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Escuche voces, pero me es imposible abrir los ojos.

- Creo que el golpe fue muy fuerte. - ríen.

-Te has pasado, Sean. La princesa no puede dejar su reino aún.

Más risas. No escuché nada más en lo que calculé, unos minutos.

Abro los ojos, pero vuelvo a cerrarlos, después de varios intentos me acostumbro a la luz. Veo mi alrededor, conozco la cómoda, es suave edredón rosa, confirmó que estoy en mi habitación. Nada cambió desde que entre hace una hora atrás  con los tres hombres que me privan de mi libertad.

Llevo una mano a mi cabeza, me duele mucho. Siento un líquido caliente caer por mi el lado izquierdo, al alejar la mano me doy cuenta que es sangre.

- Tranquila - Ian entra por la puerta.

-¡No me toques!- digo, al ver que tiene la intención de colocar hielo en mi cabeza. Olvidé el dolor, mantuve una distancia de él.

Y recuerdo todo... Máx e Ian discutiendo....Máx y Sophie, novios. Sean golpeandome en la cabeza.

Más verdades salen a la luz, parece que esta noche es la peor de mi vida. No, me retracto, no parece, es.

- Lo siento. Eso no debía pasar - señala mi cabeza- Sean se ha pasado 

-Todos ustedes comenten un error, aquí no hay tal dinero. Ya lastimaron a mis amigos y a mi,  ¿Qué esperan para irse? No tardarán en abrir las carreteras y mis padres llegarán.

-Tus padres están en Los Ángeles, Steph. Me pediste que no te mintiera, yo te pido lo mismo. Ambos somos víctimas en todo esto.- concuerda.

- ¡Claro! Tus eres uno de ellos, estas aquí para vernos sufrir y por el maldito dinero- golpeo furiosa su torso, en un intento de alejarlo de mí.

¿Cuando se ha acercado tanto?

-¿Puedes tratar de escucharme? Te sacaré de aquí, al igual que a  tus amigos. - propone.

-¿Cómo?- pregunto, recelosa.

- No lo sé- suspira, observa la puerta unos segundos antes de mirarme de nuevo- Mi hermana esta enferma. Máx me convenció de hacer esto, dijo que no habría nadie en la casa, pero cuando llegamos y vimos las luces y auto,  él cambió todo el plan. Quiere vengar la muerte de su novia.

- ¿Por qué  me cuentas esto?

- Porque quiero que sepas que esto, todo esta locura, lo hago para salvar la vida de mi hermana. Mientras que Máx y Sean quieren saber quien fue la maldita persona  que mató a Sophie. No pasé  mucho tiempo con ella, pero supe inmediatamente que era muy buena mintiendo y manipulando a las personas. -hace una mueca.- No maté a tu amiga.

-¿En serio?- él asiente. - Pero vi la sangre...todos la vimos 

-Era de un animal, te dije que te protegiera.

-¿Por qué? ¿Harías eso, ir en contra de tus amigos, para proteger a  alguien que no conoces?- pregunté.
- Si , lo haría. Porque esto no debía pasar, tú al igual que tus amigos fueron engañados. Y Máx y Sean no son mis amigos- su rostro sin emoción alguna me da una confianza que no entiendo  de  donde sale.

-¿Puedo confiar en ti?- Susurre insegura.

Tal vez sea una locura, la mayor estupidez que puedo llegar hacer. Puede que me lleve a la muerte, pero el que no arriesga no gana. Necesito ayuda, y si Ian puede ayudarme, lo aceptaré.

-Si. ¿En verdad no sabes nada del dinero? - Niego cansada. Él suspira - Bien, piensa, ¿hay algún lugar en el cuál ella haya podido guardar tanta cantidad y después de años no se encuentre, ni por casualidad?

Una nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora