Capítulo 12

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Había olvidado lo grande que era la casa de George Vandders, teniendo cuanta que hace no tanto estuve aquí en la ultima fiesta que hizo. Luego de que Houston encontrara lugar para estacionar definimos quien seria el conductor designado, digamos que no era muy bueno en piedra papel o tijera, así que he quedado yo. Tampoco era que pensara tener una noche de borrachera y una chica en la cama, creo que mi cabeza se encontraba lo demasiado ocupada con Phoenix en ella para ponerme loco por un par de piernas calientes.

- Aquí vamos. - Houston dijo como un niño pequeño, realmente se encontraba emocionado. Hacia ya un mes que no íbamos a una fiesta, exactamente la ultima que fuimos fue el día antes de la llegada de... Phoenix. Realmente parecía un acosador pensando todo el tiempo en ella.

Mi cabeza me esta volviendo loco.

Houston, junto a una muy sexy Mia, caminaban animadamente hacia la casa de Georgo conmigo detrás de ellos. La música se iba volviendo mas fuerte  a medida que nos acercábamos y para cuando me di cuenta, ya nos encontrábamos allí.

Las fiestas de Vandders eran calificadas como las mas locas y divertidas de todo el pueblo. Siempre te encontrabas con las típicas peleas de gatas, gente bebiendo y bailando sin cesar. Sinceramente no te decepcionaban.

- ¡Dylan! - Una voz femenina chillo.

Eleve mi mirada de mis Vans para encontrarme con una chica caminando a tropezones hacia mi. Fruncí el ceño. Realmente se encontraba borracha y no lograba recordar su nombre. Cabello rubio platinado, cintura pequeña pero caderas que matan, piernas largas pero seguramente no lograba ni con esos tacos llegar a mi, ojos negros, nariz pequeña y labios carnosos. Un nombre cosquilleaba en la parte trasera de mi mente pero sinceramente no salia de allí.

- Susan. - Oi como Houston silbaba junto a mi, así que lo mire. Se encontraba con las cejas alzadas y sus ojos se dirigieron hacia mi. - Que tengas una buena noche, amigo. Solo recuerda que nos debes llevar a Mia y a mi sanos y salvos. - Me hizo un guiño para luego dirigirse con Mia hacia dentro de la casa.

No pude evitar reír al ver la cara de asco de Mia al ver a Susan. Realmente odia a las zorras.

- ¡Dyyyyyl! - Unos brazos se colgaron alrededor de mi cuello tirando su peso contra mi.

Tambalee observando a la rubia sonreírme grandemente.

- ¡Hey! Susan... - Hable incomodo entre sus brazos tratando de sostenerla.

- ¿Como has estado cariño? Me has tenido descuidada. - Hizo cara de cachorro.

- Yo.. Realmente no me encuentro del todo bien. Lo siento. - Carraspee.

- Pues, - Una mirada juguetona cruzo por sus ojos. - Yo te podría poner bien. - Se acerco a mi oído. - Realmente bien. - Susurro.

Trague saliva.

- Mira, Susan. - Comencé a decir pero me detuvo apartándose de mi y cruzándose de brazos.

- ¡Prometiste estar conmigo! - Ante mi mirada confusa se explico. - La anterior fiesta estuviste con Sydney toda la noche y me dijiste que la próxima estarías conmigo.

Solté un suspiro recordando ese momento.

Hay veces que ni yo me creo lo asno que puedo llegar a ser, en serio.

- Esta bien, cariño. - Tome su mano con una sonrisa forzada. Ella no pareció darse cuenta de eso ya que sus ojos se iluminaron.

- Te prometo que la pasaras genial. - Dijo en tono coqueto y divertido.

Me arrastro hasta dentro de la casa. El humo y el olor a cerveza y marihuana me golpeo en la cara fuertemente. Todo sucedía como en cámara lenta, Susan me arrastraba entre el mar de gente. Algunos me saludaban, algunas chicas me miraban deseosas mientras otras observaban envidiosas a Susan, muchas intentaron coquetearme pero al ver la mirada de la chica que iba conmigo salían corriendo. Creo que Susan ha ganado algo de respeto desde la ultima vez que la vi. No se en que momento ya nos encontrábamos en la cocina y la rubia me ofrecía un vaso rojo.

La mire alzando una ceja.

- No le he puesto nada cariño, confía en mi. - Me guiño un ojo.

Dudoso lo tome, un vaso no me haría correr desnudo por las calles a la madrugada. Créanme, ya lo se de antemano.

Concentrado, me apoye en una de las puertas que daba directo a la gran sala. Recorrí mi mirada por todo el lugar intentando visualizar a mis amigos. En especial a Mia. Porque soy consciente de como se ve ella esta noche y se lo que pueden llegar a hacer los idiotas de este pueblo.

- ¿A quien buscas? - Canturreo Susan poniendo su mano en la parte baja de mi espalda y apoyándose en mi costado.

- Mia. - Dije seco, no me importaba que pensara de mí tratando de tener dentro de mi perímetro a mi mejor amiga.

- Allí se encuentra. - Señalo hacia una de las esquinas del improvisado pista de baile. - Esta hablando con esa pareja. - Aclaro.

Entrecerré mis ojos tratando de visualizarla mejor. Efectivamente allí se encontraba, hablando animadamente con una chica y un chico. Puse mas atención hacia la pareja y al darme cuenta quienes eran lamente hacerlo. La chica de cabello largo y castaño era Phoenix. Una chispa de ilusión se formo dentro de mi, pero al ver como el chico junto a ella la tomaba de la cintura logro que ese sentimiento fuera remplazada por rabia sin sentido. Al parecer, el idiota que la acompañaba sintió mi mirada sobre el ya que quito su atención de lo que mi amiga decía y me observo. Sentí como el asombro de hacia presente en mi cuerpo dejando de lado mi inexplicable enojo.

Era el chico que nos había estado observando en el campo de lacrosse.

- ¡Vayamos a bailar! - Grito sobre la música Susan tomando mi vaso ya vació y tirándolo un lado para luego guiarme entre medio de la gente para bailar.

Perdí de vista a Phoenix y al chico del campo de lacrosse pero al intentar encontrarlos Susan tomo mi cara entre sus manos para que centrara mi atención en ella. 

- Amo esta canción. - Susurro la rubia cerca de mi para luego empezar a bailar lentamente.

Capte como Jealous de Nick Jonas empezaba a resonar por toda la casa.

Mire divertido como Susan bailaba sonriéndome como una niña. Me tomo la mano para acercarme a ella, paso un brazo por mi cuello y no pude evitar comenzar a moverme cerca de ella. No pude contener el sentimiento de tranquilidad que empece a sentir sobre mi al bailar con ella. Hace ya unos días mi vida no se sentía tan... normal. No recordaba ni lo que era reír tontamente con una chica sin razón. La realidad era que no era un chico enamoradizo, pero puedo asegurar que aunque con ninguna de las chicas con las que estuve nunca sentí algo serio, debía reconocer que tenían tal encanto que embobaría a cualquiera.

Me sentí grandemente observado, así que quite mi atención de Susan para buscar su fuente. Me encontré con tres pares de ojos con su atención en mi. Mia, tenia una mueca de asco y repulsión que claramente no intentaba disimular; el chico de cabello negro me seguía observando con ojos fríos; y Phoenix se notaba tensa, al darse cuenta que la observaba trabo su mirada con la mía era como si quisiera decirme algo pero realmente no lograba descifrar. Hice un amago de querer acercarme pero eso provoco que ella se acercara mas al chico junto a ella. Moví mi mirada hacia Susan la cual seguía bailando sin notar la tensión en el aire, ella me miro con una sonrisa brillante y sin pensarlo dos veces la tome por las mejillas y junte sus labios con los míos.

The Wolves (WESTERWOOD #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora