Algo Casi Imposible. | Breddy Meyva |

Capítulo 14.

Un día nuevo, Bryan estaba molesto. No me ha contestado mis mensajes y mucho menos contestado mis llamadas. Quería hablar con alguien; alguien que me aconsejara. Recordé a Emily, la chica de la cafetería. Rápidamente fui a mi mesa de noche para buscar el pequeño papel que me había dado hace unos días.

— Hey. — Contestaron.
— ¿Emily? — pregunté. — Soy Freddy. ¿Me recuerdas? —
— ¡Freddy! Claro que te recuerdo. Sinceramente no creí que me fueras a marcar. — dice riendo. — ¿Se te ofrece algo? —
— Sí. — dejo salir un suspiro triste. — ¿Tienes tiempo para que platiquemos? Quiero charlar con alguien que me escuche, me aconseje y que me entienda. —
— Por supuesto, Freddy. — contestó. — ¿Vienes a la cafetería? Justamente hoy cerraremos temprano ya que están arreglando unas cosas en la cocina. Salgo en veinte minutos. —
— Sí. Claro. — respondí. — Te espero afuera, en unos minutos voy para allá. —
— Vale, aquí te espero. Con cuidado, eh. — rió y después colgó.

Tomé mi celular, las llaves del departamento y mi cartera. Antes de salir también agarré mi chaqueta. Para llegar rápido tomé un taxi, al llegar Emily apenas iba saliendo de la cafetería. Pagué el taxi, después fui a donde estaba Emily.

— Sígueme. — dijo cuando llegué a su lado. Me guió hasta una especie de parque, había unas mesas para picnic, así que fuimos a sentarnos ahí. — Dime... — dijo al sentarse frente a mí.
— Es complicado, — dije un poco avergonzado. Pocos sabían que era gay. — Para que entiendas todo, soy gay. — dije de repente. Ella me vio con unos ojos que casi se salían de su órbita.
— ¿Es en serio? Digo, no tiene nada de malo, Freddy. Sólo que no tienes finta de gay. — dijo un poco nerviosa.
— Lo sé; pocas personas saben que soy gay. Pero eso no es todo lo que te tengo que decir. Tengo un mejor amigo, o bueno, lo era. Es decir, tenemos algo, no sé como se le pueda decir; él está apunto de casarse, pero ahora ya no quiere hacerlo porque me dijo que ya no siente lo mismo por ella... — Y así estuve contándole todo lo que había pasado con Bryan hasta el día de ayer. — ... él no me ha contestado mis mensajes ni mis llamadas. — suspiré al terminar de contarle todo.
— Bueno. Por lo que me has dicho él se enamoró de tí. Tú lo amas desde hace mucho tiempo, esto no sería fácil, Freddy. Su amor es complicado, pero si de verdad se aman podrán pasar estos momentos difíciles para los dos. Él lo único que tiene es miedo a perderte. Él está dispuesto a dejar todos sus planes de su boda para estar contigo, no dudes que te ama. Bryan podrá ser un idiota, perdona que te lo diga así, pero es la verdad. Debió de escucharte en ese momento y controlar sus celos. Trata de aclarar las cosas con él, demuéstrale que él tiene tu corazón, porque él ya te demostró que tú tienes el de él. Podrán ser felices, si se mantienen unidos y no dejan que los destruyan cosas tan insignificantes como una pelea por culpa de unos celos. — Me quedé unos minutos analizando sus palabras. Tiene razón, hemos pasado muchas cosas juntos, una simple pelea de celos no echará a perder todo lo que hemos construido.

Me levanté para abrazar a Emily por la espalda, le susurré un: "gracias" en su oído y ella sonrió.

— ¿Freddy? — escuché a mis espaldas. Oh, no. No podía ser cierto. Volteé y sí, era cierto. — ¡Nath! ¡Bryan! ¿Qué... Qué ha... ¿Qué hacen aquí? — pregunté nervioso.
— Nath fue a visitar a unas amigas que viven por aquí, vine a recogerla y decidimos pasear por aquí un rato. — explicó Bryan. Su mirada posó en Emily, la veía mal, lo sé. Con celos, que raro. Noten mi sarcasmo, por favor.
— Oh, entiendo. Ella es Emily, es... Una amiga. Emily ella es Nath, y él es Bryan, mi mejor amigo. — los presenté. Emily estrechó su mano con los dos. Bryan no dejaba de ver a Emily, queriendo matarla con la mirada. Incluso note un poco incómoda a la pobre chica.
— Bueno, nós tenemos que ir. Fue un gusto verlos. Adiós. — dije. Emily se despidió de ellos sacudiendo su mano y me siguió.
— Freddy, espera. — gritó antes de que me alejará más. — ¿Mañana estarás en el departamento? — asentí confundido. — Bien, iré a visitarte mañana. Tengo que hablar contigo.
— Genial. Te espero allá. Adiós. — seguí caminando. Emily me veía con una cara de picardía.
— Quiere hablar contigo, tal vez quiera arreglar las cosas. — me animó.
— Yo también espero eso. — dije soltando un suspiro.

*

Tocaron la puerta, sabía que era él. Temeroso fui a abrir. Al abrir lo vi, era Bryan. Estaba cabizbajo.

— Fui un idiota. Perdón. — susurró. Tomé su barbilla para ver su rostro.
— No fuiste un idiota, Bryan. Te entiendo. Te quiero, por eso te perdono. Pero por favor, nunca me vuelvas a hacer esto. Estar días sin tí, me hace sufrir. — dije en el mismo tono que él y con mis ojos húmedos por las lágrimas próximas a salir.
— Nunca lo haré, Freddy. Te amo, no sabes cuanto. Tengo miedo a perderte, tengo miedo a que otra persona sé de cuenta de lo increíble que eres, tengo miedo de que encuentres a alguien mucho mejor que yo, tengo miedo a que otra persona te haga sonreír, tengo mucho miedo a que me dejes, a que te olvides de mí. Vivo con el miedo de ya no ver tu sonrisa porque alguien más se la llevó. — Mis lágrimas ya caían por mi rostro. Abracé a Bryan, me acurruqué en su cuello y dije:
— Esta sonrisa es por tí. Tú provocas esta sonrisa. Nadie se la va llevar, te aseguro que la veras siempre que estés a mi lado, porque yo también te amo. — Bry se despegó de mí para besarme. Un beso que selló una promesa, una promesa que juré cumplir por siempre.

Bryan sentía que se había quitado una gran carga, un cierto dolor en el pecho, que le apareció cuando se peleó con Freddy por culpa de Sebastián. ¡Por Dios! ¿Cómo no iba a estar celoso? Sebastián parecía modelo; a Bryan le costó admitir que el chico es guapo. En ese ataque de celos estuvo apunto de perder a Freddy, a su Freddy. Pero, ahora todo estaba bien. Había otra cosa; le había dicho a Freddy: Te amo. El Leyva también le había dicho lo mismo. Bryan no podía estar más que feliz.

Los dos decidieron salir a tomar un café. Al llegar a la cafetería pidieron dos crepas, un frapeé y un café americano. El frapeé para Freddy, el café americano para Bryan.

Los dos platicaban sobre anécdotas del pasado, de pronto una escena le llamó la atención a Freddy. Una pareja gay entró al local. Un chico pelirrojo y otro rubio. Los dos iban tomados de la mano, iban riendo; no les importaba lo que dijeran los demás. Freddy sonrió tristemente, Bryan volteó hacia la misma dirección que Freddy y también los vio. Ahora Mouque entendía todo.

— ¿Hasta cuando, Bryan? — preguntó Freddy, balbuceando.
— No es fácil, Freddy. Lo sabes. — dijo Bryan. — No es algo que decidimos tú o yo. Es algo que nós tocó vivir, pero te juro que estoy haciendo todo lo posible para quitar estas cadenas de nosotros y ser felices juntos. Pronto podremos demostrar nuestro amor frente a todos, muy pronto podremos ser felices, mi amor. — Mouque tomó por encima de la mesa la mano de Freddy para darle leves caricias.
— Por eso te amo. — dijo Freddy sonriendo de nuevo.

Ese par muy pronto sería feliz. Bryan estaba dispuesto a separarse de Natalia, de cancelar su boda. Él quería ser feliz con Freddy. Con el amor de su vida. ¿Quién dijo que el amor de tu vida tiene que ser alguien del sexo opuesto?

Algo que la feliz pareja no sabía es que alguien los veía de lejos, con asco y repulsión. 

— A que no sabes lo que acabo de ver. — dijo hablando mediante su celular.

v: v: v: v: v: v: v: v: v: v: v: v: v: v: v: v: v: v: v: v: v: v: v: v: v: v:

Jelouuuuuuuuuuu v: xdxdxdd
Volví, prras Bv
No, no estaba muerta. Sólo que ya estoy en la prepa y es algo difícil con todas las tareas, proyectos, etc; no me da tiempo ni de fangirlear en Twitter como antes v':

La historia ya se pondrá buena 7w7
Ni se imaginan lo que pasará, les apuesto una docena de tamales a que no :v xdxdxdd

Bien, nós leemos luego v:
Trataré de actualizar más, lo juro por las nalgas del Bryan. Ese trasero es bendito 7u7r Grrr...

Bai v:

Paz!