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Lo bloquee todo mis recuerdo de esa noche. No entiendo por qué. Dios, esto no está  pasando.

-Lo siento, Steph- dice sincero Ian.

¿Qué siente?

-¿Qué pasó esa noche? ¿Ustedes saben quién mató a Sophie?

-Claro que lo sabemos niña tonta - asegura Máx.

-Pero creí que no lo sabían.

-Otra pequeña mentira. - ríe Sean. Observo a Ian, sus ojos están puestos en mí, apenado - ¿Te das cuenta que tú vida esta rodeada de mentiras?

No digo nada, no puedo escuchar más. Necesito que esto acabe.
Por más que trate no puedo recordar nada, lo he intentado por un tiempo. Pero me cansé de esperar a recordar algo, sólo lo dejé pasar. Ni siquiera recuerdo cuando fue la última vez que la vi en esa fiesta. Nada, no hay ni un sólo recuerdo.

-¿Quién la mató?

No miro a nadie, sólo al suelo.

- Steven. - abro los ojos sorprendida- Que feo, tu propio novio te lleva a la muerte.

Rápidamente miré a Steven, me sorprendió sus ojos, fríos, oscuros, sin dolor.

-¿Por qué? - susurre.

Rió sin humor. Pero antes de que dijiera  algo, Ian habló

- Él no se enteró de que iba a ser padre el día del velorio, lo supo antes.

-Cierto, tres días antes. Tampoco sabía que su plan era robarte- se dirije a mí, sonríe con dolor - Aunque no lo crean la amé.

-No lastimadas a alguien que amas - en dos zancadas Sean se acerca a Steven y le propina un golpe en su mandíbula.

-No puede ser cierto. - lentamente caigo en el sofá, aturdida.

-¡Detente! -exclamó furioso Máx.

Sentía la mirada de Ian sobre mi, pero no podía mirarlo a los ojos. Todo cayó sobre mí como grandes y pesadas rocas, impidiendo que pueda respirar bien. Regule mi respiración. Por más que intentara recordarlo, nada venía a mí. Gruñí  frustrada.

Oí el ruido de un motor a lo lejos, rápidamente levanté  la mirada a Ian. Su rostro demostró pánico, y por un segundo en toda la noche  suspiré de alivio.

-Sean, ve a la ventana - ordenó Máx.

No me moví de mi lugar, miles de ideas vinieron a mí. Tal vez Skyler o Nora lograron obtener ayuda.

-Es un helicóptero. Es el del guardabosques. - informó Sean, luego de dar un vistazo.

Esto terminará pronto.

-No tienen salida - gruñó dolorido  Tom. Su mano izquierda presionando su pecho, donde crece una mancha de sangre cada vez más.

Rápidamente me acerqué a mi amigo.

-¿Tommy? ¿Crees que puedes resistir un poco? Ya llegaron por nosotros- susurre entre lágrimas. Su rostro se encuentra muy pálido.

No hubo respuesta de su parte, y temí por un momento el haberlo perdido, pero el asintió con su cabeza, un movimiento débil pero que me di una razón para terminar con esto. Observé a Steven, el cual tenía la mirada pérdida, sin ninguna expresión en su rostro magullado.

Y luego, todo sucedió muy rápido...

-¡Te advertí que esto no terminaría bien!- masculló  Ian a Máx, quien estaba en pánico.
Sonreí ante la idea de que el jefe ahora temiera terminar tras las rejas.

-¿Tú llamaste a la policía?- Sean se me acercó amenazante. Tomó mis brazos y ejerció demasiada fuerza.

-¡Sean!- vociferó Ian.

-Contesta, ¿fuiste tú?- negué ante la demanda de mi agresor, gimiendo de dolor.

Una pequeña esperanza creció en mi interior, si yo no llamé, eso quiere decir que alguien de afuera lo hizo. Tal vez Nora sí lo logró, eso quiero creer.

Y sentí que todo ya había terminado.

De pronto, la puerta se abrió con un estruendoso ruido. Los gritos comenzaron, no podría decir quien gritaba más, las órdenes de los oficiales era lo único que se escuchaba.

-¡Policía! ¡Arriba las manos!

Busqué a Ian, pero fue en vano, ya no se encontraba en la habitación. Por alguna extraña razón, sonreí alivia de que él no se encuentre aquí. ¿Escapó? Me gusta pensar que si, él al igual que yo y mis amigos era una víctima en toda esta situación. Pero Máx y Sean, no se movieron de sus lugares. Ambos  en picos segundos quedaron arrodillados y esposados. Tres policías se acercaron a ellos y les leyeron sus derechos.

Terminó.

-Salga, señorita- ordenó un oficial.

-Mis amigos, están heridos- recordé, intenté voltear hacia Tom y Steven, pero el oficial me empujó hacia la salida.

-Los paramédicos se encargarán. Vamos- insistió.

Dejé que me sacara, sentí una cálida tela sobre mis hombros. Al observar qué era vi una manta. Puede que la tormenta haya pasado pero dejó su rastro atrás, el  aire frío. Asentí en agradecimiento.
Por un momento las luces de las patrullas me cegaron, cubrí mis ojos con el dorso de mi mano.

-¡Steph!

-Nora, gracias a Dios. - corrí hacia ella, estaba cerca de la ambulancia.

No tenía ningún rasguño, o golpe. Murmuró varias veces que estaba bien, ambas lloramos por lo ocurrido.

Le pregunté sobre Skyler, dijo que estaba en el hospital. Como dijo Ian, ella no fue lastimada, pero con la disminución de la temperatura casi sufre de hipotermia y la entrenaron para controlarla.
A Tom y Sean, los trasladaron al hospital.

Agradecía mil veces a Nora, cuando me contó que tuvo que caminar cinco kilómetros hasta encontrar ayuda, no podía mantenerme en pie.
Las emociones de lo ocurrido me agotaron.

Sólo se necesitó  que una noche para que los secretos mejor guardados salgan a la luz.

Aún no tengo todas las respuestas que quisiera. Pero sé que las encontraré, tal vez no sea en un futuro cercano, o si.

Y a la única persona que puede darme esas respuestas, no sé si volveré a verla.

Llegamos al final, que emoción.

Tenemos portada nueva!!! Les gusta?

No desesperen, aún falta el epílogo y el capítulo extra de lo que sucedió esa noche ( la muerte de Sophie).

Gracias por leerme, no hay palabras para describir como me siento con mi cuarta historia terminada.
Sé que hay errores, pero cada día mejoro más. Y algún día esta historia será editada, y mejorará.

Y han quedado dudas de alguna parte de la historia no duden en comentar, y en el epílogo serán respondidas.

Besos, de Argentina, para todo el mundo, para mis lectores internacionales. Porque gracias a wattpad he conocido a personas maravillosas.

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