta la ventana. Minutos después se volteó a verme. "Pensé que me conocías..."
Y claro que lo hacía, pero a veces el amor no lograba superar la atracción física, ¿o sí? Maldita sea. No quería operarme, y sí, quizá era la decisión más estúpida del mundo, pero era mi decisión.
"Vale, mi amor, piensa en tus hijos, en tu familia, tus amigas... en mi. Ninguno de nosotros quiere perderte. Yo no quiero perderte" murmuró. Me levanté y caminé hacia él. "Mañana mismo vamos a ir a un doctor para ver qué podemos hacer" dijo con determinación. Asentí, no sacaba nada con pelear con él, si en el fondo iba a terminar haciendo lo que él quería quisiera o no.
"Pero no te enojes conmigo, porfa" él sacudió su cabeza y me abrazó.
"Me haces tanto rabiar" murmuró sobre mi pelo.
"Te amo, Mauro" susurré.
"Yo a ti, Vale... Por eso me preocupo por ti, por eso me enojo. No podría vivir sin ti"
Permanecimos abrazados por un largo tiempo, fuimos interrumpidos por nuestro hijo.
"¿Qué pasa?" preguntó. "¿Por qué se abrazan?"
Mauricio rió.
"Porque amo a tu mamá" mi bebé frunció el ceño. Se acercó a nosotros y me abrazó.
"Yo también amo a mi mami"
Que bebé más lindo. Sonreí y lo abracé.
"Y yo a ti mi bebé" lo tomé en mis brazos y miró a Mauricio.
"Es mí mamá" le sacó la lengua. Mauricio rodó los ojos.
Mi hijo era igual de peleador que él, Dios mío. Joaquín bostezó y lo llevé a su pieza para que se acostara. Cuando se cambió el pijama y se metió en la cama me miró.
"¿Te vas a casar con mi papá?" fruncí el ceño. "La tía Carla dijo que cuando las personas se amaban mucho mucho se casaban y tenían muchos hijos.... Mami, yo quiero hermanitos... Muchos, como la Jo, la Maite, el Mateo, la Ema y la Agus" me aguanté la risa. Ni cagando iba a tener tantos hijos. Yo no sería capaz de cuidarlos.
"Pero bebé, ya tienes un hermanito en camino" sonreí. "¿Y aún así quieres más hermanos?" él asintió. "Veremos con el tiempo" no, yo ni muerta pasaría los tres hijos... ni los dos hijos. Le di un besito en la frente y fui a acostarme.
Mauricio estaba ya acostado en la cama. Me puse mi pijama y me metí. Estaba haciendo frío. Mauricio no tardó en pasar su brazo alrededor de mi cintura.
"¿Ya se durmió?" susurró en mi oído. Asentí. Me dio vuelta y se puso sobre mí. "Te amo" dijo antes de unir nuestros labios. Y yo sabía perfectamente lo que eso significaba. Mauricio quería que hiciéramos el amor, y yo no le iba a decir que no. Así que una vez más me entregué a él, porque lo amaba totalmente, y estaba dispuesta ha hacer todo por verlo feliz... incluso operarme.
Sus besos me despertaron por la mañana. Abrí los ojos y él me miraba con una sonrisa gigante en su rostro.
"Hoy es el día, vamos" se levantó. "Tenemos que ir al doctor"
Asentí con una sonrisa. Nos levantamos y nos vestimos rápidamente. Vestí a mi bebé y luego de desayunar fuimos al doctor. Había logrado aprender algo de italiano con el pasar del tiempo, así que podía comunicarme con la gente.
Nos sentamos en la sala de espera, obviamente a esperar. al cabo de unos minutos, Joaquín comenzó a inquietarse, así que Mauricio lo llevó afuera del hospital, dejándome sola. No alcanzaron a pasar ni 5 minutos de eso cuando salió un doctor. Un caballero de edad, pelo canoso y alto.
"Valentina López" pronunció mi nombre con dificultad. Me levanté del asiento y lo seguí hasta su box de consulta.
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HOLA HOLA HOLAAAAA
ESTOY AQUÍ DE VUELTA XMCBNXV, ADIVINEN QUIÉN VOLVIÓ A ENFERMARSE SIN SALIR DE SU RESFRIADO DFMNBGSDMNB.Quedan dos extras aúnnn, el próximo lo subiré muy pronto.
Solo quiero decir: NI SE IMAGINAN LO QUE SIGUE SJDFAKVBNCVNLOVE PARA TODASSSS
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True Colors
FanfictionElla era la cordura que necesitaba. Él coloreaba los días de ella. Pero cuando todo termina, ¿hay forma de arreglar las cosas? -psttrr©.