| C A P I T U L O 2 4 |

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Narra _______

Coloque a Sebastián en la cama con ayuda de Alex, ella al parecer era buena en lo que hacía, sin embargo no me gustaba la buena y grata manera en la que veía a Sebastián.
—Maldita— pensé.

—_______, ve por la infusión de Sebas, yo le quedo con él— ordenó la enfermera

—Mira, tú vas por la infusión y yo me quedo con Sebas— le sonreí hipócritamente, ella no iba a venir a mi casa y dar órdenes, al menos no en casa de mi hermana

—Tranquila— hablo Sebastián cuando la chica salió de la habitación

—Perdóname, pero no me gusta cómo te ve— fruncí el ceño

—¿Celosa?— cuestionó divertido. Él sabía claramente que estaba celosa, pero le encanta joder

—No— dije seca —Si— solté y reí fuertemente. Me lancé sobre el mientras reíamos a carcajadas.

—Feliz pareja, perdón la interrupción pero el psicólogo ha llegado— anunció Mario B entrando en la habitación —Ya están haciendo sus cosas— rodó los ojos divertido y se fue

—¿Estarás bien?— cuestioné

—Teniéndote si— musitó. Tome la infusión que traía Alex en las mano y se la di a Sebastián, para después salir definitivamente de la habitación

-/-/-/

—Si en verdad fueras su amigo como lo dices ser— lo fulminé con la mirada —No estuvieras aquí jodiendome con lo mismo— rodé los ojos con fastidio —Deja de buscarme, Daniel— exprese desesperada —No quiero problemas con Sebastián y no quiero que el resto de sus amigos me llamen puta— hable sin rodeos y salí de la cocina

—¿Qué te decía Daniel?— la chismosa de Alex apareció mágicamente tras la puerta

—No te interesa— le dije de mala gana

—Font, pero qué cara— se burló Pao cuando llegue a su habitación

—¡Coño!— grite mientras cerraba la puerta fuertemente —Daniel me ha estado tirando la onda— solté tapando mi boca al final

—¡Joder!— soltó de la cama y se colocó frente a mi

—Nos encontramos en la cocina y tocamos el tema, solo lo hice para ponerle un fin— Pao asentía —Alex me nos ha escuchado— Musité

—¿Y eso que?— alzó los hombros

—Ella puede usarlo en mi contra—

—No lo hará, ella es muy linda— sonrío —Me trajo una malteada de chocolate en la mañana— me enseñó un vaso de cristal que ya estaba vacío, pero claro que había señales de chocolate

—No puedo creer lo que dices— musité cabizbaja —Ella es una hipócrita—

—¿Estás segura?— cuestionó entrecerrando los ojos —No la conoces del todo...—

—¡Ni tú!— la interrumpí —Pero lo siento—

—Mira _____, no hables mal de alguien sino estas segura de lo que ves— corto la charla, se metió al baño y me dejo con la palabra en la boca

Salí de la habitación y camine por el largo pasillo, me encontré con la habitación de Sebastián, claramente la sesión con el doctor seguía, ya que la puerta permanecía cerrada. Me coloqué lo más cerca para escuchar la charla

—Si la quieres, lucha por ella— hablo el doctor de manera cálida

—No puedo hacer eso— hubo un silencio bastante largo —No le puedo hacer eso a ella— su voz estaba quebrándose

—No es bueno depender de alguien para ser feliz—

—No quiero lastimarla— al parecer comenzó a llorar —La amo, ella es mi todo y no quiero hacerle esto—

Me separé de la puerta y camine anonadada por el pasillo. Solo pensaba en algo, él estaba apunto de dejarme, el doctor le aconsejaba dejarme. Y el lucharía por alguien más que también quiere, joder que esa puede ser Alex

Intercambio | T2 | Sebastián VillalobosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora