| C A P I T U L O 5 |

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Narra ____

—Corre, que nos están esperando— jale a mi amiga fuera de la habitación y a paso veloz comenzamos a bajar las escaleras, las piernas me temblaban como gelatina, por una extraña razón mi piel se había erizado.

Asome mi cabeza por la orilla de la escalera, ahí estaban, sentados de espalda. Villalobos llevaba una playera azul marino con detalles en blanco, parecía llevar unos jeans un poco ajustados. Por su parte Arango llevaba una playera negra básica

—Ve— susurro Paola en mi oído derecho

—Iremos las dos, pedazo de animal— la jale, pero esta se opuso, por lo que comenzamos a forcejear en la escalera

—Suéltame Paola— jale más de su agarre. Ambas caímos al suelo, su pequeño y delicado peso quedo arriba de mi indefensa persona. Espero que no haya sufrido daños internos, pensé. Por un momento olvide la situación en la que estábamos, los chicos nos veían con una cara que expresiones múltiples, no sabían se correr a ayudarnos o correr para darnos un caluroso abrazo

—Uy deben estar sedientos— busque una excusa para huir —Iremos a la cocina por unos cuantos vasos de agua— arrastre a mi amiga (literalmente) hasta la cocina

—¿Qué fue eso, babosa?— cuestionó algo molesta

—Calla idiota, que por tu culpa nos caímos— arregle me cabello — ¡Gran Manera De reencontrarse con el amor de su vida!—hable con sarcasmo —Ahora ayúdame a poner agua en esa jarra— apunte al fregador, donde una garra de vidrio esperaba ser tomada entre las manos de mi amiga

—Ya está— hablo cuando la jarra tenía hielos y el respectivo líquido hidratante

—Vamos— caminamos en dirección a la sala, sin mirarlos dejamos las cosas en la mesa de centro y ambas nos sentamos en el sillón más apartado de ellos

—Hola— saludo paila cabizbaja, estaba nerviosa puesto que sus dedos no dejaban de hacer movimientos extraños

—En cantado de verlas— esa voz, Sebastián.

—Si, ha pasado mucho tiempo— hable de la misma manera en la que lo hizo mi amiga

—La verdad es que nunca creímos que volverían—Dijo Arango, al parecer ellos sabían actuar muy bien, ya que no se notaba algún tipo de nervios en el.

—Ni nosotras— tartamudeo Paola. No vamos a poder, no vamos a mirarlos jamás.

—¿Sucede algo?— cuestionó Villalobos al ver nuestra actitud

—No, ninguna— levante mi rostro para verlo. Se encontraba con una sonrisa nerviosa, pero hermosa sin duda alguna, su cabello ya no estaba cubierto con una gorra como antes solía ser, ahora lo peinaba hacia arriba y estaba más corto, lo había aplacado. Su rostro le echaba más edad a su persona, se veía más grande. En sus brazos habían más tatuajes, ese brazo tenía a decir verdad muchos.

—¿Segura?— volvió a preguntar al ver que me quede perdida en el

—Si, estoy mejor que nunca— sonreí estúpidamente, incorporándome de nuevo en mi asiento

—¿Y tú Paola?— Arango se dirigió a mi amiga, quien parecía estar perdida

—Me siento un poco mal—Se paró y camino hacia la escalera —¿Puedes acompañarme?— miro a Arango y este la siguió, y fue así como los dos desaparecieron de la escena

—¿Y cómo va todo?— pregunto después de un largo, pero muy largo silencio incómodo

—Muy bien— sonreí ampliamente

—______, regreso en 30. No hagas cosas malas— interrumpió Rubén de mala gana

—¿Quién es el?— cuestionó Sebastián al instante

—Mi mejor amigo— respondí retándole importancia a esto

—Mario se pondrá mal cuando se entere de su nuevo reemplazo— ambos soltamos una gran carcajada —Te extrañe— se paró del sillón y camino hacia mi

—Sebastián, no—

—Por favor— huí de él

—Dame un beso— suplico con un puchero en su rostro

—Sebastián no pode...— el timbre de un celular me interrumpió. Era el móvil de Sebastián el que sonaba, este se encontraba en la barra, camine hacia él y mire la pantalla por "acción dente" "Princesa" decía en esta

—Lo mejor es que te vayas, tu oren esa ha de estar desesperada. De seguro no sabe qué viniste a ver a tu ex— le entregue el móvil y subí las escaleras, él tenía una relación. Me adentré en el baño, sé que con coraje las lágrimas que comenzaban a inundar mi rostro.

Llevaba acá al rededor de 15 minutos, había logrado tranquilizarme un poco, pero el simple hecho de recordar lo sucedido me ponía mal

—Ya sal de ahí amiga— Paola tocó la puerta

—Tiene novia— sollocé sorbiendo mi nariz

—Tal vez sea un mal entendido— trato de animarme

—No lo es, él ya tiene a alguien más—

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Creían que las dejaría sin capítulo 😂❤️

Intercambio | T2 | Sebastián VillalobosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora