16. -Entonces...

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Capítulo 16: "-Entonces..."

Maratón 2/?

LUCIA

No sé qué cara tenia en este momento, pero lo que si sé es que afrontaré esta situación y lucharé por mi niña.

-Habla, ¿Qué quieres decirme?- sé que estoy a la defensiva pero es lo menos que puedo hacer. No permitiré que me destruya otra vez.

Se despeino el cabello y me miraba con ojos suplicantes, ¿Y a este qué le pasa? ¿Piensa que cuando vendría donde mí lo iba a recibir con los brazos abiertos? Ja, ni en sus más grandes sueños.

-¿Pu-puedo entrar?- preguntó con nerviosismo. Lo fulmine con la mirada.

-No- dije con la voz más fría.

Se restregó la cara con las manos, creo que en signo de frustración, Sonreí internamente.

-¿Entonces podemos ir a otro lugar si te parece?- preguntó frustrado. ¿Ahorita? ¿Qué tengo que hacer ahorita? Nada.

-Tengo cosas que hacer- aunque no mentía del todo, tengo que cuidar a Mía.

-Lu, por favor...- me rogó. Frunci el ceño por como me llamó.

-Perdón, Lucia- se disculpó.

-Bien- acepté a regañadientes.

-Gracias- dijo con una sonrisa que me dieron ganas de borarsela con una patada en este momento. 

-Solo espera- dije, y sin esperar respuesta le cerré la puerta en la cara.
Busqué con la mirada a Zoe, para avisarle que tengo que salir. Estaba en la cocina con Mía.

-Zoe- la llamé. Ella volteo y con la mirada me preguntó que qué pasaba.

-Saldré un momento, ya regreso, no tardo- le avisé.

-Bien, vamos Mía, a comernos este rico pastel de chocolate que Mami y tu tía Zoe prepararon-

-Siii- chilló Mía.

Le di un beso en la mejilla a mi bebé antes de ir otra vez donde está una de las persona que pensé que nunca más iba a ver.

Abrí la puerta de nuevo y lo encontré de espaldas, otra vez, y con las manos en los bolsillos.

-Listo, ¿Dónde quieres ir?- pregunté, ya que no me dijo dónde.

-Emmm... En realidad no conozco aquí, vine hace poco. Pero he visto una cafetería por acá cerca, ¿quieres ir a tomar un café?- ¿ O soy yo? ¿O esta nervioso?

-Como sea, solo vayamos a hablar- no quiero ser grosera pero él se merece que lo trate como la mierda.

Él asintió y camino hacia un auto y supuse que era el de él, porque mío no es, ni tampoco de Zoe.  Lo seguí hasta llegar donde el auto y espere que le quitara seguro para poder entrar. 

En todo el camino ninguno de los dos dijo una palabra, se notaba la tensión que había entre los dos y lo incómodos que estábamos. 

Cuando llegamos a la cafetería los dos nos bajamos al mismo tiempo, y el me vio con el ceño fruncido. ¿Qué? ¿Tengo algo en la cara o qué? Sea lo que sea, dejame de ver.

El negó con la cabeza y entramos al local, nomas entre el otro a café de recien hecho se impregnó en mis fosas nasales. Que majestuoso olor.

Elegimos una mesa un poco apartada a las demás, cuando terminamos de pedir lo que íbamos a tomar y la mesera no los trajo, quedamos en un silencio un tanto incomodo.

-Entonces...- levanté una ceja indicándole que siga.

-Entonces...- ok, ya me puse muy incodoma.

-¿Cómo has estado en todo este tiempo Lucia?- me preguntó tranquilo como si fuéramos los mejores amigos del mundo y no nos hemos visto en mucho tiempo. Eso me puso furiosa.

-Ha, pues después de lo que paso entre nosotros, quede en la calle ya que mis padre me echaron de la casa, comencé a trabajar muy duro para comprar un lugar donde vivir y ahorre y me vine a vivir aquí para comenzar de nuevo y no estar en el mismo lugar que todos. Pero descuida, ahora tengo una mejor vida- le di una sonrisa cínica y como que no le gusto mi sarcasmo.

-Lo siento, eramos jóvenes y yo tenia miedo- dijo arrepentido.

-Ya paso, ahora me da igual- dije con sinceridad. Ahora solo veo el pasado y me siento orgullosa porque logré salir adelante cuando nadie estaba conmigo.

-¿No me vas a preguntar cómo he estado yo?- preguntó un poco indignado. ¿¡Indignado!? Solté una sonora carcajada que lo dejo un poco confundido.

-La verdad no, no pensaba preguntarte porque no hemos venido aquí a charlar como si fuéramos amigos, tu querías hablar de algo, pues habla- dije ya cansada. El solto un suspiro de frustración.

-Tu... Tu cuando nosotros... Terminamos estabas embarazada... Y quería saber si ese bebé existe- hizo una pausa y en ese momento lo fulmine con la mirada- No... No quiero decir que tu hayas sido capaz de abortar... Solo que quizás tuviste una dificultad en el embarazo... Y... Aunque te dije que ese bebé no era mío... Estoy cien por ciento seguro que si lo es... Porque se que tu me eras fiel y me amabas y no eras capaz de estar con otro cuando estabas conmigo... Y si ese bebé existe supongo que ha de tener... No sé... ¿Cuatro años?- dijo algo nervioso. Y en este momento me doy cuenta que el tiene derecho a saber ya que él es el padre, solté un suspiro.

-Es una niña, tiene cuatro años, y se llama Mía- es toda la información que le voy a dar. Ni crea que solo porque vino a preguntar por ella se la voy a presentar y ahora seremos una linda familia feliz. 

-Mía...- dijo con una sonrisa. Eso me puso furiosa.

-Entonces....- ya me estaba desesperando.

-¿Qué?- dijo algo distraído.

-¿Eso es todo? ¿Solo eso querías sabes?- pregunte ya exasperada.

-No- dijo serio.

-¿No?- ¿Y ahora qué?

-No, hay algo más- enserio, ¡que hable de una vez! Ok, Lu, calmante.

-¿El qué?- pregunté.

-Quiero conocerla- dijo al fin, y con esas palabras mi mundo se vino abajo.

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⏰ Última actualización: Dec 19, 2016 ⏰

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Dar todo por amor© #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora