12

392 45 8
                                    

"Esto terminará pronto."

Ian

Comienzo a correr escaleras arriba, con la esperanza de llegar a la habitación de mis padres. Sigo mi camino cuando llego al pasillo, voy hacia el lado contrario de mi habitación. Sé que hay un teléfono inalámbrico, solo espero que no este roto.

No sé si mis amigos aún están vivos.¿Nora logrará encontrar ayuda? Es muy difícil tener una pequeña esperanza, la tormenta fue una de las peores, y nada nos asegura que haya terminado. Steven, en el estado que esta no creo que pueda moverse. Tom... oh Dios mío... Tom puede que este muerto. Había demasiado sangre. Si Ian esta muerto, es un peligro menos. Tal vez pueda sola contra Máx y Sean. Las dos personas que más temo. Ya se de que son capaz.

Máx y Sean vendrán por mi, tengo que ser rápida.

Empuje la puerta, la habitación esta a oscura, veo una cómoda cerca de la puerta. No dudo en acercarla para armar una barricada.
Dos fotografías caen al suelo cuando muevo el mueble. Las fotos son de mis padres en sus días de juventud.
Pero no logro mi propósito, porque la puerta se abre, golpeando contra la pared. Un Ian furioso entra.

— ¿Qué diablos haces? ¿Quieres que Máx te asesine? — susurra furioso.

Retroceso unos pasos, él avanza dos 

— ¡No te acerques! — grité histérica.

Observó mi alrededor, la única salida es la puerta. Donde Ian se interpone.

— Te dije que te protegería — susurra cansado.

— ¡Mantente alejado! Eres igual que ellos. — la furia domina su cuerpo.

Es demasiado tarde cuando se lanza sobre mí. Ambos caemos sobre la cama, levanta mis manos sobre mi cabeza. Acerca su rostro a mi cuello. Sentir su respiración cerca de mi piel envía escalofríos. Pero lo que me da miedo es darme cuenta, que a pesar de cuáles son nuestros papeles, él mi secuestrador y yo su víctima, me gusta la sensación que me da. No es miedo, todo lo contrario, me gusta sentirlo tan cerca. Oler su colonia...

Y eso da mucho miedo.

— No intentes nada loco. Tengo un plan, y no dejaré que una mocosa lo arruine. Si quieres salir con vida confía en mi  — susurra. Sus labios rozan mi oído.

— Perdón, pero no confío en personas psicópatas . — mi voz llena de ironía.

Luego de unos segundos de forcejeo, gruñidos de su parte para mantenerme quita, hablé

— Mataste a Skyler. — susurro furiosa. Esta vez nadie podrá sacarlo de encima de mí.

Ambos giramos nuestros rostros hacia la puerta cuando oimos pisadas. Alguien se acerca, los pasos aunque intentan ser silenciosoa se oyen cada vez más cerca.

— No lo hice. La protegía, confía en mí. Esto terminará pronto — dice desesperado.

Algo en su mirada, me hizo asentir. Creo ver una pizca de esperanza en sus ojos.

En segundos me encontraba de pie, con los brazos hacia atrás, donde Ian tenía agarradas mis manos.

Máx abre la puerta, golpeando con la pared. Su rostro demuestro lo enojado que esta. Ian y yo nos tensamos cuando el hombre que esta frente nuestro levanta un arma. Apuntando directamente a mi cabeza.  Sé que es capaz. Lo dejó claro desde un principio, hasta lo demostró.

— Máx, la tengo.

— ¡Cállate, Ian! Esta pequeña niña mimada ya nos ha traído muchos problemas. Es hora de matarla. Nosotros encontraremos el dinero. — ríe ante mi cara de pánico.

— Aún no Máx. — Ian se coloca delante de mi, quedando en medio de mi cuerpo y el de Ian.

— Vinimos aquí con el mejor de los planes y todo se ha ido a la mierda. Todo por su culpa. — gruñe furioso. Empuja a Ian a un lado, en segundos su mano derecha rodea mi cuello. Vuelvo a caer en la cama, pero en esta ocasión Máx esta  posicionado sobre mi, prohibiendo el pase de aire.

— ¡Máx !

— Te mataré. Ya no me sirves, niña. Morirás al igual que tus amigos. — ejerce más fuerza.

— Hazlo, me salvarás de toda esta pesadilla. — me cuesta decir las palabras.

Ian lo saca de encima mío, empujando su cuerpo hasta el  suelo. Tomo grandes bocanadas de aire, hasta lograr estabilizar mi respiración 

— Esto debe terminar, Máx. No estaba planeado esto — niega enojado Ian.

— ¿Te rindes tan fácil ? — pregunta divertido el aludido — Tenemos un trato, hasta el final, tú lo sabes. Necesitas el dinero.

— Sophie no hubiera querido que hagas algo así. Bien, su plan no salió como debía, ella se lo buscó por ser ambiciosa. ¿Crees que pensaba en ti? Ella planeaba huir con todo el dinero — abrí los ojos sorprendida.

— Cierra tu boca. Yo la amaba y ella a mí. No sabes lo que dices — Máx apunta a Ian. Doy unos pasos al costado.

Lentamente para no llamar la atención.

— Tu novia era una manipuladora.

—¿Novia? — murmuré. Quieta en mi lugar proceso lo oído. No le doy muchas vueltas, escuchar la verdadera vida de las que creí mi amiga, ya no me sorprende.

Aprovecho su intercambio de palabras llenas de furia. Miro sobre el hombro de Máx, encontrando mi salida despejada. La puerta esta abierta. Mis captores están a unos metros de distancia. Sin dudarlo, corrí hacia la salida.

— ¡Steph! ¡No!

No identifico quién es el que grita, sólo corro a lo que podría ser una pequeña parte de mi libertad.

Pero olvidé que a mi casa entraron tres hombres, dos compartían una acalorada conversación a mi espalda, y el otro aún seguía buscándome por la casa.
Hasta ahora, cuando crucé  el umbral, estando en el pasillo, algo me golpeo por detrás.

Lo último que veo es la sonrisa burlona de Sean, se coloca en cuclillas

— Maldita perra, no saldrás de aquí. Al menos no con vida — acaricia mi mejilla.

Y todo se vuelve negro.

Instagram:
AngelDelMisterio

Una nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora