6

583 59 17
                                    

Steph

De niños éramos 
inseparables, Sophie, Skyler y yo.

Tres niñas sin preocupaciones, vivían el día a día. Las decisiones más difíciles que teníamos que tomar era que queríamos jugar.  Éramos tan revoltosas que nos comparaban con un huracán; por donde fuéramos destruimos algo.

Asistiamos a la misma escuela,  vivíamos en el mismo barrio, misma calle.

Nos conocimos cuando Sophie se mudó a la ciudad, a penas con cinco años de edad forjamos una amistad tan fuerte. Que con el paso de los años fue creciendo, volviéndose aún más sólida.

Tan inseparables.

Aún recuerdo nuestras pijamadas de los viernes.
Pasábamos la noche en la casa de Skyler, viendo películas animadas, bailando con las famosas canciones de los 80, que nuestros padres guardaban en la cochera.
Comíamos comida chatarra hasta que terminabamos en el hospital.
Esos recuerdos jamás los voy a olvidar.

Cuando comenzamos la secundaria todo cambió, pero nuestra amistad no cambió. Nunca.

Comenzaron las fiestas, los chicos, el alcohol, éramos  adolescentes desenfrenados.

En una noche de fiesta en la casa de Sophie conocimos a Steven, Nora y Tom.

Nora y Tom ya salían para esos tiempos, yo me enamoré perdidamente de Steven. Cada día que pasaba me enamoraba más de él.

Claro, nada es color de rosa; pasó lo que no creímos que sucedería.

Sophie apareció muerta.

Los oficiales nos aseguraron que fue por un exceso de drogas.

Pero Sophie no consumía.

Estoy muy segura.
¿O lo estaba? Ya no sé que creer.

Ya no sé. Dos años han pasado, ya nadie en la secundaria la recuerda como la alegre Soph, que nos sacaba una sonrisa.

Ahora la conocen como la chica que se mató exceso de consumo de drogas.

La conocíamos muy bien para saber que ella jamás se metería en esos asuntos.

Si, éramos y aún somos problemáticos. Pero nunca llegamos hacer algo tan fuera de nuestros límites.

Cuando salíamos uno era el conductor designado. Nos cuidamos entre nosotros.

Nunca nos herimos en nuestra amistad.

¿Y creen que matamos a Sophie?

—Eso es una locura — dije.

¿Como pueden decirlo tan seguros de sí mismos?

— Sophie era una muy buena amiga nuestra. Y al parecer de ustedes también. — Máx se situó frente de Steven.  Su declaración me sorprendió al igual que a mis amigos, menos a  Steven.— Pero era una gran mentirosa, también.

— No hables de ella, idiota — gruñó Tom.

No había prestado atención a su rostro. Su ojo tiene un color oscuro, un poco de sangre  se expande por su lado izquierdo de su rostro. Lo golpearon. Máx en dos zancadas ya estaba chocando su puño en la mandíbula de mi amigo. Skyler y Nora jadearon asustadas, y sorprendidas al igual que yo. Los sollozos de Nora pasaron a ser un  llanto descontrolado.

Ese golpe fue  una señal de lo que son capaz de hacer.
No creo que duden en matarnos.

—Steph — Sean camino hacia mí. Él y Ian estaban cerca de la puerta de la cocina.

Una nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora