2. Miradas incomodas

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Capítulo 2: "Miradas incomodas"

ADAM

-Él se llama Adam Mc' Craw. Viene de Inglaterra. Esta vez no habrá preguntas- término de decir el profesor.

Una chica al fondo levantó la mano.

-Susan, dije no preguntas- dijo el profesor algo estresado.

-¿Te acostarías conmigo Adam?- me sorprendió lo que dijo, ¿Así son todos aquí? Apenas llevo una semana en este país, pero nunca salí de mi nueva casa. ¿como le estará yendo a mi hermano? Conociéndolo, ya tuvo que tirarse a una chica.

-Siéntese por favor señor Adam, a la par de la señorita Guzmán- me indicó el profesor. No sé, pero como que al profesor que ya se me olvido su nombre, no sabe que soy nuevo y pues que no conozco a nadie.

Miré para el frente a ver quien era la chica y como si leyera mis pensamientos una chica sonriente levantó la mano frenéticamente. La chica se ve delicada, es linda, se ve adorable con ese hoyuelo que se le forma al sonreír.

Llegué hasta mi nuevo asiento, con todas las miradas puestas en mi, tanto chicas como chicos, pero eran muy diferentes. Las chicas me miraban con deseo, sé que tengo un cuerpo bien formado, me cuesta trabajo en el gimnasio mantenerlo así, pero por otro lado los chicos me miran con recelo, como si las chicas no les harán caso solo por mi.

-Hola, me llamo Lucía, pero todos me llama Lu. ¿tu como te llamas?- levanté una de mis cejas por lo que me preguntó. Creo que esta chica es sorda.

-Que pregunta más tonta...- dijo en voz baja casi susurrando. Me hizo sacar una sonrisa. Creo que se dio cuanta que escuché haciendo que un profundo color rojo adornaran sus mejillas.

Me di cuenta que todos nos miraban, bueno, me seguían mirando a mi y eso me puso más incomodo. Al parecer Lucía o como ella dijo que la llamara "Lu" se dio cuenta y frunció el ceño.

-Chicos, dejen de mirar a Adam así, lo incomodan- dijo con un tono autoritario. Rápidamente todos pusieron su concentración en la clase, haciéndole caso a la chica que estaba a la par mía. Fruncí el ceño por la autoridad que acaba de dar esa chica.

-No te asustes, Lu es la chica más popular de aquí, es linda con todos pero de igual forma tiene ese poder hacia nosotros, todos hacen lo que ella dice y como lo dice- me susurró un chico pálido que estaba sentado a la mesa de la par. Se acomodó en su asiento y antes de anotar lo que el profesor estaba explicando me guiñó el ojos.

Definitivamente, me alejare de ese chico.

Así paso el transcurso de la mañana, chicas queriendo ligar conmigo, yo ignorándolas, miradas curiosas, yo incomodo, chicos guiñándome el ojo, yo más incomodo, chicos fulminándome con la mirada, yo mucho más incomodo.

Ya no volví a ver a Lucía, que fue la única que me agradó, ella no me dio su numero de teléfono en un papelito con una pequeña nota diciendo "te espero después de clases", "hazme tuya", entre otras cosas que no pienso recordar.

Llegó la hora del descanso, no sé si sentarme con mi hermano o sentarme solo. Creo que escogeré la segunda opción, ya que mi hermano estará ocupado con alguna chica.

Muero de hambre, fui a la cafetería a ver que puedo comprar para comer. Ya sentado en una mesa sola algo me llama la atención. Todos paran de hacer sus cosas para saludar a Lucía, y ella respondiéndoles con una gran sonrisa. También me doy cuenta de sus amigos que hacen exactamente lo mismo que la chica de ojos marrones, solo que es bien notable el fastidio en sus caras, algo que Lucía no demostraba. No me agrada las gente que se cree superior a los demás.

Me doy cuenta del chico que tiene entrelazada la mano de Lucía. Todos ellos se sientan en una mesa de una esquina. El chico va a la cafetería y sin hacer fila como las demás personas, le entregan una bandeja de comida, sigo sus movimientos discretamente y me fijo que la comida era para su novia al parecer porque después de eso le da un beso en los labios.

Así que ese era el novio de Lucía, no sé por qué, pero eso me enfureció. Apreté mis puños, no debería de actuar así. Ella ni siquiera es mi amiga, gente como yo no tenemos amigos.

Dar todo por amor© #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora