Capitulo 23: El sentir que todo mejora

213 22 1
                                    


Mateo

Intentar olvidar a alguien, intentar dejar de sentir amor por alguien y que el corazón no te lo permita es algo muy común que ocurre. Y yo estoy feliz de que a mi también me haya ocurrido. Porque a pesar de todo lo que pasó, de todos los engaños y todas las mentiras y trampas para separarme del hombre que amo, no ha funcionado. 

Si nos han separados.. pero nunca pudieron, ni yo mismo, borrar ese amor que siento por él y sé que también él siente por mi. 

Porque a pesar de todo: seguimos amándonos. 

Pero para poder estar bien nuevamente, teníamos que arreglar ciertas cosas. 

–Dígame su nombre completo –pidió el comisario que tomaba la declaración de Damian. 

–Damian Ferrer y el de ella Sabrían Montreal –contestó mi novio sentado en la silla frente al escritorio. 

A su lado estaba sentado Armando y de pie atrás estábamos Oscar y yo. Armando tenía que declarar igual que Damián ya que él fue el testigo y quien salvo a Damián. 

–¿Donde se encuentra la mujer ahora? –les pregunto a ambos. 

–Yo la encerré en su habitación. Era la única forma de sacar a Damián de ahí sin que tuviera que lastimar a Sabrina –respondió Armando. 

–Bien –el comisario se puso de pie al igual que mi novio y mi amigo– Les tendré que tomar declaración uno por uno a los cuatro ¿Ok? 

Todos asentimos dispuestos a colaborar. 


Las horas pasaron y uno a uno fuimos declarando. Tuvimos que contar desde el principio como había ocurrido todo y afortunadamente eso bastó para que fuera tomada y procesada la denuncia ya que un patrullero fue a la casa de Sabrina y la arrestaron, además de que en el sótano se encontraron evidencias de que efectivamente ahí hubo alguien retenido contra su voluntad durante días. 

–Vamos –le dije a Damián cuando terminamos de hacer efectiva y oficial la denuncia. 

Cuando salimos de la comisaría una patrulla llegaba y frente a nosotros a tan solo unos metros, dos policías bajaron a Sabrina del auto esposada. 

Ella se resistía pero cuando nos vio su rostro palideció. 

Damian tomo mi mano fuertemente. Yo también tomé la suya y note la ira crecer en los ojos de Sabrina.

–¡Damian! – grito ella intentando acercarse a nosotros pero los policías la retuvieron mientras ella forcejeaba por soltarse del agarre y caminar hacia nosotros– ¡Damian mi amor! ¡Aléjate de él! –gritó mirándome con desprecio– ¡Él solo quiere separarnos! ¡Nos quiere alejar Damian! ¡No lo permitas mi amor! –continuaba gritando totalmente histérica. 

Yo mire a Damián que lejos de mirarla con odio la miraba con lástima. Después de todo fue su mejor amiga durante años, y puedo entender la tristeza que esto le generaba. 

–¡Maldito no me lo vas a robar Mateo! –exclamó mientras la ingresaban a la comisaría. Sus gritos cada vez se hacían más lejanos– ¡¡Damian, mi amor, no me abandones!!

Ambos mirábamos hacia donde los policías la llevaron. Sabrina no solo estaba loca, estaba trastornada en serio. Seguramente necesitaría ayuda psicológica.

–Hey...–le hable suavemente girando su rostro para que me mire a mi– Ya paso. Ya estamos juntos no quiero verte triste.

Él me dedicó una media sonrisa y me dio un suave beso en los labios.

–Será mejor que nos vayamos de aquí –comentó Armando y después nos fuimos los cuatro hacia mi casa. 






La noche había llegado, este había sido un día bastante largo, pero el caso era que aún no terminaba...

SIENTO                                             (Gay) [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora