| C A P I T U L O 6 |

925 60 3
                                    

Narra ______

La moneda giraba en el aire, esos nervios recorrían cada extremidad y milímetro de mi cuerpo. El resultado de esta moneda podría ser mi fin. Tal parece que esta tiene poderes anti gravedad, ya que esta no caía, solo giraba. Mas bien eso era cosa mía y de mi mente, pensé.

-¡Sol!- Festejo Selena junto con Pao

-Buuu- me limite a decir

-Ahora ve a llamarle- Hablo Paola con entusiasmo 

Tras mi derrota subí por la escalera sin fin que se encontraba frente a mi. Pesadamente comencé a subir cada uno de los escalones. Tal vez que preguntaran que es lo que ocurre. Pues resulta que Selena se sintió muchísimo porque Sebastian tenia alguien mas no por eso, si no por mi. Al verme algo destrozada esta dijo que le llamara, me negué ante eso pero ella igual se negó a que yo lo hiciera, por lo que Paola no dudo ni un momento en sacar uno de sus jugosos desafíos y si que se las rifo, porque saco una moneda y fue ahí donde empezó el aura de mi mala suerte.

-Hola- su voz.

-Sebastian, soy ____- Hable tratando de no sonar tan nerviosa

-¿Que pasa?- respondió un tanto cortante, eso me desanimo

-Necesito verte- dije sin rodeos


[...]

Me encontraba en la cafetería de una plaza, hace años que no venia acá y el lugar me ha resultado tan distinto, nada que ver a lo  que recuerdo. En fin, me siento una ridícula así. Paola y Selena se encargaron de elegir este patético atuendo que llevo puesto, este consiste en un vestido blanco con estampado de cerezas en el, unas balerinas blancas con un chaleco, me sentía la reina de las ridículas, la presidenta de su propio club de tontas enamoradas.

-Hola- escuche la voz de Sebastian a mis espaldas

-Me alegra que hayas venido- bese su mejilla y el imito la acción

-Nunca podría fallarte- me guiño el ojo y después se tomo asiento frente a mi. Miro la cartilla del menú y no e tome importancia a lo que había pedido.

-Claro- susurre cabizbaja por lo que había dicho

-Y bien- suspiro acomodándose en su asiento -¿Porque me citaste acá?- me miro fijamente. 

Me siento una tonta, el tenia a alguien y quería besarme. En realidad no sabia porque lo cite, solo lo hice por la estúpida suerte del giro de la moneda.

-No quiero que te me acerques- hable firme

-¿Porque dices eso?- intento tomar mis manos que se encontraban reposando en la mesa de vidrio, al instante las quite y este hizo una cara de confusión

-Me mentiste- Sentí como mis ojos comenzaban a cristalizarse -Querías besarme, y resulta que tienes novia- no necesitaba mas que decir, mi rostro lo dedica todo, estaba desilusionada de el.

-Perdóname, es que te vi y no pude resistirme ______- paso la mano por su cabello desesperada mente

-Mejor dime que estas jugando con ella y que también lo quieres hacer conmigo- musite

-No digas idioteces, Font- hablo cabizbajo. Este probablemente es el momento mas incomodo de mi patética vida

-Vale- suspire- ¿Que sentiste?- 

-No lo se, al verte sentí ese cosquilleo, como si fuera la primera vez- Miraba un punto fijo en el suelo- Y verte en el piso tirada, me recordó lo divertida que eres- una sonrisa se apodero de su rostro- Y ese acento español que haz tomado me ha hecho enloquecer aun mas- me miro fijamente a los ojos, puede notar que estos le brillaban, como la primera vez que le vi

-Vale, vale- dije sonriente, tal vez un poco sonrojada por el momento -Que no necesito, tu propio rostro me ha dicho suficiente. ¡Ostias! Que en verdad me da un gran coraje saber esto ahora, ya sabes que tienes a alguien mas y que yo he dejado a alguien por allá en España, saber que ya no tenemos futuro. Que en un momento lo tuvimos y que eramos tan solo unos polluelos recién salidos del cascaron, pero ahora que hemos crecido me da miedo. Porque sabíamos que había una fecha de caducidad en esto, esto que solía ser una gran relación- sorbí mi nariz-Que jamas vivimos como si hubiese sido el ultimo día de nuestras vidas, que todo lo tomamos a a ligera. Vale, que no todo quedo perdido- toque me pecho- que acá aun hay algo y se que tu también opinas lo mismo- finalice. Ya no sabia que decir. Saque 100$ de mi bolso y los deje en la mesa, después salí del lugar rumbo a casa. ¿Hice bien? Ya saben, en decirle la verdad y huir del lugar. Si, ya se que no, no me odien. 

[...]

-¡¿Como te ha ido con ese macho?!- escuche la voz de mi mejor amiga desde la cocina.

-Ay _____, eres un desastre- Hablo Selena apunto de soltara una carcajadas

-Nosotros vamos al jardín- Era Ruben, quien jalaba a Mario fuera de la sala. Estos dos se han vuelto muy unidos en estos 3 días

-¿Que vehículo te paso por encima?- cuestiono Selena

-¿Tan mal me veo?- saque mi espejo. Efectivamente, estaba espantosa y me daba miedo mi propio aspecto. ¿Tanto llore en el camino?

-Creo que te ha ido bastante mal amiga- Dijo Pao limpiando el delineador que yacía en mis mejillas

-Mal, muy mal- ahogue esas ganas de llorar

-Vale, ¿Que te parece si nos cuentas mañana? Por ahora puedes ir a dormir, en tu pieza te he dejado unas galletas que preparamos- Paola me acompaño hasta las escaleras, me dio un beso en la frente y fue directo a la cocina.

Subía pesadamente las escaleras, me sentía fatal. ¿Tanto para eso? Me siento una ridícula. Me despoje de mi ropa, quedando desnuda entre las sabanas de mi habitación, creo que hoy dormiré sola. Aprovechando la ausencia de un hombre saque el vibrador de mi cajón. 

-De seguro tu me quitas la depresión- Le hable al juguete y lo introduje en mi boca para lubricarlo. Abrí las piernas y lentamente comencé a meterlo, se sentía tan bien.

Lo sacaba y lo metía rápidamente, trataba de ahogar esos tercos gemidos que me golpeaban para salir. Trataba de hacer lo posible por no hacer ruido, pero esto era inútil, ya que, un leve gemido salio de mi, uno, otro y uno mas. He perdido la cuenta. 

-¿Que haces ahí?- Escuche la voz de Ruben

¡Dios, no!

-Nada- Repondí rapidamente y escondi el artefacto bajo la almohada

-Vale, vengo a hacerte compañía- Encendió la luz de la mesa de noche. Suerte que esta bendita oscuridad me ayudo

-¿Porque hule a fluidos vaginales?- soltó de la nada. Sentí mi rostro arder, mi cuerpo se tenso

-No huele a nada, trate de esquivar el tema

-Párate- indico. 

NO, si me paraba el me iba a ver desnuda

-No, Ruben- Hice un puchero

-Vale- se paro, tomo un extremo de la manta y la jalo. Dios. Por instinto busque algo que taparme, tome la almohada y me tape con esta, pero el vibrador quedo en su total vista

-Ay no _____- Ruben se tapo la cara y con el tono de voz mas tranquilo hablo

-¿Que? Me hacia falta- Me justifique

-¿Aun lo necesitas?- Se burlo

-La verdad si, fíjate que no he podido terminar porque haz llegado a interrumpirme- Seguí con sus burlas

-Vale, acabemos con esto- Se quito la playera y camino hasta llegar a mi lado

Intercambio | T2 | Sebastián VillalobosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora