Capítulo 16

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- ¡IDIOTAS!

Un brazo rodeo mis hombros provocando que me exaltara. Rápidamente observe a mi costado para encontrar con Mia con sus brazos alrededor de Houston y yo. Sonreí forzadamente.

- ¿Qué sucede MiauMiua? - Dije con voz cálida.

Ella me miro mal para luego caminar con nosotros por los pasillos llenos de estudiantes.

- ¿Por que demonios se han salteada Historia? - Hablo ella curiosa. - Ha estado explicando los ultimos temas para la prueba de mañana.

- ¡Carajo! - Houston se dio un golpe en la frente, intentando evitar el tema. - Me ira muy mal mañana. Mis padres ya  me han advertido que si repruebo alguna me quitaran mi querido Jeep.

- ¡Que pena Houst! - Bromeo Mia poniendo los ojos en blanco. Sabia que ella se encontraba tan aliviada como yo ya que no estaríamos en peligro de muerte hasta que le devuelvan su auto a Houston.

- Maldita. - Susurro mi amigo por lo bajo haciendo que riera.

Mia le pego levemente en el estomago. Al llegar a mi casillero, lo abrí comenzando a sacar mis libros para las próximas clases mientras Mia y Housoton se apoyaban en los lockers junto a mi.

- ¿Qué ha sido tan importante para que se saltearan Historia? - Pregunto Mia repentinamente.

Me quede estático por al menos un minuto para luego mirar de reojo a Houston. 

Luego de que le mostrara las lineas rojas de mi espalda, nos quedamos en el armario del conserje tratando de entender la situación. Literalmente, teníamos miles de hipótesis. Pero ninguna parecía posible, aunque el hecho de que dos heridas aparezcan sin razón alguna no era muy normal que digamos. 

- Nada de que debas preocuparte, Mia. - Conteste luego de un tiempo cerrando mi casillero y comenzando a caminar hacia el laboratorio. 

Sabia que ella no se quedaría con esa escusa barata, pero era lo único que pude pensar en responderle.

- ¡Oh vamos, Dyl! - Ella se puse frente a mi cruzándose de brazos. - No soy idiota. Díganme.

Houston llego a mi lado y la observo.

- Es un tema de chicos, así que no metas tus narices en esto Mia.- Dijo Houst frió.

Me sorprendí al notar su tono. El nunca de los jamases, había sonado tan duro con Mia como lo había hecho recién. Habíamos acordado ambos el hecho de no contarle a Mia nada de lo que estaba sucediendo por varias razones pero la principal de ellas era que Phoenix era su amiga, y no queríamos que ella nos viera como locos o que se alejara de ella sin una respuesta concreta. 

Miré a Mia y me puse dar cuenta de cuanto le había afectado las palabras de Houston. Se encontraba shockeada, al igual que yo. La entendía, siempre le habíamos contado todo. Nunca hicimos excepciones con ella por ser mujer, era como un chico mas y la confianza también siempre fue igualitaria.

Nos quedamos quitos por un momento.

- Te veré en el laboratorio, Dylan. - Dijo Houston para luego irse.

Observe como desaparecía entre la horda de adolescentes.

- Mia. - La llame una vez que perdí de vista la castaña cabellera de mi amigo.

Se encontraba con la cabeza baja y al escuchar mi voz la elevo. Sentí como un nudo se formaba en mi garganta al notar como sus ojos verdes se encontraban cristalizados y su nariz se había puesto levemente rojiza. Sin poder evitarlo, la rodee en un abrazo sobando con mi mano libre su espalda.

- Shh... Tranquila. - Dije suavemente al escucharla hipar en mi cuello. 

- ¿He dicho algo malo? - Pregunto ella con voz ahogada.

- No, MiauMiu. No has hecho nada malo. - La aleje levemente de mi. Puse ver como caía una lagrima por su mejilla. - Solo intentamos no preocuparte, entiéndelo. - Limpie con mi pulgar la lagrima.

- ¿Pero no podía decirme simplemente eso? Nunca lo vi tan enfadado. - Sobo su nariz.

Vaya ¿por qué esa acción me había parecido tan tierna?

- Estrés. Mañana comenzamos con las pruebas antes de las vacaciones Mia. Y realmente esta preocupado de reprobar. - Aparté un mechón de su rojizo cabello que se había escapado de su coleta.

Ella asintió, sabia que estaba mitad mintiéndole, pero al parecer tenia miedo de que reaccionara igual que Houston así que lo dejo pasar.

- Hagamos algo ¿Si? - Me observo poniendo toda su atención en mi. - Ven a casa por la tarde. Le diré a Houst que también lo haga y así nos explicas lo que perdimos de historia. Seguro eso lograra calmarlo. ¿Bien? - Ella asintió frenéticamente encontrándose un poco aliviada. - Nos vemos luego Mia. 

Al pasar por su lado dirigiéndome hacia el laboratorio, le alborote el cabello cariñosamente.

- ¡Vete al infierno! - Grito ella divertida en mis espaldas.

- ¡Lo haré si tu vienes conmigo, princesa! - Le respondí observándola sobre mi hombro sin dejar de caminar sonriendo tontamente. 

Realmente, adoraba a Mia.


The Wolves (WESTERWOOD #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora