Capítulo 15

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Desperté agitado y con un calor sofocante. Sentía un fuerte ardor en mi espalda y digamos que mi respiración rápida no ayudaba mucho.

Solo fue otra pesadilla de la larga lista, Harris.

Trataba de que mi mente captara aquello. Aunque a mi pesar, sabía que no era verdad. Mis malos sueños usualmente trataban sobre Emily. Diferentes escenarios pero mismo punto al fin. Este, parecia algo irreal, nunca he tenido sueños tan fuera de la realidad, ni cuando era niño siquiera. Aunque tampoco fue la exepcion de que se sintiera tan real.

La sensación de algo picando en mi espalda no cesaba, así que contra mi voluntad, salí de mi cama arrastrandome hacia el baño. No me choque con nada, ya que con el paso del tiempo me acostumbre a caminar medio dormido por, aproximadamente, toda la casa.

Encendí la luz del baño y no pude evitar gruñir por la repentino brillo que me pegó en la cara. Hay veces que me sentía como si fuera un vampiro ermitaño. Me pare frente al espejo, y ignorando mi reflejo fantasmal en él, me dí vuelta para observar sobre mi hombro mi espalda desnuda.

Todo rastro de cansancio se esfumó rápidamente al ver las dos líneas rojas carmesí en forma de V decoraban desde mis omóplatos hasta mi cintura baja. Anonadado, toque con sumo cuidado una y un sentimiento de escozor salto por todo mi cuerpo logrando que inspire fuertemente.

Por alguna razón sin explicación coherente, me dirigí a la ducha y regule el agua para luego, sin quitarme los pantalones que usaba para dormir, me metí dentro ella. La lluvia de agua me mojó en tan solo segundos y sin tomarle importancia a mis pantalones ahora húmedos, me sente en el suelo de la ducha. El placer se instaló en mi cuerpo al notar como el ardor en mi espalda disminuía al agua caer en ella. Daba pequeños sacudidas cuando alguna que otra gota caía lo suficientemente fuerte para hacerme un poco de daño. Pero no le daba mucha importancia.

La escena que vi en la casa de George entre el tal Zane y Phoenix empezaron a surgir en mi mente y intentaba relacionarlo con mi reciente sueño. Nada de esto tenía sentido, las cicatrices, los dolores al tener aquella clase de alucinaciones y las palabras de Phoenix. No podía ser real, no debía serlo. Mi cabeza no dejaba de repasar cada cosa que ha sucedido desde que ella llego al pueblo, esto ya no era normal.

Ella, simplemente llego y puso todo patas para arriba. Ya no tenía definido lo que era real o no. Desde que Emily desapareció, mi vida había perdido todo su sentido. Pero desde que conocí a Phoenix el mundo ya no es lo que creí que era. Siento que me estoy volviendo loco. Paranoico. Que todo esto es un bizarro sueño y que cuando despierte, volvería a la realidad en la que me había tirado a Sidney Miller en la fiesta del viernes.

Necesitaba alguien con quien poder hablar. Y por mas que deseaba ir con Phoenix, empezaba a tener un sentimiento de desconfianza hacia ella.

Sabia quien era la única otra persona a la cual podia recurrir, y que me diría que si el que esta loco es ella o yo.

[...]

Me encontraba escondido entre la multitud. Mi gorra de béisbol lograba ocultar mi cara y mi postura tranquila hacía que todos en los pasillos de la escuela no me dieran ni una segunda mirada.

Observaba como un alcon a la multitud de wlumnos tratando de visualizar a mi objetivo. Una vez que lo encontré, espere a que pasará fremte a mi y sin perder mi tiempo, lo tomé del brazo y rápidamente nos encerre en el armario del concerje.

Solté un suspiro orgulloso de mi por ser tan ágil y palpee la pared buscando el interructor de la luz, una vez que lo encontré, el cuarto rápidamente fue bañado por la luz de la lámpara. Eleve una ceja divertido al encontrarme con mi mejor amigo con los ojos fuertemente cerrados y temblando.

- ¡No tengo mucho dinero pero toma! - Me tendió su billetera. - ¡Sólo no me hagas daño!

Me encogí de hombros y la tome para luego abrirla. No pude evitar estallar en risas al ver su contenido.

- Cinco dólares no bastarán Houst. - Le dije en tono burlon sin dejar de reír.

Houston abrió sus ojos y al ver que se trataba de mí se relajo notablemente.

- Esperaba que me pagues el almuerzo. - Habló con desinteres. - Ahora devuélveme mi anorexica billetera y dime que demonios te pasa por la cabeza para asustarme de aquella manera, hombre.

Me quite la gorra dejandola a un lado y antes de dejar que tomará su cartera retrocedi mi brazo ganandome una mala mirada de su parte.

- Pagaré tu almuerzo, si prometes escucharme atentamente sin interrumpirme. - Asintió con la cabeza y cautelosamente le devolví su billetera.

- ¡Ja! Es el almuerzo más fácil que he ganado en los últimos veinte años. - Dijo orgulloso de mi mismo mirando al mas allá.

- Tienes diecisiete años, Houston. Dejate de estupideces.

Puso los ojos en blanco.

- Callate y apúrate que si llegamos a saltarnos nuevamente Historia nos enviarán al despacho del director.

Dejé la diversión para otro momento y puse mi mejor cara de póquer. Le conté todo, desde la noche en que Phoenix vino a casa, hasta la extraña conversación que escuche en la fiesta de George entre su amigo y ella. Houston me escucho atentamente y no me interrumpio tal como nuestro trato era. Lo observé todo el tiempo para ver si me creía o no. Hubo momentos en los que creí que saldría corriendo y llamaría a un manicomio diciéndoles de como me había vuelto loco. Pero su expresión de estar dandole vueltas en su cabeza a mis palabras e intentando buscar explicaciones razonables me dio la esperanza de que llegara al mismo punto que yo lo hice.

Suspire fuertememte al terminar mi relato y observe a Houston esperando palabras de su parte.

- Amigo. - Me miró con ojos apenados. - Quiero creerte pero me es imposible. Lo siento.

Sentí como mi mundo se derrumbaba poco a poco mientras Houston pasaba junto a mi para largarse.

- Espera, Houst. - Lo llamé cuando llego a la puerta y derrotado, se dio vuelta dandome toda su atención. Un recuerdo llego rápidamente a mi cabeza y me maldije a mi mismo por no haber comenzado desde allí. - Dime si esto te parece normal. - Y dicho eso, me quite mi camiseta y dandome vuelta le deje a la vista mi espalda.

- ¡A la mierda Historia y el director!

The Wolves (WESTERWOOD #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora